La pandemia reduce en 8,2 puntos el desempleo juvenil en Almería

Una de las mayores preocupaciones de la sociedad de nuestro país es la referida a la tasa de paro. Así lo recoge el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) a través de las preguntas formuladas en los barómetros que se vienen realizando desde la década de los 80. El paro ocupa la primera posición con una ventaja de casi 30 puntos sobre el segundo problema, que está ocupado por los problemas de índole económica, la sanidad, la corrupción y el fraude y el mal comportamiento de la clase política en general.

La última Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística registró unos datos positivos durante el pasado mes de noviembre,  haciendo caer el desempleo en 74.381 personas en el ámbito nacional. El descenso también tuvo repercusiones positivas en Andalucía, donde más de 9.000 personas encontraron empleo durante el pasado mes de noviembre. Los datos porcentuales andaluces se traducen en una bajada del 1,13 por ciento, la mitad que la bajada del paro a nivel nacional, que se situó en el 2,28 por ciento. Entre las provincias que lideran la bajada en el número de parados se encuentra Almería en tercera posición con un 2,43 por ciento de bajada. A pesar de ello, uno de los factores a tener en cuenta de la última EPA es el paro juvenil, es decir, las personas desempleadas menores de 30 años, que por diversas causas no encuentran un hueco en un mercado laboral caracterizado, principalmente, por la falta de flexibilidad que tiene y por la demanda de experiencia al nuevo trabajador.

Según las cifras de desempleo, la provincia de Almería registra una tasa de paro del 27,8 por ciento en el grupo de edad comprendido entre los 16 y los 29 años. Cifras mucho más alentadoras que las de provincias cercanas como Granada, donde la tasa de paro juvenil se eleva hasta el 36,6 por ciento o, en el caso de la provincia de Jaén, donde los registros son del 34,2 por ciento, superando los datos almerienses en un 6,4 puntos de diferencia.

Pero ser mujer y joven se trata de una desventaja en los datos, puesto que la tasa de paro sitúa a las mujeres en una situación más desfavorable que los varones. En Almería, la tasa de paro en mujeres jóvenes supera el 30 por ciento y se sitúa 5,2 puntos por delante del desempleo masculino.

Para Antonio Valdivieso, secretario provincial de CCOO en Almería, los datos son fruto de una falta de políticas de empleo juvenil dirigido a aquellas personas que cuentan con una cualificación profesional. “Cuando se ofertan puestos de trabajo, las personas que no cuentan con alguna preparación tienen muy difícil incorporarse al mercado laboral, lo cual va generando un tapón de personas que tienen muy difícil la posibilidad de acceso al mercado”, señala Valdivieso. Sin embargo, no podemos olvidar que la situación sociosanitaria generada por la Covid-19 ha afectado de manera directa a los jóvenes. Y, aunque estemos en un periodo de recuperación económica, para Carmen Vidal, de UGT en Almería, “muchos jóvenes cuentan con empleos precarios en el sector servicios” y además espera que “el nuevo Plan de Empleo, dotado con cerca de 5.000 millones de euros” ofrezca “cambios en el modelo productivo”.

Para CSIF, “la falta de experiencia y la falta de formación específica que los introduzca en el mercado laboral” es un claro factor que juega en contra de las personas jóvenes.

La situación actual de generación de empleo ofrece un horizonte poco esperanzador a las personas más jóvenes, quienes tienen que contar con el contexto de “sostenimiento” que protagoniza actualmente el mercado laboral, es decir, no se generan beneficios, ni nuevas aportaciones a empleos nuevos” según apunta Juan Fernández, presidente de CSIF Almería. A pesar de ello, la situación laboral en los jóvenes previa al estallido de la pandemia era más elevada, el paro juvenil se encontraba disparado al 36 por ciento en menores de 30 años en Almería.