Alojamientos rurales llenos en el puente de la Constitución

Almería es una de las provincias con mayor ocupación del país en turismo rural

La Posada del Candil, en Serón, uno de los establecimientos más buscados
La Posada del Candil, en Serón, uno de los establecimientos más buscados La Voz
Antonio Fernández
07:00 • 04 dic. 2021

Frío en la montaña, una casa o un hotel rural, la chimenea encendida, luces suaves, la mantita para los pies y una copa caliente en las manos. Sería una radiografía de la escapada perfecta para estos cinco días festivos que proporciona el puente de la Constitución y la Inmaculada.



Un escenario que responde en buena medida a la oferta de turismo rural que presenta la provincia de Almería donde, en los últimos años, se ha incrementado en un 40 por ciento la oferta de este tipo de alojamiento que, además, ha ido ganando en calidad de los establecimientos y sus servicios.



A mediados de esta semana las reservas eran ya suficientes para ocupar prácticamente el cien por cien de las plazas de alojamiento en los establecimientos del turismo rural. Muy difícil a partir de ese momento encontrar una habitación o un apartamento libre al que acudir.



Ganas de viajar
Según gestores de este tipo de establecimientos, como los de la Posada del Candil en Serón o el ‘Picachico’ en Laroya, su modelo de negocio está en línea con la demanda de muchos turistas que, desde que se levantaran las restricciones provocadas por la pandemia del coronavirus, han vuelto sus ojos a un tipo de turismo más natural, más alejado de las masificaciones y con un marcado carácter familiar.



Más del 87 por ciento de los alojamientos rurales de la provincia colgaron ya hace varios días el cartel de completo. Muchos de los empresarios de este sector han recurrido a establecer algunas condiciones para realizar las reservas, entre ellas la de un mínimo de tres días. Es el caso de la posada del Candil, que reservaba a partir de tres días para una mejor gestión de sus alojamientos.



Españoles
Ni siquiera los últimos datos, que apuntan a una nueva oleada del coronavirus, o el temor a la expansión de la nueva variante, la ‘ómicron’ han frenado ese ansia por tomarse unos días de asueto aprovechando las festividades que llegan en diciembre.



Eso sí, prácticamente la totalidad de los clientes de los establecimientos de la provincia son españoles, ya que el turismo internacional se mueve aún con muchos recelos ante la proliferación de nuevos casos de Covid en sus países y las restricciones que está provocando.



Ha ayudado el hecho de que finalmente no se haya concretado la amenaza de exigencia del llamado ‘pasaporte Covid’ en el caso de Andalucía, lo que ha animado a muchos turistas a hacer las maletas y buscar el sosiego de las comarcas del interior de la provincia.


Puente ‘largo’
La ‘feliz’ coincidencia de que el puente de la Constitución y la Inmaculada abarque en esta ocasión cinco días ha sido la mejor receta contra la pereza de ponerse en marcha en una época de frío y con amenazas de borrascas que según las previsiones afectarán sobre todo a la mitad norte del país.


Según señalan los principales portales de reservas dedicados especialmente al turismo rural esa circunstancia ha hecho que el interés de los viajeros, y en especialmente el número de reservas formalizadas se haya incrementado en cerca del treinta por ciento con respecto a otros puentes con menos jornadas.


Fechas de llegada
Más de dos tercios de las reservas realizadas en los establecimientos almerienses tenían como fechas de entradas la tarde-noche de ayer viernes y la jornada de hoy sábado y la mayoría permanecerán en los establecimientos hasta el próximo martes o la mañana del miércoles, cuando emprenderán el viaje de regreso.


Más difícil lo tienen aquellos que hayan decidido esperar a última hora para realizar sus reservas porque, aunque es una práctica muy extendida entre los turistas españoles, se están encontrando con serias dificultades para encontrar plazas en la provincia.


La gerente de la Posada del Candil señala que la única forma de atender esas demandas es coincidir con alguna cancelación de plazas ya reservadas. Ante esa dificultad, un buen número de establecimientos o de casas rurales abren para la ocasión una lista de espera para el caso de que se produzcan cancelaciones.


Al tratarse de un puente prácticamente invernal, las preferencias de los visitantes apuntan a unas jornadas de ocio tranquilo, con visitas a las localidades o enclaves de los municipios del entorno, la utilización de spás o balnearios, allí donde estén disponibles, o el disfrute de la cultura y de la gastronomía local. El resto del tiempo, descanso, relajación y tranquilidad.


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