Detectores de humos en cada celda y videoconferencias, El Acebuche se renueva

El centro penitenciario El Acebuche desarrolla desde hace una década un proceso de transformación y modernización. No es solo la apertura de cuatro nuevos módulos en el sector oriental del recinto ni la remodelación del departamento de comunicaciones, se trata de una larga lista de pequeñas mejoras que unidas cambian la habitabilidad general de la cárcel de Almería.

Los dos próximos retos son la incorporación de detectores de humos en todas las celdas y la instalación de equipos de videoconferencia para la comunicación de los internos con sus seres queridos, según reveló Miguel Ángel de la Cruz, director de la cárcel, durante los actos conmemorativos del día de La Merced.

Las alarmas supondrán un salto para la protección de los reclusos. Hace dos semanas se produjo un incendio en el interior de una habitación y no es la primera vez. Gracias a la rápida intervención de los funcionarios, el fuego se extinguió sin daños personales.

Ahora, los detectores ofrecerán un aviso temprano para favorecer la intervención del personal y la protección de quienes pasan las noches en una celda cerrada.

También se proyecta las videoconferencias como una posibilidad en las comunicaciones, de acuerdo a los nuevos proyectos impulsados por Instituciones Penitenciarias y ya en marcha en otros centros del país.

La medida estaría conectada a la modificación del Reglamento Penitenciario y podría extenderse, por ejemplo, a las comunicaciones con los abogados o en ciertas citas administrativas. Por tanto, hay importantes esperanzas puestas en esta idea.

Además, El Acebuche se ha mostrado interesado por la posibilidad de poner en marcha en el futuro un módulo mixto (hombres y mujeres), de un modo similar al ensayado de manera pionera en la cárcel de Huelva. 

Mientras, siguen en marcha las obras para la incorporación de un anillo exterior de seguridad, una especie de pasillo para la circulación de las patrullas policiales. 

El camino ya existía, pero era poco práctico. Ahora se trabaja en la adecuación de la pista y en el vallado. De esta manera se espera paliar, entre otras cosas, los lanzamientos de drogas y teléfonos que en ocasiones se han producido en El Acebuche.