Crece el número de menores en situación de pobreza familiar en Almería

Las situaciones más graves se sufren en los asentamientos del Poniente o el Levante

Voluntarios de Cruz Roja atienden a los menores en un asentamiento de Níjar.
Voluntarios de Cruz Roja atienden a los menores en un asentamiento de Níjar. La Voz
Miguel Delgado Cerero
11:08 • 19 nov. 2021

La pobreza infantil es una realidad que afecta a nuestra sociedad. Convivimos con la crudeza de esta realidad en nuestro país y, por supuesto, también en términos locales si hablamos de Almería. Afecta a un perfil muy variado de familias que, acechados por la pandemia o no, en muchas ocasiones no cuentan con los recursos más básicos para su día a día.



Un ejemplo claro es la alimentación, pero también lo son la vestimenta o infinidad de comodidades que nos rodea y de la que no somos conscientes. No hay ninguna duda de que el contexto pandémico en el que nos encontramos, desde hace casi dos años, ha aumentado la vulnerabilidad de quienes ya lo eran, tristemente, desde nacimiento. Pero las raíces de este problema también ha afectado a familias con recursos económicos que perdieron con la llegada del confinamiento. Y que se han visto en serias dificultades para garantizarles un futuro lleno de prosperidad a sus hijos e hijas.






Dada esta situación, no deja de ser admirable que haya personas dispuestas a mejorar la vida de otras muchas. Unas con mayores necesidades y otras con algunas cubiertas. Por eso, son muchos los proyectos que Cruz Roja y Cáritas comparten para ofrecer un porvenir floreciente a los más pequeños, que en definitiva son los exculpados de toda adversidad. Las situaciones más graves se sufren en los asentamientos, según reconocen Cruz Roja y Cáritas. Cuyos principales focos de atención se encuentran localizados en las comarcas almerienses como el Poniente, Levante o el campo de Níjar. En cuyos proyectos, no sólo centrados en la infancia, extienden sus recursos en un entorno fuertemente marcado por la marginación y las condiciones tercermundistas a los que se enfrentan estas personas. Aquí, la labor de los voluntarios se centra en “ofrecer el apoyo escolar que necesitan los menores, hacemos entrega de prestaciones de material escolar, pero también hacemos actividades de juegos y dinamización para los niños que están aislados del resto de la sociedad”. Intentar cifrar el número de menores que son atendidos a lo largo de un determinado periodo de tiempo supone una dificultad para estas organizaciones. En el caso de Cáritas, más de 300 niños de nuestra provincia son atendidos a través de sus proyectos. Pero ¿son estas las cifras de pobreza infantil? “Ni mucho menos, sabemos que hay otras muchas familias que tienen otras necesidades y están atendidas por otros proyectos”, señalan desde el área de infantil de la organización diocesana. Durante el año 2020, Cruz Roja atendió a 219 jóvenes extranjeros extutelados en su proceso de emancipación y han apoyado a 117 en su desarrollo hacia el éxito escolar. 






Mientras salimos del embrollo sanitario internacional, hay familias donde “la precariedad está muy asentada porque el trabajo les pagan en negro y tampoco hay forma de demostrar que se está trabajando”, un proceso que dificulta extremadamente el objetivo de paliar su situación ahora que se vuelve a normalizar la vida. Y cuando podemos volver a hablar de futuro.





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