Dos atropellos y dos fugas mataron a José Carlos

Una furgoneta le tiró de la moto y un turismo le atropelló minutos después; ninguno se paró

Control de carretera de la Guardia Civil
Control de carretera de la Guardia Civil La Voz
Javier Pajarón
07:00 • 21 may. 2021

José Carlos C. R. de 31 años murió dos veces aquella mañana sobre el asfalto de la Autovía del Mediterráneo. Dos veces arrollado. Dos veces abandonado. Dos veces maltratado por dos conductores que prefirieron seguir adelante antes que detenerse para auxiliar a un joven malherido. Dos veces víctima.




Su familia clama ahora justicia e inicia acciones legales para esclarecer el suceso y depurar responsabilidades. Está convencida de que José Carlos C. R. podría haber salvado la vida con una rápida intervención de los servicios de emergencias.




La historia comienza a escribirse en las primeras horas del 24 de abril, en la salida de la A7 a la altura de la urbanización de Retamar. Un conductor que transitaba por la zona observó una motocicleta dañada y tirada sobre la carretera. Eran las 6.55 horas. El testigo detuvo su coche y rastreó las inmediaciones seguro de hallarse ante el escenario de accidente de circulación. Todavía no había salido el sol y la mañana era desapacible. A unos metros vio a José Carlos C. R. entre “quejidos”, todavía con vida, pero antes de poder auxiliarle, un segundo vehículo lo arrolló de manera trágica.




El turismo se dio a la fuga y ese primer testigo no pudo identificarlo con suficiente nitidez, según constan en informes de la Guardia Civil a los que ha tenido acceso LA VOZ DE ALMERÍA. “Estaba oscuro y hacía mucho viento”.



Sin embargo, un segundo testigo ofreció nuevos detalles para entender la secuencia con mayor precisión. Viajaba unos 200 metros atrás y vio un Volkskwagen Golf. “El vehículo hizo una maniobra extraña (...) unos 100 metros después se paró y vio bajarse a dos personas”.




Estos dos sujetos desaparecieron del lugar y podrían tratarse de los responsables del atropello mortal de José Carlos C. R. El Grupo de Investigación y Análisis de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (GIAT) trabaja en su identificación, según las diligencias del Juzgado de Instrucción número Cinco de Almería.




Se entregó
Los dos testigos mencionados alertaron a los servicios de emergencia. La Guardia Civil tomó el perímetro y se efectuó el levantamiento del cadáver. Los médicos del Instituto de Medicina Legal (IML) describieron la causa de la muerte como “politraumatismos por accidente de tráfico” y poco después el Juzgado de Instrucción reflejaba en los autos la “posible existencia de una infracción penal”. Un delito.




Para entonces, los agentes sabían ya que José Carlos C. R. había sido arrollado en la autovía por un turismo desconocido que se dio a la fuga, pero trataban de esclarecer por qué el motorista deambulaba aturdido aquella mañana sobre la carretera. La respuesta llegaría la misma tarde del 24 de abril.


A las 19.25 horas se presentó voluntariamente ante la Guardia Civil Adama F. de 21 años de edad. Según su declaración, se dirigía a las 6.45 horas de ese día hacia Campohermoso (unos diez minutos antes del segundo atropello) e impactó con el espejo de su furgoneta con “algo” que no pudo identificar. Siguió la marcha sin detenerse.


El joven aseguró que viajaba a 80 kilómetros por hora por la autovía y que “la visibilidad era reducida”. Su jefe en una finca agrícola le habría animado a acudir al cuartel después de acabar la jornada, según su versión.


Malestar por la puesta en libertad

Adama F. está investigado por el abandono del lugar del accidente, pero quedó luego en libertad a la espera de la evolución de las diligencias que instruye el magistrado Manuel Rey Bellot en el Juzgado de Instrucción número Cinco de Almería. La familia de José Carlos C. R. ha mostrado su desconcierto por la decisión y anuncia una acusación más dura por omisión del deber de socorro y por su presunta implicación en la muerte. Creen, tras analizar el informe forense y la secuencia de hechos recogida por la Agrupación de Tráfico, que la víctima podría haberse salvado si hubiera sido atendido de manera inmediata y, especialmente, apartado de la carretera tras el primer impacto. El caso está abierto y se indaga sobre entre varios viajeros testigos y en las cámaras de Tráfico en el entorno.



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