La muerte de un joven en Galicia en una agresión homófoba o los ataques racistas en distintos puntos del país reabren el debate sobre la proliferación de la violencia y la discriminación a colectivos vulnerables.
El Ministerio del Interior abordó esta semana el problema en la presentación del Informe sobre la Evolución de los Delitos de Odio en España, que analiza la incidencia de estas conductas durante el ejercicio 2020.
Almería sale mal parada del análisis. La provincia tiene la mayor tasa de delitos de odio por habitante detectados de toda la comunidad autónoma, según el estudio del Ministerio del Interior. El pasado año se anotaron 21 episodios de discriminación y violencia. En términos absolutos solo Málaga y Sevilla presentan peores datos, aunque en ambos territorios la población es mucho mayor que en Almería.
En Almería se confirmaron el año pasado diez episodios de racismo o xenofobia, seis casos de ataques por orientación sexual o de género y otros sucesos vinculados a ideologías y discriminación a personas con discapacidad.
Las cifras no muestran la gravedad de casos, en ocasiones referidos a personas en situaciones verdaderamente precarias. Además, existe un volumen indeterminado de episodios que son silenciados por la ausencia de denuncias y no aparecen en estos informes anuales.
Según Interior, los 21 casos detectados el año pasado dejaron 19 víctimas identificadas y 12 detenidos en operaciones policiales (siete arrestos relacionados con actuaciones racistas o xenófobas).
Denuncias
El índice de esclarecimiento de asuntos es muy alto, por encima del 90 por ciento, lo que muestra la eficacia de las denuncias en la persecución de los delitos de odio. Denunciar tiene consecuencias. Por ello, las autoridades recomiendan acudir a comisarías y cuarteles y solicitar protección especializada a los agentes.
El área que dirige Fernando Grande-Marlaska realizó una encuesta para analizar la respuesta de las fuerzas de seguridad a las víctimas de delitos de odio. El objetivo era mejorar la atención de los afectados.
Según el análisis, un 70 por ciento respondió que la respuesta policial fue “rápida” o “regular”. La mayoría contestó que se les respetó su intimidad durante la actuación policial y un 55 por ciento se sintió protegida por los agentes policiales “mucho” o “regular”, según revelan las estadísticas publicadas.
Violencia y vejaciones
Almería ha sufrido un notable incremento de los delitos de odio en 2020 a pesar de la incidencia del encierro general causado por el coronavirus. En el año 2019 se detectaron 14 casos de discriminación y en 2018 la cifra quedó en 13 hechos registrados.
Además, Interior diferencia en su estudio entre amenazas y vejaciones y los delitos de violencia física. Entre todas las tipologías que se incluyen en la definición de los delitos de odio, destacan como en años anteriores las amenazas y las lesiones, que suman un 42,1 por ciento de los incidentes de odio conocidos. En cuanto al índice de esclarecimiento, en 2020 se mantiene en un nivel elevado, el 66,2 ciento del conjunto de hechos conocidos, según detalla el Gobierno en su presentación.
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