Abiba Autara, de 33 años, y sus hijos Ismael y Ahmad, de 11 y cuatro, respectivamente, han recibido sepultura la mañana de este sábado en el cementerio de El Alquián, 11 días después de su fallecimiento en un incendio el pasado 16 de noviembre en la calle Euro de esta barriada de la capital almeriense.
Al entierro ha asistido el marido y padre de los fallecidos, Ahmad Autara -natural de Costa de Marfil, al igual que su mujer-, acompañado de un grupo de apenas 40 familiares y amigos. Un párroco católico de Ghana ha oficiado una breve ceremonia religiosa antes de que operarios municipales introdujeran los tres ataúdes en los nichos del camposanto.
Los asistentes han despedido con cánticos fúnebres africanos a sus seres queridos, y se han sucedido gestos de dolor y llantos, especialmente entre amigos de la mujer fallecida. Algunos de los presentes han grabado con sus teléfonos móviles el entierro de las tres víctimas.
La familia ha decidido finalmente enterrar los tres cuerpos en el cementerio de El Alquián, tras barajar la posibilidad de que fueran enviados a Costa de Marfil, o inhumados en algún camposanto musulmán de otra provincia.
Convertida al cristianismo
Finalmente, teniendo en cuenta el estado de los cuerpos a consecuencia del fuego, el traslado a su país era inviable. Abiba Autara se había convertido recientemente al cristianismo, por lo que sus familiares han optado por el entierro en el barrio donde vivía desde hacía más de 10 años con su familia y donde nació su hijo pequeño.
Los cuerpos fueron entregados por orden judicial a la familia este mismo viernes, y especialmente por decisión de Ahmad Autara no se ha querido esperar un día más para darles sepultura.
Con ello no se ha aceptado la ayuda que había ofrecido el Ayuntamiento, pero que necesitaba de algunos días más para resolver trámites burocráticos. Por ello el entierro ha sido sufragado por la familia, aunque ha contado con la ayuda de la Asociación de Inmigrantes de Costa de Marfil en Almería (AICA), cuyo presidente, Adama Sangare, es además primo de Ahmad Autara, quien también ha asistido al funeral.
Responsable
Los investigadores de la Policía trabajan sobre la hipótesis principal de que Abiba habría sido la responsable de su muerte y de sus dos hijos.
El incendio en el que murieron afectó solo a la habitación en la que se encontraban los tres, en un ático del calle Euro de El Alquián. La apertura de la puerta del dormitorio estaba obstaculizada por una cama. El fuego se inició pasadas las 12 de la noche del martes 16 de noviembre. Ese día, Ahmad Autara, camionero de profesión, se encontraba en Alemania con su vehículo, con el que llegó tres días después a Almería.
Ahmad Autara declaró ante la Policía que un amigo le había llamado a Alemania diciéndole que su mujer le había pedido que le comprara gasolina, aunque no lo hizo. Él no le dio importancia porque “ella solía comprar “muchas cosas inncesarias”.Familiares de los niños decían este sábado que todo apunta a que Abiba había conseguido finalmente comprar el combustible por sus medios.
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