La Policía Nacional cree que el ‘voyeur’ no difundió los vídeos de las parejas

La intuición de los agentes de una patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional ha permitido frenar las actividades de un ‘mirón’ acusado de filmar a parejas en encuentros íntimos en las inmediaciones de la desembocadura del Río Andarax.

Los agentes se toparon de forma casual con el ‘voyeur’ durante una pasada rutinaria por el entorno de El Bobar la madrugada del 22 de marzo. El sospechoso estaba oculto en el interior de un vehículo y amparado por la oscuridad de la noche. Desde allí, gracias a un visor nocturno de alta calidad, tomaba imágenes a las parejas que en la lejanía, en la explanada de las caravanas, mantenían relaciones sexuales.

“Las incongruencias manifestadas acerca de su estancia en dicho lugar, levantaron sospechas en los agentes, quienes en un registro del vehículo detectaron un dispositivo de captación de imágenes nocturnas”, indica la Comisaría Provincial de Almería. “Acudía a lugares recónditos donde presuponía que podía haber parejas en el interior de sus vehículos practicando sexo

La Policía Nacional arrestó al varón de 38 años de edad por un presunto delito de revelación de secreto, aunque en estos momentos se encuentra en libertad a la espera de la evolución de las diligencias.

Rastreo

La investigación posterior de la Policía Judicial reveló que guardaba en una tarjeta imágenes captadas a las parejas en sus coches, donde podían distinguirse rostros. No obstante, su interés era personal y no la difusión, según las primeras averiguaciones. Este detalle es importante, porque no consta en las diligencias que el sujeto haya distribuido el contenido en portales web o en redes sociales.

La Policía Nacional trabaja en la posible localización de víctimas. Se trata de un paso clave para sostener las acusaciones. Hasta el momento, los agentes tienen la certeza de las grabaciones, pero no han identificado a ciudadanos afectados por las actividades del arrestado.

La existencia de denunciantes podría dar un giro al proceso y endurecer la posible respuesta penal ante la grabación de las imágenes. Aunque no es fácil por las circunstancias, quizás algún ciudadano afectado pudo sospechar de que le estaban filmando.