El aumento de precio por el uso de agua desalada no llegará al recibo en 2022

El presupuesto para el año 2022 volverá a contar, al menos así lo tiene previsto el equipo de Gobierno municipal, con una partida económica que se destinará a sufragar los gastos del incremento de producción de agua desalada. 

Así lo explica la concejal de Sostenibilidad Ambiental, Margarita Cobos, quien deja claro que esta decisión evitará que suba el recibo el próximo año más allá el “incremento del IPC, tal y como se hace con todas las concesiones administrativas, y que se aprobará cuando corresponda” pero no ese incremento del 20 por ciento que estaba previsto que llegara a partir del 31 de diciembre de este año y que se pagará vía presupuestos.

Esto lo explica la edil después de que la Junta de Gobierno Local de 29 de noviembre diera el visto bueno a la desestimación de la modificación del contrato que tiene el Ayuntamiento de Almería con la concesionaria del servicio municipal de abastecimiento y saneamiento, Aqualia, para actualizar la tarifa por el incremento de uso de agua desalada.

Según afirma Cobos, “se ha encontrado una fórmula dentro del contrato que existe actualmente para que, de forma mucho más rápida y sin tener que realizar todo el procedimiento de modificación contractual” y para que esto sea operativo, se ha desestimado el procedimiento que había sido elegido inicialmente.

Informes
Para llegar a la solución “más viable” se han tenido que realizar “varios análisis pormenorizados del contrato” que han dado sus resultados. Hay que tener en cuenta que ese contrato es el mismo que ha permitido que desde el 25 de septiembre esté en funcionamiento ya un tercer bastidor de la desaladora que comparten los regantes de CGUAL y los ciudadanos almerienses.

Precisamente en este mes de diciembre, temporada en la que los regantes no necesitan abastecimiento extraordinario de agua desalada, “toda la producción  que genera el tercer bastidor, se está distribuyendo en la red de abastecimiento de la ciudad. Cumplimos así con lo previsto en el acuerdo, se les vende agua a los regantes según su necesidad, y el sobrante se utiliza para abastecer a la ciudad”, explica.

Además, hay que tener en cuenta que este agua “se paga según consumo”, es decir, los regantes pagan lo que usan y la ciudad la que utiliza ella.

Estudios
Mientras parece garantizado que no habrá subida del agua a pesar del incremento del número de bastidores en marcha, se sigue trabajando en otro de los puntos complejos que tiene esta decisión: los problemas con parte de los regantes por el sistema de extracción a través de pozos y la posibilidad de que esté perjudicando al acuífero del Andarax.

Con respecto al estudio prometido para un posible cambio en los sondeos y pasar de los verticales existentes en la actualidad a horizontales, considerando que afectarían menos al acuífero, la concejal de Sostenibilidad Ambiental asegura que “la empresa concesionaria del servicio, que además gestiona otras desaladoras con este sistema de extracción de agua, está elaborando el informe” y la expectativa es que esté terminado antes de final de año. 

De este informe depende que se apueste por un posible cambio que puede beneficiar a ambas partes, o que se abogue por mantener los pozos. Y es que, recuerda Cobos que, actualmente, no cuentan con ningún tipo de inconveniente para seguir trabajando con el sistema de extracción de agua actual.

Sea como sea, lo cierto es que el estudio está en ejecución y mientras, el tercer bastidor ya está dando agua a la ciudad y a los regantes por el mismo precio del recibo, aunque el coste exista y se cubra a través de los presupuestos.