Gómez Cantero: “Sostener económicamente la Diócesis no es nada fácil”

Carta del obispo, Antonio Gómez Cantero, apelando a la trasparencia que debe la Iglesia

Gómez Cantero, el día de su toma de posesión. Al fondo, Adolfo González Montes.
Gómez Cantero, el día de su toma de posesión. Al fondo, Adolfo González Montes.
Álvaro Hernández
18:03 • 10 nov. 2021 / actualizado a las 20:42 • 10 nov. 2021

"Debemos ser muy transparentes". Así de tajante se muestra el obispo coadjutor de la Diócesis de Almería, Antonio Gómez Cantero, en su más reciente carta a la Iglesia almeriense, una misiva en la que el prelado alude en varias ocasiones a esa trasparencia que, según sus propias palabras, "es una obligación de justicia social". Todo ello, para recordarle a los almerienses que tienen derecho a saber cómo están las cuentas de su Iglesia. 



"Sostener económicamente la Diócesis, o las parroquias, o las distintas asociaciones de la Iglesia no es nada fácil", reconoce el obispo en su carta, "sin la aportación de todos los que nos llamamos católicos". Esa aportación, explica el propio Gómez Cantero en la carta dirigida a los almerienses para animar a donar a la Iglesia en la famosa 'x' de la Declaración de la Renta y, de paso, hacer pública la cuenta de resultados de la Diócesis correspondiente al pasado 2020.



En cualquier caso, Gómez Cantero aprovecha sus líneas para recordar que donar implica ciertos derechos para el que abre su bolsillo. "Todos los fieles deben saber a dónde va su donativo y en qué y cómo se gasta. Además de la institución diocesana, todas las parroquias, movimientos, hermandades, asociaciones y grupos católicos debemos ser muy trasparentes en la utilización de nuestros bienes y recursos, pues es un derecho de los donantes. La constitución de los «consejos de economía» en nuestros grupos y parroquias no es un buen deseo democrático, sino un mandato del derecho canónico" explica el obispo.



Es más, ante la delicada situación económica de la Diócesis de Almería, el obispo lanza un mensaje entre líneas que deja poco lugar a las dudas: las cuentas de la Diócesis requieren un diagnóstico y el trabajo de toda la comunidad para llevar a cabo un plan económico sostenible. O, en sus propias palabras, "cada año que pasa, cada día, igual que cualquier familia, debemos realizar un adecuado diagnóstico de la situación económica que la diócesis vive. Entre todos, debemos trazar un conveniente plan de actuación para poderlo llevar a cabo. Y, finalmente, revisar el plan y adoptar medidas correctoras, buscando la simplicidad y austeridad de la Iglesia naciente".



Y, todo ello, apelando al sentido de familia, de comunidad, de la Iglesia. Pero, al mismo tiempo, apelando a ese sentido crítico que debe tener el donante: "no debemos olvidar que la Iglesia es nuestra y por eso la tenemos que mantener y también evaluar. Allí donde entregues tu donativo, antes de hacerlo reflexiona: demanda claridad en todas las cuentas, exige un consejo de economía trasparente, (lo ganado con el sudor de nuestro trabajo es sagrado) y valora las necesidades. Una vez que hayas despejado la x y sepas el valor de lo que te juegas, actúa en consecuencia", plantea Gómez Cantero.



Además, Gómez Cantero recuerda que "seremos más libres si podemos autofinanciarnos, sin que nadie nos tenga que echar nada en cara".



Los datos



Junto a la carta, se presentan datos de la Diócesis que van mucho más allá de lo económico. Más allá de los ingresos y gastos de la Iglesia de Almería en 2020 (en un perfecto balance según el cuál entraron y salieron 7.758.477,65 euros de las arcas diocesanas), el balance 'religioso' cuenta que, en 2020 se llevaron a cabo un total de 1.866 bautizos y 3.667 primeras comuniones.


Esos dos datos chocan con un notable descenso de los siguientes sacramentos: tan solo 196 confirmaciones y apenas 140 matrimonios por lo religioso en el año 2020. 


Todo ello, con la imprescindible asistencia de los 129 sacerdotes de la Diócesis de Almería, que trabajan en un total de 216 parroquias junto a más de 1.000 catequistas y un total de 234 religiosas y religiosos.


En conjunto, una familia eclesiástica que va más allá de las cifras económicas y que, en cualquier caso, responden al mandato episcopal: trasparencia.




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