Mientras repasaba una por una la batería de preguntas, el humeante café hacía tiempo que se convirtió en un brebaje frío y sin brillo, pero pensar en conocer a mi interlocutor me tenía tan absorbido que la cafeína matutina quedó en segundo plano. Al cabo de un rato, en la cafetería entró un muchacho espigado y bien vestido, que amablemente se presentó como “el estudiante de la UAL que estuvo bloqueado en el aeropuerto de Kabul”. Un chico de apariencia inofensiva pero con unos ojos que contenían el fuego interior al hablar de su familia y su país.
‘Salam’, Emran (nombre usado para su seguridad), ¿podrías contarme quién eres y qué te motivó para venir a Almería?
Soy de Afganistán, concretamente de la ciudad de Kabul, la capital. Aterricé en Almería en septiembre del 2019, antes de ese año me encontraba en Nueva Delhi (India) estudiando ‘Business Administration and Management’. Se me ofreció poder hacer un programa de movilidad estudiantil y, la verdad, que las opciones eran bastante interesantes. Después de mucho pensarlo, decidí que España sería una excelente elección. Siempre he estado interesado por su historia, el clima es muy bueno y la Liga de Fútbol es algo que me apasiona.
¿Eres el primer estudiante afgano de la UAL?
Sí, en efecto, tanto yo como mi compañera Era somos los primeros estudiantes que representan a nuestros países en la Universidad de Almería. Ella es de Nepal y yo de Afganistán. Vinimos para estudiar un semestre y al final acabamos transfiriendo nuestros expedientes para estudiar de manera oficial en la UAL el Grado de Administración y Dirección de Empresas.
He oído que en Delhi están mosqueados porque sus estudiantes se vienen aquí.
¿¡En serio!? (Exclama entre risas) No se nada de eso.
¿Desde cuando no veías a tu familia?
En dos años no he podido visitar a mi familia. Todos sabemos que el COVID-19 ha puesto el mundo patas arriba y hemos tenido que adaptarnos a la situación. Cuando las cosas empezaron a relajarse, planeé ir a casa después de los exámenes, pero lamentablemente tuve que adelantar mi vuelo debido al fallecimiento de mi abuelo a principios de julio.
Lo que debía de haber sido una visita alegre se vio precipitada por una motivación trágica. Al menos pude completar todos mis exámenes de manera online desde mi casa en Kabul.
¿Cómo te has comunicado con ellos hasta ahora?
Básicamente a través de las redes sociales y Whatsapp.
¿Antes de viajar a Afganistán tenías alguna información que te hiciera sospechar que algo iba a pasar?
Para nada. Ni siquiera teníamos idea hasta un día antes de que los talibanes capturaran Kabul. Nos enteramos en el momento en que irrumpieron en la capital. El Presidente ya no se encontraba en la ciudad y, a partir de ahí, empieza el caos y el desconcierto para todos.
¿Qué información se está difundiendo ahora en Afganistán?
No es exactamente como aparece en las noticias. Desde que el Talibán tomó el poder, están mostrando una “cara amable”. Pero no dejan que las malas noticias salgan al aire. Estamos viendo imágenes de entendimiento con los Estados Unidos, las Naciones Unidas o con la gente. Pero me temo que es una cortina de humo. También es cierto que, antes de lo que ha pasado, he tenido que explicar muchas veces a mis amigos que no vivimos en medio de la guerra. Afganistán ha sido vista constantemente en los medios occidentales como si no fuera un lugar seguro.
¿Recuerdas que estabas haciendo en el momento en que Kabul es tomada?
Sólo te puedo decir que estaba andando con mi padre hacia su oficina cuando nos enteramos de todo y no recuerdo más. A partir de ese momento nos quedamos en shock y solo pensaba en lo que le pudiera pasar a mi familia. Yo al ser residente en Almería podría volver, pero mi familia no...(toma aire), lo cual podría ponerla en una situación delicada.
Imagino que has temido por ellos...
Aún tengo miedo.
¿Cómo se te ocurrió que la UAL podría ayudarte?
Para ser sincero ni siquiera se me pasó por la cabeza. Un amigo que estudia en Rumanía se vio en la misma situación que yo y me llamó de inmediato para decirme que su universidad había pedido a las Fuerzas Estadounidenses que le ayudaran a sacarlo de Afganistán y me sugirió hacer lo mismo.
Entonces llamaste a la UAL o enviaste algún correo electrónico, ¿no?
Inmediatamente contacté con Era y le pedí que escribiera a la UAL de urgencia. Con su ayuda y la del profesor Nabil Perdú, pudimos localizar el vicerrector Julián Cuevas. Imagínate cual fue mi cara cuando Era me dijo que la universidad estaba cerrada por vacaciones...Pero aún así pudimos localizar al vicerrector y a partir de ahí tuve contacto constante con él. Ha sido casi un milagro.
¿Cuánto tiempo tarda la UAL en darte una posible solución?
Desde que Era logra hablar con el vicerrector hasta que recibo una carta oficial de la universidad identificándome como estudiante y residente en Almería solo pasaron 2 horas. Ese documento me sirvió como aval en la embajada que informó de mi caso a la Unidad de Crisis. Gracias a esa carta de la UAL, el Ministerio de Asuntos Exteriores me proporcionó una invitación para entrar en el aeropuerto. (Suspira) Estoy realmente agradecido.
¿Preguntaste si podías traer a tu familia?
En la carta de invitación se me permite a mí y a mi familia venir a España. Mi hermano menor ha podido venir pero, sinceramente, cuando estuve por primera vez en el aeropuerto y vi la caótica situación...era imposible imaginar que pudiéramos conseguirlo todos juntos.
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