La Unidad de Delitos Económicos y Financieros (UDEF) de la Policía Nacional investiga un caso de fraude masivo en la suscripción de créditos rápidos con datos personales robados a las víctimas. La organización criminal habría utilizado documentos de identidad sustraídos para abrir cuentas bancarias de manera telemática y, a continuación, solicitar pequeños préstamos al consumo que, con la actual configuración de las operaciones on line, ni siquiera necesitan la presencia del usuario en la oficina.
El fraude deja un reguero de afectados en España e incluye a ciudadanos de la provincia de Almería que perdieron su DNI o denunciaron el robo de sus carteras y bolsos. Sus datos personales fueron suficientes para conseguir microcréditos.
La investigación, que se coordina desde Madrid y afecta a diligencias en las comisarías de varias provincias, ha desgranado un sistema sencillo para la obtención de fondos indebidos.
A saber, la organización se hacía en primer lugar con el documento de identidad. El objetivo era tener datos suficientes para suplantar a la víctima en gestiones telemáticas con las entidades financieras. Luego abrían cuentas de correo electrónico con el mismo nombre para dar imagen de veracidad y contrataban un número de teléfono con los mismos datos.
Trámites on line
En este punto, los delincuentes contaban ya con nombre completo, fecha de nacimiento, dirección, número de DNI, correo electrónico, número telefónico de contacto y dirección de facturación. Entonces, comunicaban con las entidades bancarias y pedían la apertura de una cuenta. Para poder recibir documentos de los contratos ponían una dirección de un domicilio distinto, presuntamente para facilitar la llegada de las papeles (la excusa de una segunda residencia o de un familiar).
Con este sistema, relativamente sencillo, la Policía Judicial ha confirmado la existencia de cuentas de BBVA, Ibercaja, Banco Santander o Bankia, entre otras. Las diligencias apuntan a una treintena de entidades afectadas por la organización criminal.
Para la obtención de los microcréditos se les requería aportar una factura real. Los delincuentes presentaban el gasto del teléfono móvil contratado, aunque no se descartan otras manipulaciones documentales durante el proceso.
El siguiente paso era recibir el dinero en metálico. La Policía Nacional ha identificado al menos a 13 'mulas'. Se trata de personas en situación precaria dispuestas a realizar las extracciones de dinero en los cajeros automáticos o que ponen a disposición de las bandas sus datos personales para mover el dinero, como una pantalla entre la víctima y el receptor final.
Mulas
Las mulas saben perfectamente que serán identificadas en algún momento del proceso, pero juegan con la insolvencia o la situación precaria en la que viven. En casos puntuales se ha demostrado que son también motivos de engaño.
El caso, que está todavía abierto, estalló gracias a la denuncia presentada por Creditea. La entidad, como medida de seguridad para la concesión del préstamo, exigió al interesado una fotografía tipo “selfie” en la que el cliente portara su DNI. La organización habría utilizado la imagen de las mulas para ocultar su identidad.
Las investigaciones confirman la existencia de 500 víctimas, incluidos ciudadanos almerienses. El importe total defraudado ronda el medio millón de euros y apela directamente como víctimas a las entidades financieras estafadas.
Las diligencias corresponden al Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional por delitos continuados de usurpación de estado civil, falsedad documental y estafa. La nómina de víctimas subirá en las próximas semanas, mientras la Policía Nacional sigue el rastro de la banda.
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