La madre del incendio de El Alquián pidió a un amigo que le comprara gasolina

Ahmad Autara, su marido, ha declarado este sábado ante la Policía Judicial de Almería

La puerta de la casa de los fallecidos fue precintada por la Policía.
La puerta de la casa de los fallecidos fue precintada por la Policía. La Voz
Miguel Cabrera
14:18 • 20 nov. 2021 / actualizado a las 14:19 • 20 nov. 2021

Ahmad Autara, marido de Habiba Autara, de 33 años, y padre de los niños Ismael y Ahmad, de 11 y cuatro años, respectivamente, fallecidos la noche del pasado martes en un incendio en El Alquián, ha prestado declaración la mañana de este sábado ante agentes de la Policía Judicial encargados de la investigación del caso, en la Comisaría de Almería. La declaración se ha extendido por unas dos horas y media, desde las 10,00 a las 12,30 horas.



Ahmad, camionero de profesión y originario de Costa de Marfil, al igual que Habiba, llegó la noche de este viernes a Almería desde Alemania conduciendo el camión de su empresa, con el que se encontraba en el país germano cuando conoció el fallecimiento de su mujer y sus dos hijos. Han sido por tanto casi tres días de viaje, debido a que ha tenido que descansar obligatoriamente las horas estipuladas. De ahí a que su declaración se haya retrasado hasta este sábado.





Amadou Autara (aunque la familia le llama Ahmad), de 43 años, no se ha visto de momento con fuerzas para hablar sobre lo sucedido con los medios de comunicación, aunque este periódico ha podido saber que en su declaración ante la Policía ha manifestado detalles relevantes que irían en la línea de la principal hipótesis de los investigadores.





Gasolina Por ejemplo, ha declarado que un amigo le llamó desde Almería cuando él ya se encontraba de viaje en el extranjero para decirle que su mujer, Habiba, le había pedido que le comprara gasolina. El amigo se dirigió a él para que le aclarara si quería gasoil o gasolina. Ahmed le respondió que no necesitaba combustible de ningún tipo, y que no se lo comprase a su mujer, porque él siempre llenaba el depósito del coche en la gasolinera, como todo el mundo.






Ahmad ha aclarado que no dio importancia entonces a esta petición porque su mujer solía comprar muchas cosas que él consideraba innecesarias cuando tenía dinero.


También ha confirmado a los agentes que Habiba se encontraba en tratamiento médico por problemas de salud mental, no mediante pastillas sino a través de inyecciones, aunque ha reconocido que a ella le costaba mucho mantener este tratamiento y solía dejar de inyectarse por las reacciones que provocaba en su cuerpo.


Como ya ha informado este diario, familiares de Habiba han informado anteriormente de estos problemas, por los que había llegado a ser ingresada años atrás en el Hospital de la Cruz Roja de Almería, cuando en este centro se encontraba la Unidad de Salud Mental de Torrecárdenas.


Última llamada

Autara ha dicho a la Policía que la última vez que habló por teléfono con su mujer fue “el domingo o el lunes” anterior a la muerte, y que no había percibido en ella nada anormal que le hiciese temer que podría llegar a atentar contra su vida y la de sus hijos.


Tras prestar declaración, el marido y padre de los fallecidos se ha dirigido a la casa de un familiar, puesto que aunque podría haber vuelto a su domicilio de El Alquián ha preferido no hacerlo, y a día de hoy no sabe dónde va a vivir a partir de ahora.


Ahmad y toda su familia, también alguna de su mujer que se ha trasladado a Almería, están aún a la espera de que se le entreguen los cuerpos de los fallecidos. Para ello habrá que esperar a la autorización judicial y al resultado de las muestras de ADN que la Policía Científica le  ha tomado este sábado.


Entierro en España

Los familiares esperan que estos trámites puedan resolverse pronto para dar sepultura a los cuerpos. En principio, se ha decidido que sean enterrados en España, probablemente en los cementerios de El Alquián o La Cañada. Aunque se había barajado la posibilidad de que fueran inhumados en un cementerio musulmán, el hecho de que Habiba se hubiera convertido al cristianismo recientemente ha podido ser fundamental para la decisión adoptada.


Los investigadores de la Policía trabajan sobre la hipótesis principal de que Habiba habría sido la responsable de su muerte y de la de sus dos hijos. El incendio en el que murieron afectó solo a la habitación en la que se encontraban los tres, en un ático del calle Euro de El Alquián. La apertura de la puerta del dormitorio estaba obstaculizada por una cama. El incendio se produjo pasadas las 12 de la noche del martes.


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