Este país insular cuyo territorio tiene forma de lágrima, ofrece un sinfín de propuestas tentadoras para los viajeros. Desde playas paradisiacas hasta ciudades sagradas, pasando por safaris y otras actividades que permiten un encuentro inolvidable con su encanto natural.
Sri Lanka es una de las mecas turísticas del continente asiático. Cada año, millones de viajeros se enamoran de sus costas, de su historia, de su gastronomía y de sus paisajes.
Aunque la naturaleza es la protagonista, su personalidad marcadamente sagrada se distingue en cada uno de sus múltiples templos y en las costumbres de sus habitantes. Todo se combina en un destino único que tiene todo preparado para un viaje de película.
Antes de ir de lleno a las recomendaciones, es importante recordar que para viajar a Sri Lanka la Autorización de Viaje Electrónica ETA será requerida a todos los viajeros y es válida para un solo ingreso. La buena noticia es que puede tramitarse en un proceso online a través de VisaTurismo.es.
Lo siguiente será trazar un mapa con sus principales intereses y preparar las maletas. A continuación, algunas de las razones por las que Sri Lanka merece ser tu próximo destino.
Conocer culturas milenarias
La influencia tamil se aprecia en cada rincón de Sri Lanka. Es la segunda etnia más mayoritaria, pero la que más ha contribuido a su patrimonio. Aun así, los cingaleses son el grupo étnico con mayor peso. Sus costumbres y curiosidades son sin duda, uno de los recuerdos más valiosos que se pueden llevar del viaje.
Bucear en Unawatuna
Estar en una de las playas más reconocidas de Sri Lanka es una invitación para los deportes acuáticos y la contemplación. El buceo es el motivo porque el que miles de viajeros llegan a estas costas, en busca de explorar la impactante vida marina.
Aquí se pueden practicar buceos de corriente, por lo cual se recomienda cierto nivel de experiencia previa. El espectáculo vale la pena: peces globo, tortugas gigantes y tiburones ballena, serán compañeros de nado.
Hacer un safari en alguno de sus 22 parques
nacionales
La riqueza natural es uno de los mejores tesoros de la Isla y a través de un safari se alcanza el contacto más cercano con la vida salvaje.
Yala, Udawalawe y Minneriya, son algunos de los parques naturales más conocidos, así como Kaudulla y Wilpattu. Cada uno tiene su punto fuerte. Quienes desean ver al elefante asiático, pueden hacerlo en Kaudulla Minniretiya y Udawalawe, mientras que es común ver leopardos en Yala y Wilpattu.
Visitar la segunda ciudad más antigua del país: Polonnaruwa
Se trata de un complejo arqueológico que alberga la esencia de la dinastía Chola. Fue la antigua capital de Sri Lanka y sede de los reyes cingaleses desde el siglo XI hasta el siglo XIII. En 1982 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Relajarse en las playas de Tangalle
Este pequeño pueblo de pescadores está bordeado por una playa de postal. Se puede alternar un relajante día de sol y arena con una visita al mercado del pueblo y un paseo hasta el templo Mulkirigala.
Tiene unas pequeñas cabañas con vista al océano ideales para pasar algunas noches inolvidables con el arrullo de las olas.
Degustar las delicias locales y probar el
verdadero curry
Al igual que el resto de la cocina asiática, la de Sri Lanka se caracteriza por la presencia de especias y un toque picante.
El Kottu, por ejemplo, es uno de los platos más conocidos de la gastronomía ceilandesa y aunque tiene distintas variedades, sus ingredientes básicos son las verduras, carne o pescado, huevos y, como si no, muchas especies. Pero lo curioso, es la forma de prepararlo, ya que se realiza una especie de ceremonia en la que se pican los ingredientes sobre una plancha caliente a toda velocidad.
También son muy recomendables las samosas, el ulundu vadai y los noodles fritos.
Ver ballenas en Mirissa
La ballena azul puede ser vista en sus costas de noviembre a abril. Estar junto a estos gigantescos cetáceos de 200 toneladas es una experiencia que vale por sí misma el viaje.
Los tours duran unas 4 horas y es común ver también cachalotes y delfines durante el paseo en barco.
Dejarse seducir por una ciudad sagrada:
Anuradhapura
Al igual que Polonnaruwa, Anuradhapura también es una de las antiguas capitales del país, y es famosa por sus ruinas y templos. Se trata de uno de los puntos clave para el budismo, está rodeada por múltiples monasterios y su excelente estado de conservación es testimonio vivo de la que fue una de las mayores civilizaciones de Asia.
Maravillarse con la Roca del León
Esta imponente formación rocosa en medio de una llanura, es el principal atractivo de Sigiriya. También fue palacio y fortificación, por lo que hoy se constituye como un Museo Arqueológico digno de ser visitado.
La subida requiere cierto esfuerzo físico, pero los paisajes y las pinturas sobre roca que se descubren en el trayecto, son parte de la recompensa.
Hacer alguna compra en el mercado de Colombo
Se trata de la actual capital de Sri Lanka y como tal, es uno de los imprescindibles del viaje. El Monumento en conmemoración a la Independencia y el Museo Nacional son dos de sus principales atractivos. Aunque para conocer la esencia de los lugareños y llevarse un bonito recuerdo, nada como el Mercado.
Esta selección es apenas un conjunto de recomendaciones de lo mucho que ofrece Sri Lanka al visitante. Seguramente, luego del viaje, serán muchas más las experiencias y lugares que el viajero pueda sumar a esta lista. La invitación está hecha.
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