“Llevarme bien con Operación Triunfo me ha costado mucho”

Entrevista con la cantante almeriense Enna, exconcursante del talent show

La cantante almeriense Encarna Navarro, en un primer plano captado por Juan Sánchez
La cantante almeriense Encarna Navarro, en un primer plano captado por Juan Sánchez Juan Sánchez
Antonia Sánchez Villanueva
22:47 • 07 nov. 2021

Saltó a la fama como la concursante sorda de Operación Triunfo 2006, una experiencia agriculce con la que le ha costado años reconciliarse. Casi dos décadas después, Encarna Navarro, artísticamente Enna, sigue en la brecha y ha madurado una carrera personal,  a base de mucho empeño, motivación, pero también de autofinanciación. Compone sus letras, participa en la producción, da su opinión en los arreglos musicales, concibe los videoclips y pone un toque almeriense en todo lo que hace. Sus canciones invitan al optimismo, a la superación, un mantra que le ha acompañado desde que, muy joven, le fue diagnosticada una discapacidad auditiva. Su último logro: distribuir bajo el sello de Universal Music. 



¿Qué ha representado la discapacidad en su vida, todo dificultades o ha encontrado oportunidades? 



Yo llevo audífonos desde los 18 años. La pérdida auditiva es algo hereditario pero no tenía operación. Cuando entro a la Academia de Operación Triunfo a los 22, lo sabían mis hermanos, mis padres y poco más. Me costó mucho afrontarlo porque tenía mucho pudor y mucho miedo al rechazo. Hubo de eso, pero también muchísimas cosas buenas. Yo llevo 16 años colaborando con muchísimas fundaciones y ONG, pero a la que más me debo es a la Federación Española de Padres de Niños Sordos, porque el primer bolo que hago después de Operación Triunfo es una concentración con 170 niños con problemas de audición en La Manga del Mar Menor, en la que por primera vez veo a niños recién nacidos con implantes cocleares, niños con 6 o 7 años, con su audífono y super felices. Esa noche no podía parar de llorar. Y eso te hace muy fuerte. A día de hoy sigo siendo la sorda de OT. 



¿Sigue habiendo demasiadas etiquetas negativas hacia las personas con discapacidad?



Muchísimas, es una lucha continua. En todo lo que yo pueda estar, estaré, porque es cierto que como tuve la oportunidad de salir en televisión, y sigo participando en muchos programas, soy la cara visible de todas estas personas que no pueden hablar. Nos llenamos muchísimo la boca del tema de la inclusión, pero no hacemos lo que realmente se podría hacer. Yo me he encontrado muchas puertas cerradas en lo profesional, en lo laboral, en amistad incluso. 



¿Hay algo de hipocresía?



Muchísima hipocresía. Y se cierran muchísimas puertas. Yo tengo ya muchas amistades con cualquier tipo de discapacidad, me cuentan sus cosas diarias y son tremendas. A mí la palabra discapacidad nunca me ha gustado. Yo siempre digo que somos personas con capacidades diferentes. 



Con su diferencia auditiva, ¿cómo ha podido superar las limitaciones para dedicarse a la música?

Era una cuestión de nacer para algo. Yo nací queriendo ser lo que soy hoy. Como dice mi madre, yo cantaba desde la cuna. Ha sido una lucha constante. He querido tirar la toalla muchísimas veces porque cuando salí de la academia de OT, me fui a Madrid y eso era un mundo gigante, te prometen de todo, te ponen zancadillas donde pueden. Lo mismo que te digo esto, también que conoces a gente maravillosa con la que sigo teniendo amistad. A día de hoy he seguido, cuando la mayoría de mis compañeros de OT y de otras ediciones han abandonado la música, y quizá tuvieron discos en el mercado que se los pagó Operación Triunfo. Yo no he tenido nada de eso. Lo que he tenido ha sido bajo mi financiación. Llámale fuerza interior, pero eso no significa que no sea débil. He pasado mucho para lo joven que soy, ha sido muy duro. No todo el mundo lo soportaría. 


¿De dónde nace su fuerza? 

Dicen que cuando te falta un sentido desarrollas mucho otro. Y yo creo que también va mucho en el carácter. Eso no significa que yo no tenga sensibilidad o amor propio. Me vuelco mucho más en los demás que en mí, me encanta ayudar a la gente, escucharla. Creo que con eso se nace. 


¿Cómo de difícil es triunfar en el espectáculo?

Muy complicado. Es una ruleta. Y aquí no hablamos de mejores y peores voces. 


¿Qué influye entonces?

Influyen mucho los padrinos, la financiación que tengas, el estar el día, a la hora, en el lugar adecuado y con la persona adecuada. Hoy le das una patada a una piedra y todos cantamos. A mí me tocó la quinta edición de OT, ya se habían hecho cuatro. Aquí tuvieron suerte los de OT uno, porque era un fenómeno. Después ya nos cansamos un poco. Sí, es muy complicado. A día de hoy, en mi caso, no se puede vivir de esto. Pero el orgullo personal que tengo es tremendo. Cuando saco mi primer disco en 2010, el single se llamaba Muñeco de cristal y lo compongo yo, la letra habla de las personas con discapacidad, porque somos muñecos de cristal, frágiles [tararea] no me hables de batallas con derrotas, no me hables de esta vida tan idiota que si quieres ver ahora, siéntate y escúchame. Yo he pasado un casting de 25 mil personas donde llegué al jurado a Málaga y me lo quité [el audífono], y dije ‘aunque tenga esto puedo cantar’. Ilusiones falsas no quiero. Ya lo he dicho en muchos medios, me fui a Málaga en un autobús con dos amigas y en mi familia todos estaban en contra, por el temor a que me hicieran daño, pero yo necesitaba saber si valía. 




¿Y la respuesta cuál fue? 

Fue mañana nos vemos. Pasé el siguiente casting y logré entrar en la academia. Entonces creí mucho en mí misma y le abrí los ojos a mi familia y a mucha gente que no había confiado en mí y en lo que a mí me gustaba. 


¿De qué sirven estos talent show, qué ofrecen a los talentos? 

Nada. No ofrecen absolutamente nada. Ahí me mojo. Me llamaron para ir a La Voz. Otro programa no, por la mala experiencia tan grande que yo tuve. Que también con los años he sabido sacarle el lado bueno. No creo en fórmulas mágicas, esto es todo muy efímero. La verdad es que después no he tenido la fuerza de ver ningún talent. Yo creo que no benefician a los artistas. Tenemos mucho más potencial, pero van a sacar lo que les interesa del artista. Pero a lo mejor el artista es otro que ellos no han querido ver, tienes que cantar el estilo que te impongan. Yo entré a OT cantando flamenco, pero cuando me vio Mainat, me dijo “qué hago yo con una rubia de ojos claros cantando flamenco, no te pega nada”. Y me dijo de broma “vamos a hacer la nueva Paulina Rubio, vas a cantar pop rock y vas a entrar a la academia”. Ya antes de entrar me decían por dónde me iban a encaminar. 


¿Fue Operación Triunfo una experiencia que no repetiría? 

No, para nada, porque fue un golpe muy duro. Nadie al margen de mi familia sabía lo mío y tenía que contarlo por primera vez ante unas personas que no había visto en mi vida. Fueron tres meses desde que hago mi primer casting hasta que termino el último y me dicen que soy una de las aspirantes. Me dan once días para que haga una maleta y vaya a Barcelona a entrar en la Academia y pongo la televisión y ya se están haciendo debates sobre si esta chica debería entrar o no. Hicieron también un reportaje con imágenes mías de los casting y consultando a un otorrino si lo mío puede ser realmente verdad. La revista Pronto sacó una foto mía: “una chica con problemas auditivos aspira a ser concursante”. Yo ya era muy conocida antes de entrar a la academia. Lo que no me esperaba es salir la primera. Con los años tengo mucho que agradecerle a OT, porque gracias a eso se me conoce. Me ha costado mucho llevarme bien con Operación Triunfo y me sorprendió que en el 20 aniversario hayan querido contar conmigo. En la pandemia hice varias entrevistas, donde ya mostré mi arrepentimiento. Al fin y al cabo el agua vuelve a su cauce. Yo lo pasé muy mal, pero quizá eso me ha ayudado a ser tan fuerte. 


¿El tiempo pone las cosas en su sitio?

Sí, la verdad es que sí. La pandemia me hizo volver a escribir. La canción que he sacado, que se ha quedado Universal, se titula Fuerte y es mi historia. 


¿Es su propia experiencia?

Sí, hasta ahora no lo quería decir, pero es un homenaje que me he hecho a mi misma. Es un mensaje de aliento para todas las personas que padezcan mi discapacidad o cualquiera. Has aprendido a ser fuerte, quien ama sufre y quien sufre lucha. Ya no te pueden parar. Algo muy fuerte está a punto de empezar [tararea]. Con la pandemia hay quienes han perdido su negocio, familia. Hay que aprender a ser fuerte. De lo malo, sacar siempre lo mejor. 


Sus videoclip están rodados en Almería, ¿por qué ha querido mostrarla así? 

Me llaman desde Cuba, de Colombia, de Miami, para decirme que en qué parte de Estados Unidos he grabado el tema de la montaña, parece Arizona. ¿Por qué es tan desconocida Almería? El primer video que rodé en Almería, Oye mi corazón, se rueda en Puerta Purchena, Paseo, la Rambla, Cable Inglés, el centro. Como estamos tan acostumbrados, no lo vemos. Tengo muchas ganas de hacerlo en Roquetas porque mis padres han nacido ahí. Estoy súper orgullosa de mostrar mi tierra. Si vieras los mensajes que me llegan de qué bonita es Almería… Es un orgullo tremendo. 




¿Es complicado seguir una carrera artística en una provincia tan mal comunicada?

Yo te puedo decir que este verano me he hecho una de kilómetros... Cuando vives en Madrid tienes AVE o avión o conexiones directas, pero para ir a Toledo, a la TV de Castilla La Mancha, ¿cómo voy? ¿me voy a Madrid en avión para luego bajar una hora y media en coche? Sí, es un handicap tremendo. Yo, por ejemplo, he cogido un AVE en Madrid y he estado por la mañana en Barcelona y por la noche he actuado en Madrid. 


¿Qué sueño tiene a corto plazo? 

Bueno, yo siempre he dicho que para mí cantar no es un sueño, es una necesidad. En la pandemia escribí tres temas. Los tres están grabados, pero se ha masterizado uno y se rodó el videoclip de uno. Ahora mismo mi necesidad es esa, seguir promocionando Fuerte, porque para mí, que llevo tantísimos años, que Universal me diga enhorabuena y firme un contrato de distribución, es un orgullo. Ahora mismo las discográficas están pasando un mal momento y están dando carta de libertad a muchísimos artistas, se quedan con los ya consagrados, como David Bisbal, Raphael, Antonio Orozco, Luis Fonsi,... Entonces, lo único que me pueden ofrecer es distribuirlo a todas las plataformas, pero estar bajo el sello de Universal Music, no es lo mismo que estar en un sello independiente. Si hasta aquí llega mi carrera, con eso ya me quedo. El que la sigue, la consigue. 


Ya que cita a Bisbal, ¿cuál cree que es la clave de su éxito?

David es algo especial, en todos los sentidos. En lo personal y en lo profesional. Entra por los ojos, tiene carisma. Tuvo la suerte de estar en OT 1 y luego ha tenido un gran padrino como fue Kike Santander. Lo que te comentaba antes de estar el día, a la hora, en el lugar exacto y con la persona adecuada. Pero David también tenía mucho que aportar. El resto de concursantes no tenían lo que tenía David. Y he de confesar que yo era de Chenoa hasta la médula. 


¿Hay algo de lo que se haya arrepentido? 

De ser tan inocente. Si hubiera tenido otro tipo de picardía o de mente más fría... 


¿Y merece la pena?

Para mi no, he perdido muchas oportunidades porque ha habido personajes con los que he tenido una conexión, pero al final no vas a ser Encarna, la cantante. Bueno, la verdad es que no he parado de trabajar en la música. He vivido experiencias emocionantes pero he querido siempre que se me reconozca por quien yo soy y por el trabajo que tantísimo me cuesta porque, en mi caso, las pruebas de sonido son diferentes, solamente oigo los graves, grabo descalza para sentir el temblor del suelo porque me guío con la resonancia. Cuando hago un concierto tengo que decirle que la batería me la baje, si tengo un piano o un instrumento que tenga agudos, lo subo porque no lo oigo. A lo mejor piensan que eres muy exigente. Pero no se trata de ir contándole a toda la gente que tienes un problema. 



Como mujer artista, ¿ha encontrado situaciones de insinuación o acoso, como las que denuncian desde el movimiento MeToo? ¿eso existe? 

Sí, eso existe. Y me siento orgullosa de no haber caído. Pero sé que hay mucha gente que cae. Solo te puedo decir que las reuniones me gusta tenerlas en el despacho, no en el restaurante. Yo misma me he cerrado cosas. Ya te he dicho que cuando te falta un sentido, se desarrolla otro. Pero he visto muchos compañeros y compañeras llorar, porque pasa también a los chicos. 


¿Este mundillo del espectáculo tiene traiciones?

Se promete mucho trabajo, y tú confías en la buena fe y en que te están llamando de un sitio importante, cómo va a ser mentira y cuando quieren prescindir de ti, prescinden sin decirte nada. 


Muchas zancadillas, vaya. 

Sí. Y me he sentido utilizada en muchísimas ocasiones, de poner en conexión con un contacto mío que les ha interesado y luego a mí me han dado la patada. Pero bueno, este es el día a día y la lucha continúa. 


¿Qué le gustaría ver cambiar? 

Volvemos a las capacidades diferentes. Me gustaría que la gente abriera un poco más los ojos, que hubiera más investigaciones, más profesionales, más inclusion. Tengo ganas de llegar a un banco un día y encontrarme, por ejemplo, a alguien con síndrome de Down atendiendo. Si dan trabajo, es un trabajo donde la persona o no se ve o no tiene un cargo y pueden tener cargos importantes porque yo trabajo con ellos, y me dejan sorprendida. 


Y, sin embargo, nadie está libre de una discapacidad. 

Absolutamente nadie. Porque yo nací con audición cien por cien. Y como dice el otorrino en el reportaje de OT, esta niña canta de memoria porque cuando era pequeña cantaba antes de perder la audición. Se lo debo a mucha gente, me lo debo a mí porque sé lo que me ha costado. Se lo debo a toda esta gente que quiero que vean mi ejemplo. Llámenme masoca, me da vidilla, capacidad de superación. Como me dice alguna gente, eres un ejemplo de superación, pues sí, me encanta que me digan esa frase. 


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