El Lugarico: Con Ramón en el kiosco Amalia

“Juanma Moreno ha señalado al alcalde para llevárselo a Sevilla”

El alcalde de Almería y el periodista.
El alcalde de Almería y el periodista. La Voz
Francisco Giménez-Alemán
07:00 • 27 nov. 2021

Debemos darle valor al nombramiento de Ramón Fernández-Pacheco Monterreal, alcalde de Almería, como nuevo portavoz del PP de Andalucía porque sus intervenciones serán escuchadas en toda España a través de los medios de comunicación y se escucharán con acento almeriense. “Anda, Ramoncico, vamos a tomarnos unas cañas y un chérigan y si caen cuatro gotas comemos migas con tos sus avíos”. 



El acento del habla almeriense es tan peculiar y tan distinto al de las otras siete provincias andaluzas que puede ser reconocido en un guirigay de voces por la apertura de las vocales y el recorte de las terminaciones plurales. Así es como habla nuestro Alcalde, como habla Carmen, su madre, como hablaban su abuelo Rafael y su bisabuela Adela a los que tanto traté en tiempos de Maricastaña. Pues ese acento tan entrañable será escuchado por doquier cuando Ramón se dirija a la prensa, a la radio y a la televisión para informar de lo que acontece en el Partido Popular de Andalucía ante una batería de micrófonos que recogen hasta el resuello. No es casual que Juanma Moreno se haya fijado en el más joven de los alcaldes de su partido para designarlo portavoz y, por tanto –he ahí su responsabilidad-, en intérprete del codicilo y la exégesis de las políticas por las que el PP navega o aventure navegar. Ramón ha acreditado desde la presidencia del Ayuntamiento de Almería que merece el premio al pico de oro, pero tiene otra virtud su oratoria: la de la prudencia y la contención para no meter la pata, desliz tan frecuente en los políticos afectados de incontinencia verbal. 



Conocí personalmente a Ramón Fernández-Pacheco hace un par de años cuando ambos fuimos invitados a participar en el programa “Ser andaluces” que dirige Fernando Pérez Monguió. A la hora de quedar para las fotografías Ramón me citó en el kiosco Amalia; no en su despacho oficial ni en un hotel de ringo rango: en el kiosco de toda la vida que tiene patentado el americano para el mundo mundial y donde las gentes sencillas de Almería que acuden a la Puerta de Purchena charlan, ligan o rematan un trato como antiguamente se hacía en el café Español. Fue ese día cuando el Alcalde me explicó su teoría del Modelo Almería: “ese modelo lejos del subsidio, ese modelo de buscarse la vida, de invertir, de ser valiente, de emprender, que siempre ha caracterizado a esta tierra; que ese modelo se extienda a toda Andalucía”, como se han extendido por media España los cultivos de invernadero cuyo origen está aquí mismo gracias al ingenio y el trabajo de nuestras gentes.



Comprendí entonces, y he revalidado luego esta premonición, que Almería tiene por fin un político de futuro, un muchacho de 37 años, un zagalón sin complejos nacido cuando la Democracia echaba a andar en España y crecido y educado en los valores que ahora intenta disolver el peor de los gobiernos que hemos padecido desde Amilcar Barca. Esta generación, a la que pertenece Ramón, es la que está tomando el relevo en la política española y, como digo, es gente sin complejos que en mangas de camisa se sacude toda la caspa de sus antecesores, gerifaltes, mandamases y rompetechos que de un lado y otro nos han conducido a una situación en la que gobierna un felón como no se conocía desde Fernando VII. 



A muchos nos parece muy claro que Moreno Bonilla ha señalado a Fernández-Pacheco pensando en él para futuras empresas de mayor envergadura. Creo que será muy bueno para Almería que un próximo Gobierno de la Junta de Andalucía tenga entre sus consejeros a este joven vecino de la Puerta de Purchena, hombre de su tiempo y padre de familia, pero a nuestra ciudad no le vendría nada bien que cuando está cuajando un gran gestor en la Alcaldía venga la conveniencia y la estrategia políticas a ponerle despacho en Sevilla. Si, si, ya sé: a cuarenta minutos en avión, ¡pero tan lejos de la Plaza Vieja! Es la clásica sensación agridulce, bueno y malo a la vez para los intereses de Almería. No deja de ser una mera conjetura por mi parte, pero si a todo ello le unimos el presentimiento de que las elecciones andaluzas pueden estar al caer, podríamos completar el casi inmediato futuro que le esperaría a nuestro buen Alcalde.



Y es que en política no ocurren las cosas por casualidad. Bien al contrario, detrás de cada decisión suele haber una cierta planificación para prever el porvenir de los partidos y de sus cargos de responsabilidad. Esto no se enseña en la Universidad, sino que lo dicta la experiencia de más de cincuenta años como profesional del Periodismo en los que he podido intuir qué había detrás de cada gesto de los que nos gobiernan. Por tanto, a Ramón Fernández-Pacheco Monterreal cabría aplicarle la sabia reflexión de Baltasar Gracián: “Es una gran habilidad saber cómo guiar tu suerte incluso mientras la esperas”





Temas relacionados

para ti

en destaque