“Si algo realmente te gusta, debes apostar por ello. Es mi filosofía”

‘Apadrinados’, esa iniciativa en la que La Voz de Almería aúna iniciativa empresarial y valores personales, volvió esta semana con Pablo Solbas, odontólogo y gerente de la clínica Solbas Dental, un centro que apenas cuenta con unos meses de vida y que es el resultado de muchos años de preparación, trabajo y exigencia. 

“Cuando me he visto capacitado ha sido cuando he decidido volar solo. Han sido meses muy duros. Sobre todo, durante el proceso previo, con muchas conversaciones, noches en vela, ansiedad… aspectos que, realmente, siguen existiendo, pero ya estoy algo más tranquilo. Somos una clínica nueva, en un barrio que está creciendo mucho como es la Vega de Acá, y tenemos mucha ilusión”, reconoce Pablo Solbas.

Experiencia

El odontólogo lleva diez años ejerciendo su profesión en diversas clínicas, algo que se suma a la preparación previa: “Cuando acabé la carrera, hice un máster de Cirugía, Implantes y Periodoncia, porque era lo que más me llamaba la atención. Estuve durante dos años yendo tres días a la semana a Madrid a hacer el máster. Se hacía duro, porque aquí trabajaba también a la vez, pero con ilusión y valentía lo saqué adelante. Al terminar, pasé unos años de transición trabajando, y luego seguí formándome en ortodoncia y estética, yendo, incluso, a Brasil a un curso de cirugía avanzada que duró una semana. Realizábamos cirugías sobre pacientes, algo inviable aquí en España en un curso de una duración extremadamente corta”.

Es aquí donde Pablo Solbas pone en valor la capacidad de saber escuchar: “En cualquier curso que he hecho he aprendido mucho porque he tenido ponentes internacionales que te aportan conocimientos que no tenías. En cada curso te vas quedando con lo mejor de cada uno y lo tratas de aplicar. Los años me han enseñado que, en esta profesión, escuchando tanto al paciente como a tus compañeros se aprende mucho”. 

Vocación

Uno de los conflictos al que muchos adolescentes se enfrentan a la hora de elegir su camino es hacerle caso al corazón o a la cabeza, que no siempre están de acuerdo. Para Pablo Solbas, “cuando no tienes uso de razón te pueden llamar muchas profesiones, pero cuando vas madurando vas viendo los caminos que realmente existen. No obstante, yo soy de la opinión de que, si a ti te gusta algo, debes apostar por ello. Esa fue mi filosofía”.

Pese a todo, el gerente de Solbas Dental reconoce que “yo de pequeño quería ser veterinario porque tuve un perro durante 16 años. He crecido con un animal en casa, y eso marca mucho. Pero, con el paso del tiempo, me llamó la atención la odontología gracias a un tío dentista que tengo. Poco a poco fui acercándome a su clínica, observando, escuchando, viendo cómo trabajaba… y me acabó contagiando ese gusanillo por la odontología”.

La pandemia

La sanidad ha sido la rama más importante durante la pandemia. Como tal, los odontólogos han vivido meses intensos: “En la época prepandemia había una agenda normal pero, tras el confinamiento, estábamos con bastante incertidumbre. No sabíamos cómo iba a reaccionar la gente, y nos hemos sorprendido. Tenemos mucho trabajo, aplicando siempre, por supuesto, todas las medidas y protocolos de seguridad y, debido a ello, la gente está respondiendo como tal”.

Pablo Solbas reconoce que “al inicio de la pandemia, desde el Consejo de Dentistas de España se nos aconsejó que atendiéramos únicamente urgencias. En todas las clínicas donde he trabajado cerraron durante esos dos meses de confinamiento que yo aproveché para leer mucho, estudiar y formarme. Cuando volvimos, se hizo con muchas ganas de seguir haciendo nuestro trabajo con ilusión”.