Juan Enciso abandonó la prisión de Albolote en volandas de una guardia petroriana de familiares y vecinos de El Ejido. Emocionado en el reencuentro. Cansado tras ocho meses entre las cárceles de Almería y Granada. Casi 4.000 días después de aquella escena de junio de 2010, el otrora poderoso alcalde ejidense entró sin estridencias en la sala ‘Roquetas de Mar’ del Palacio de Congresos de Aguadulce para defender su inocencia.
La multitud no necesitó esta vez de reproches a los medios de comunicación ni de manotazos a las cámaras de fotografía y vídeo porque sencillamente el público no acompañó la celebración del juicio. Porque el Caso Poniente se ha convertido, en muchos sentidos, en una lucha contra Cronos. O mejor dicho, contra Leto, diosa griega del Olvido, hija de un titán de coronas de oro.
Mientras unos exprimen el recuerdo de aquella intervención de la Policía Nacional contra la corrupción en la Plaza Mayor de El Ejido, otros entierran la memoria de contratos, pagos y servicios acometidos hace más de 15 años. Y el ciudadano mira desde lejos y trata de atar cabos como puede.
Para todos
Y en esa lucha de poderes entre hoy y ayer, irrumpió Juan Enciso con un traje oscuro y una corbata celeste con banderines para clavar en la sala de vistas el estandarte de su defensa. Once años después, el ex regidor tenía la posibilidad de responder a las acusaciones del mayor proceso contra la corrupción investigado nunca en la provincia de Almería, pero optó por atrincherarse.
Enciso rechazó responder a cualquier pregunta que no procediera de su abogado Francisco Torres y liquidó su comparecencia en media hora, con un repaso superficial a los trabajos desarrollados por la empresa mixta Elsur en su municipio y, eso sí, con un puñado de mensajes más políticos que jurídicos.
Si las cuentas municipales estaban mal, la oposición es cómplice porque “se le daba traslado cada año”. Si había desviación de fondos públicos, la Cámara de Cuentas falló porque auditaba los números. Si la empresa mixta Elsur no cobraba, la culpa era de la Junta de Andalucía que bloqueaba el Plan General de Ordenación de El Ejido e impedía que “el Ayuntamiento tuviera plusvalías”. Y sobre todo... “el pueblo me dio mayoría absoluta”.
En una declaración marcada por la cadencia de la defensa, Juan Enciso trató de explicar algunos episodios recogidos por la investigación de la UDEF de la Policía Nacional y de la propia Fiscalía Anticorrupción. Las acusaciones creen que Elsur utilizó una red de empresas subcontratadas para desviar fondos públicos mediante una facturación engordada o falseada, por eso pide 64 años de prisión para Enciso por 19 presuntos delitos de prevaricación, cohecho, malversación de caudales y contra la Hacienda Pública (el Ministerio Público modificará su escrito final para eliminar parte de los delitos fiscales).
Juan Enciso era presidente del Consejo de Administración de Elsur, aunque definió su papel como meramente “decorativo”. “Era una persona que sabe cuáles son sus funciones. Daba la bienvenida y pasaba la palabra al gerente para la rendición de cuentas, y luego, a final de año, aprobar las cuentas anuales que venían ratificadas por una auditoría”, explicó durante su comparecencia. “Y en última instancia, por desgracia, el señor Manuel Caballos (gerente) daba las quejas por los problemas de pago”.
El ex alcalde del PAL rechazó funciones ejecutivas en Elsur y, como el resto de los acusados, negó conocimiento sobre la composición de las subcontratas o el posible favorecimiento a empresarios como Galán, Amate o los hermanos Lirola.
Si todos los acusados hubieran dicho la verdad en estos seis días de interrogatorios, nadie del Consejo de Administración de Elsur sabía a quién subcontrataban, qué trabajos reales hacían, cuántos empleados tenían y qué lazos familiares les unían. Esto, a pesar de que el canon de esos años de principios de siglo sumaba cantidades millonarias (la Fiscalía calcula un fraude en la presunta trama de Poniente de 71 millones).
“En ninguna parte de los estatutos ponía que no se pudiera subcontratar”, advirtió Enciso como otros compañeros de bancada hicieron en días previos. “Jamás en mi vida recomendé ninguna empresa”.
Familias
La acusación estima que las subcontratas engordaron facturas para desviar fondos. Enciso ve un interés oculto. “La palabra sobrefacturación, me atrevería a decir que tiene una intencionalidad. (...) El Ayuntamiento tenía un área de Obras Públicas con unas personas que eran soldados vigilantes de que todo se hiciera correcto. No permitían a Elsur que faltara una mata pequeñita de un parque. No cabe en cabeza humana que Elsur pagara más de lo que recibía”.
Los escritos de acusación discuten esa versión y aseguran que medió para favorecer en contratos a su cuñado, Francisco Javier Aguilera (Fiscalía solicita 10 años de prisión). “¿Qué inconveniente hay en que estas empresas sean de algún familiar, de quien sea? Que puedan trabajar como cualquier español”, alegó el ex alcalde de El Ejido.
Enciso se extendió en explicaciones sobre el esfuerzo de sus familiares y se emocionó al hablar de su cuñado. Fue el único momento donde se le vio desbordado. Luego retomó el tono para ‘aclarar’ algunos episodios registrados en las escuchas telefónicas, como cuando pidió dinero al empresario Juan Antonio Galán (Fiscalía le pide 174 años). “Me faltaba liquidez para pagar a la gente y le pedí que me dejara algo, porque éramos amigos”, aseveró antes de volver a recordar la situación Elsur. “Pero Galán no tenía dinero”.
En los próximos días, los testigos, los peritos y las escuchas telefónicas tratarán de rescatar del olvido todos estos episodios... y muchos otros. Este martes declaró también el ex gerente Manuel Caballos (Fiscalía pide 55 años), señalado por la parte privada de Elsur como el responsable ejecutivo de la subcontratación. Echó balones fuera sobre su papel y llegó a rechazar su firma en uno de los documentos. “No sé quién lo habrá hecho, yo no lo he firmado”.
“Los contratos estaban en precios de mercado y la facturación estaba controlada, por tanto, sí”, respondió Caballos a una pregunta sobre si los servicios eran reales. El ex gerente, no obstante, matizó que desconocía la composición y administración de las subcontratas. “No era mi función”.
Este miércoles declara José Alemán, ex interventor municipal de El Ejido (Fiscalía pide 64 años), que ayer llegó arrastrando una maleta de documentos. Para no olvidarse de nada.
¿De qué acusan a Juan Enciso?
La Fiscalía Anticorrupción pide 64 años de cárcel por 19 delitos de malversación de caudales públicos en concurso falsedad continuada en documento mercantil, cohecho pasivo propio continuado, contra la Hacienda Pública y prevaricación continuada. La acusación no solo le coloca en un central dentro de la presunta trama de Elsur, sino que habla de prebendas al ex regidor y a miembros de su familia. Entre las muchas imputaciones una transferencia de 180.000 euros del empresario José Amate a Enciso y su esposa en diciembre de 2008. “La transacción encubría una comisión ilícita al alcalde”, dice la Fiscalía. “El alcalde y el interventor permitían las actuaciones ilícitas”, dice en alusión a la “sobrefacturación”.
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