El Retrovisor: Deleyto se metió a la sociedad en el bolsillo desde Michelín

Llegó en 2011 para relevar a Abelardo Cabestrero y convertirse en director de Michelín

Javier Deleyto Alcalá, durante la entrega de premios Comarca de Níjar.
Javier Deleyto Alcalá, durante la entrega de premios Comarca de Níjar. La Voz
Antonio Torres
07:00 • 04 oct. 2021

Javier Deleyto Alcalá (Gijón, 1960- Almería, 2021) llegó a Almería en 2011 para relevar a Abelardo Cabestrero y convertirse en director de Michelín en las instalaciones de Níjar, próximo a Cabo de Gata. Michelín comenzó su trayectoria en Almería el 2 de enero de 1973 y sus amplias instalaciones pertenecen a los términos municipales de Almería y Níjar. Fue una persona afable, conversador auténtico de los escuchaban, innovador, capacidad de trabajo, empatía, impulsor de la cultura provincial y comprometido con los jóvenes talentos de la Universidad de Almería (UAL) Becaba a los tres mejores expedientes de ingeniería industrial de la Universidad de Almería.



“Hacia muchas cosas más y en todo era un 10”, me explicaron desde el tanatorio los profesores e ingenieros industriales Javier Lozano y Antonio Jiménez que muestran las mismas emociones que tiene la actual directora de la Escuela Superior de Ingeniería Rosa Ayala. Destacaron el compromiso altísimo de Deleyto con la UAL, a través de becas de formación, conferencias y premios a los mejores expedientes, aportando financiación y apoyo. “Formó parte del Consejo Social de la Universidad”, precisó Javier Lozano, “y se implicó en mejorar los planes de estudio y mejorar los programas de los ingenieros industriales, una persona extraordionari, con ideas, y no lo digo ahora porque haya fallecido. Tuve la oportunidad de decírselo en persona agradeciendo en nombre de la UALsu generosidad y atenciones.



Ingeniero industrial de formación, Deleyto era del equipo de Michelín desde hace 35 años. Antes de recalar en Almería, pasó por varios centros como el de Clermont-Ferrand en Francia. La directora general María Paz Robina y el Consejo de Administración se sumaron al dolor de la familia, junto a otros compañeros desplazados desde otros puntos que se sumaron a la misa de despedida, celebrada el domingo en el Tanatorio de Almería. Fue un desfile de personalidades de Níjar, Almería y representantes de organizaciones empresariales, trabajadores y de la UAL.



Fue una persona comprometida con Almería y defensor del patrimonio arquitectónico. Dejó estela en la junta rectora del Parque Natural Cabo de Gata. Cuando restauró el cortijo que hay en el interior del complejo Michelín, nos dio una clase de botánica por su cuidado de los árboles bien cuidados de mini clima subtropical, junto al cortijo que nos lo mostró a un grupo de periodistas. No tuvo empacho en recoger y citar frases de Juan Goytisolo en relación al cortijo Rincón de Martos con vistas extraordinarias de Cabo de Gata y que fue construido para los mineros a principios del siglo XX. En la restauración del cortijo, propiedad de Michelín desde 1973,



Javier Deleyto, lo puso a disposición de visitas de técnicos o ejecutivos de grandes marcas de coches procedentes de todo el mundo. Con su magisterio, conocimiento y capacidad de comunicación, el Cortijo Rincón de Martos es sólo una de las estructuras arquitectónicas tradicionales de esta tierra que se hallan en la finca del CEMA, que comprende unas 4.500 hectáreas en pleno Parque Natural Cabo de Gata, y que han sido restauradas, en la empresa de neumáticos que no descansaba de día ni de noche y con pruebas de todo tipo de vehículos que surcan las carreteras provinciales haga frío o calor. Desde esas instalaciones se fomentaba la naturaleza, la defensa del medio ambiente y el patrimonio almeriense para el turismo en un entorno protegido, un paraíso en el Mediterráneo.



En ese acento cultural, nos encontramos con la reacción de la exdirectora hasta 2019 del Museo Arqueológico de Almería, la entrañable María Isabel Pérez Bernárdez, Beba Pérez: “No puedo creerlo. Qué tristeza. Una gran persona implicada con Almería con corazón y sabiduría, sensible a las artes, el patrimonio, al desarrollo de esta provincia desde todos los ámbitos. Creía que el desarrollo económico, empresarial iba unido al cultural y social. De verdad, que siempre lo he encontrado como un gran hombre, elegante, inteligente, educado, del que aprender y un referente siempre. Así lo veo yo. Deja un gran recuerdo en la humano, en lo personal y en lo cultural; siempre apoyando proyectos culturales, la exposición del milenio de Almería Almariyya, puerta de oriente, la exposición de ´Dioses, tumbas y gentes. Baria, ciudad fenicia y Romana´ no hubieran llegado a todos los almerienses sin su patrocinio desde Michelin”. 



Uno de los momentos de mayor tensión en el trabajo se produjo cuando hubo un accidente mortal en el que la Inspección de Trabajo sancionó a una empresa subcontratada por deficiencia en prevención de Riesgos Laborales. Vimos a Deleyto preocupado y con la capacidad de abrir una investigación desde el primer momento para esclarecer el accidente que, además del fallecido, dejó un herido grave.



Yo tampoco me lo puedo creer su desaparición. Recuerdo cuando nos invitó a un concierto de la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL), en el Maestro Padilla, junto al general Marcos Llago. Este verano nos presentó a uno de sus hijos en el centro de Almería cuando paseaban desde la casa familiar en Las Almadrabillas, o la comida que tuvimos los dos Tony García. Lo vi estupendo. Estaba con un amigo conversando sobre la personalidad del añorado Pérez Francés, uno de los ciclistas más completos y que estuvo, al menos, cuatro veces pedaleando por Almería, cuando me entró un mensaje con la repentina muerte de Javier Deleyto, director del Centro de Experiencias Michelín de Almería (CEMA) al que ha dotado de prestigio por la promoción y defensa del medio ambiente. No nos lo podíamos creer. Hasta el último instante trabajando o representando a la empresa en actos institucionales en La Legión, en los premios Nijar de LA VOZ DE ALMERÍA, en actos de ASEMPAL, organización empresarial de la que ha formado parte en el equipo que preside José Cano.


Navidad era otro de los encuentros fijos y el regalo que me hacía de la Guía Michelín o cuando compró al editor Juan Grima 20 ejemplares de nuestro libro “¡Llévame contigo, ahora o nunca!” La historia jamás contada de Bodas de sangre, para hacer regalos de empresa. Su forma de ser, la empatía, su afecto, quedará como ejemplo para una persona que no ha pasado desapercibida para la aventura de la vida y que nos ha dejado prematuramente, en plena madurez de sapiencia. Yo tampoco me lo puedo creer su desaparición. Recuerdo cuando nos invitó, junto a su esposa Ana a un concierto de la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL), en el Maestro Padilla, junto al general Marcos Llago. 


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