Una investigación de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial (UOPJ) y del servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil arrestó el pasado 21 de octubre a cuatro personas acusadas de participar en una red para el cultivo y exportación de marihuana desde la provincia de Almería.
La llamada Operación Indalo 67-Boquera supuso el mayor decomiso de cannabis realizado nunca en España con 156.300 plantas y 6.000 kilos de cogollos. Entre los detenidos se encontraba un teniente de la Comandancia de Almería, en libertad tras pagar una fianza de 30.000 euros, según acordó el Juzgado de Instrucción número Uno de Almería.
El teniente estaba acusado de presuntos delitos contra la salud pública y omisión del deber de perseguir delitos. Documentos a los ha tenido acceso LA VOZ DE ALMERÍA concretan ahora la entidad de las acusaciones. La UOPJ y Asuntos Internos acusan al teniente de “intermediar en la venta de cogollos de marihuana a dos empresas” dedicadas a la comercialización en Internet de “productos que son ilegales en España”.
Según las imputaciones, el investigado realizaba labores de mediación y, al mismo tiempo, se había asociado presuntamente con los detenidos J. y E. para gestionar la producción de cannabis bajo la etiqueta de cáñamo industrial. Estos cultivos son legales solo cuando se utilizan para la extracción de fibra (el tallo) y carecen de un THC (principio activo) superior al 0,2 por ciento. Los agricultores pueden sembrar y cultivar con estas condiciones, pero no secar o manipular los cogollos, de acuerdo a la jurisprudencia y a las alertas emitidas por la Fiscalía, la Junta de Andalucía y el Ministerio de Agricultura.
El teniente y los mencionados J. y E. habrían participado en “reuniones preparatorias para el inicio, desarrollo, corte y embalaje de cultivos de cogollos de marihuana”, según un auto judicial del 23 de octubre. El acusado E., según la investigación de la Guardia Civil, aprovechaba sus “conocimientos contables” como subdirector de una sucursal bancaria, generando incluso facturas, un elemento que será utilizado en la defensa como argumento de la transparencia en el negocio.
Sin embargo, la Policía Judicial aporta una serie de indicios que apuntan a plan para la distribución de marihuana. El 29 de junio se localizaron 120.000 plantas de marihuana en una finca agrícola en Níjar, además de 280 bolsas de cogollos secos.
Escuchas
La investigación señala al teniente como presunto colaborador y cita dos conversaciones telefónicas y de WhatsApp el 21 de octubre de 2020 y el 12 de noviembre de 2020 en las que presuntamente se aborda la gestión de un transporte de cogollos de marihuana.
El 14 de noviembre, según las diligencias consultadas por LA VOZ DE ALMERÍA, el teniente habla con el investigado E. y le remite una fotografía con cogollos verdes y marrones. “Dice que no hay que mezclar los cogollos y que, además, el cliente está contento”. El 17 de noviembre, otra conversación captada por la Guardia Civil incide en el conocimiento del negocio. Según las diligencias, el teniente le dice al acusado E.: “Échale cosa buena que si no va a devolver el producto”. Y luego le dice que “ese tío es el más gordo de España, le vende a más de 100 clientes y no podemos perderlo”.
Las pesquisas iniciadas por la Policía Judicial de la Comandancia de Almería, a la que se sumaron Asuntos Internos, apuntan a una presunta exportación de cogollos hacia Suiza y mencionan la captura de un camión con una tonelada de marihuana el 18 de octubre de 2021. Salió de la finca de uno de los detenidos, identificado como S., y tenía presuntamente su destino en Italia.
La Guardia Civil indagó sobre las relaciones del teniente con todo este sistema de producción y exportación de marihuana y aseguró que el sospechoso creó una sociedad destinada precisamente al cultivo de cáñamo industrial, “aunque se establece a un tercero como administrador”.
El teniente prestó declaración de manera voluntaria y extensa tanto en la Comandancia de Almería como en el Juzgado de Instrucción número Uno de la capital (las diligencias de origen son del Juzgado de Instrucción Dos). Negó su participación en un delito.
La producción de cáñamo creció exponencialmente durante los últimos dos años. Los invernaderos de Almería se convirtieron en un gran centro de cultivo, con una superficie declarada ante la Consejería de Agricultura de 170 hectáreas (unas 600 hectáreas en toda España).
Algunos agricultores invirtieron en estos este negocio con el objetivo de multiplicar beneficio al calor de la demanda en países como Suiza, Bélgica u Holanda.
Creación de una empresa para cáñamo
La instrucción encuentra indicios de la participación del teniente arrestado por narcotráfico en la constitución de una empresa para “la producción, compraventa, intermediación e importación de productos hortofrutícolas, cáñamo industrial y productos relacionados con la investigación científica y medicinal”. Se trata de una descripción común en las explotaciones de cáñamo industrial que se han desarticulado en los últimos meses en la provincia de Almería. El Juzgado de Instrucción número Uno cita las investigaciones de la Guardia Civil para apuntar que presuntamente trató de ocultar su participación en el negocio mediante la colocación de un tercero como administrador de la empresa. “Mecanismo indiciariamente para evitar ser vinculado con la sociedad”, señala la magistrada. Las empresas para la producción de cáñamo industrial no son necesariamente ilegales y han proliferado gracias a las posibilidades que ofrece la ley para el uso de fibras y la producción de semillas. Sin embargo, las fuerzas de seguridad y judiciales persiguen como delito contra la salud pública recoger los cogollos, secar las plantas y envasar ese producto.
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