El Gobierno y las comunidades autónomas acordaron el miércoles, durante la Conferencia Sectorial de Educación, el mantenimiento de la mayor parte de las medidas dispuestas el pasado mes de mayo en el ámbito educativo, como la presencialidad, la obligatoriedad de mascarilla a partir de los 6 años, la creación de grupos burbuja o la posibilidad de rebajar la distancia interpersonal a 1,2 metros en escenarios de baja incidencia.
Tras el acuerdo, el consejero de Educación, Javier Imbroda, ha manifestado que Andalucía “está preparada para afrontar un curso presencial cien por cien”, con un plan que mantiene el grueso de las medidas del curso pasado para hacer de los centros educativos “los espacios más seguros” y “seguir apostando por la calidad del sistema sin dejar a ningún estudiante atrás”.
Y ha explicado que el Gobierno andaluz ha firmado con sindicatos un refuerzo extraordinario de 5.300 docentes para los centro sostenidos con fondos públicos y mantendrá igualmente el refuerzo de personal de limpieza en los centros de su titularidad, con una inversión procedente de fondos propios de más de 250 millones con los que, según la Junta los centros podrán llevar a cabo desdobles de grupos para reducir las ratios.
Pese a los acuerdos alcanzados, y al optimismo ante el nuevo curso del consejero, representantes de la comunidad educativa en Almería consultados por este diario han expresado su incertidumbre y algunas dudas respecto a las medidas anunciadas, como la reducción de la distancia de seguridad o los recortes en la contratación de profesorado de refuerzo.
“Ante todo no queremos que haya ningún recorte, y por el contrario pensamos que tiene que haber más refuerzos que los del año pasado, porque la pandemia no ha terminado y porque muchos alumnos que se han quedado atrás durante el curso pasado por la complicada situación que pasaron necesitan una ayuda adicional”.
Así resume María Gema Rodríguez, vicepresidenta de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado de la Provincia de Almería (Fapace), el punto de vista de la organización, que piensa que las familias viven con incertidumbre dos cuestiones básicas respecto al nuevo curso, la seguridad de sus hijos y la posibilidad de que haya recortes en la contratación de profesores de refuerzo.
1,2 metros… ¿por qué? La ministra de Educación y FP, Pilar Alegría, explicó el miércoles que el avance en la vacunación en jóvenes a partir de 12 años, además de permitir la máxima presencialidad, también posibilitará el mantenimiento de otra de las medidas que se acordaron en mayo: la flexibilidad de la distancia interpersonal de 1,5 metros a 1,2, medida que se podrá adoptar “en la mayor parte de las circunstancias”, siempre y cuando la situación epidemiológica lo permita, según dijo.
Sin embargo, esta reducción de la distancia no acaba de ser comprendida, ni por sindicatos ni por profesores consultados. “En realidad no sabemos por qué se ha adoptado esta medida, y si en la práctica supondrá más alumnos por clase o una reducción del profesorado de refuerzo contratado”, expone Pedro Ayala, presidente de la Asociación Andaluza de Directores y Directoras de Centros de Infantil, Primaria y Residencias Escolares (Asadipre) en Almería.
En todo caso, apunta que el anuncio de los 5.300 docentes de refuerzo en Andalucía ya supondrá una reducción respecto al curso pasado. Ayala habla también de incertidumbre en el profesorado y pide que se informe a los directores de los centros de todas las medidas a aplicar, así como del personal que van a recibir.
Y plantea también sus dudas sobre la aplicación de los protocolos en los niños menores de 12 años, los de Primaria, aún sin vacunar, sobre los que está aumentando considerablemente la incidencia y que en la mayoría de los casos no tienen síntomas. “¿Cómo vamos a aplicar los protocolos si no sabemos si tienen covid?”, se pregunta.
Por último, el sindicato UGT ha sido muy claro al considerar insuficiente el acuerdo del miércoles, pues entiende que con las medidas acordadas “no se va a poder garantizar la distancia de seguridad porque se permiten ratios muy altas, no se habilitan espacios y no se refuerzan suficientemente las plantillas docentes”, señala Iván Martínez, secretario provincial de Educación.
Martínez ve insuficiente el aumento de plantilla anunciado, pues cree que no garantizará la bajada de ratios ni el distanciamiento social. Y al igual que Fapace, cree que el alumnado ha pasado dos cursos con grandes dificultades y ahora merece aún más apoyo y acompañamiento para poder recuperar el desfase curricular.
Por la enfermería escolar También ante el inminente inicio del curso, la plataforma ‘Enfermería Escolar Ya’ de Almería volverá en próximos días a la carga para seguir reivindicando la implantación en todos los centros educativos de la figura de la enfermera escolar, a pesar de que ya sea imposible este próximo ejercicio, aunque considera que con la pandemia habría sido el mejor momento para dar este paso ya en Andalucía.
Sin embargo, el Gobierno andaluz no se plantea de momento implantar una enfermera escolar en cada uno de los centros educativos de la provincia, como reclama la plataforma, que nada tiene que ver con las enfermeras referentes covid que prestaron atención a los colegios e institutos durante el pasado curso. En este caso, fueron poco más de una treintena de enfermeras de Atención Primaria que tuvieron a su cargo el control de la pandemia en todos los centros educativos de la provincia.
La plataforma pidió a finales del curso pasado una reunión con los delegados provinciales de Educación y Salud, pero a día de hoy “ni siquiera han respondido”, dicen fuentes de la organización. Y aunque se reconozca que ya es tarde para este curso, se considera que se debe empezar a trabajar cuanto antes para que pueda ser una realidad el próximo.
Las organizaciones que componen la plataforma consideran que la enfermería escolar, en primer lugar, ofrecerá a las familias “seguridad y tranquilidad” de que sus hijos estarán bien atendidos ante cualquier problema de salud que pudiera surgir. Y añaden que los padres de alumnado con enfermedades crónicas y necesidades especiales, como los niños diabéticos, necesitan tener la certeza y la seguridad de que cuentan con los cuidados profesionales adecuados en cada momento. En tercer lugar, mantienen que el personal de enfermería escolar ofrece al profesorado asesoramiento en temas de salud y le libera del trabajo sanitario que actualmente tienen que realizar, lo que implica una sobrecarga a su labor diaria.
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