Eran las 8.50 horas. La calle Almanzor estaba ‘tomada’ por la policía y la prensa cuando la ‘jefa’ de la Alcazaba, Eloísa Cabrera, se bajaba del coche oficial para revisar los últimos detalles del debut oficial del monumento ante los andaluces. Un par de minutos pasaron hasta que llegó ella, la anfitriona del evento. La sevillana con mayor acento almeriense, Patricia del Pozo, prefirió eso del ‘antes muerta que sencilla’ y se colocó los tacones a pesar de conocer las inclinadas y pedregosas cuestas de este bien patrimonial. No sé si después se arrepentiría, solo sé que servidora con calzado cómodo y de planta baja aún se duele de alguna piedrecita del camino. Eso sí, no fue la única que eligió tacones y alguno se torció en las rampas.
Pero lo cierto es que Del Pozo llamó la atención no tanto por el calzado sino por convertirse en el centro de la fiesta previa al Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía. Ella recibió al alcalde, Ramón Fernández-Pacheco; al presidente de la Diputación Provincial, Javier Aureliano García; al subdelegado de Gobierno, Manuel de la Fuente; a la delegada de Gobierno, Maribel Sánchez, y uno a uno a los consejeros. A todos los recogió a las puertas del coche oficial, salvo a Juan Bravo que llegó a pie, calle Almanzor arriba y mochila a la espalda, será por ese convencimiento que tienen de ahorrar los encargados de Hacienda.
Para todos hubo una muestra de cariño, pero nada más girarse se ponía a hablarles de su libro. Que si “mira los jardines que bonitos han quedado”, que si “ya verás lo bien que está la muralla restaurada”… su tema.
Por turnos
El séquito que llegó desde San Telmo era muy amplio ya que cada consejero lleva consigo a su equipo, así que, para evitar aglomeraciones subió la primera tanda del Ejecutivo andaluz hasta la Ermita de San Juan.
A los pies de la Alcazaba siguió Del Pozo y la representación almeriense que acogió con los brazos abiertos a la presidenta del Parlamento andaluz, Marta Bosquet, que también jugaba en casa. Tras ella llegó el vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Juan Marín. Se acercó sonriente, habló con el alcalde de las intervenciones que bien temprano habían tenido en las radios con las que despertamos cada día y nada hacía pensar que sería el protagonista del susto de la jornada, aunque de eso hablamos después.
Llegó el consejero de Educación, Javier Imbroda, y la comidilla era dónde estaban Elías Bendodo, consejero de Presidencia, y la almeriense del equipo, Carmen Crespo. Bendodo fue el único al que no le recibió la consejera de Cultura. A él lo abrazó Juan Marín entre bromas sobre su ‘puntualidad’.
Nada se sabía de Crespo cuando nos mandaron a esperar al presidente de la Junta, Juanma Moreno, junto a la Puerta de la Justicia para el primer posado oficial, luego vimos que llegó de escudera del máximo representante de la administración autonómica.
Recorrido
Tocaba recorrer el primer recinto de la Alcazaba. Desde lejos miraba el revuelo que generaban el presidente andaluz y toda la comitiva uno de los gatos que viven en el monumento. Este minino negro no quitó sus ojos claros del evento en toda la mañana, será por eso de guardar su casa porque allí había mucho ‘extraño’.
El paseo lo llenaron las explicaciones de Del Pozo y Cabrera sobre las obras realizadas aunque al llegar junto a la ‘ventana’ que permite ver La Hoya desde la muralla, el alcalde les quitó la palabra para contarle al presidente que ya están ‘liados’ con las obras para convertir esa zona en unos jardines. Otro que vendió su libro.
También lo intentó el subdelegado de Gobierno que entre conversaciones colaba la importancia del trabajo que hace el CSIC con las gacelas en la misma Hoya y puso sobre la mesa la necesidad de un posible traslado a un sitio más amplio.
Tras tomar aliento, para algunos las cuestas de la Alcazaba parecían la subida a Calar Alto, llegó el turno de la foto de familia. Primero solo el equipo, después con los representantes institucionales, que si cambios de posición... Hechas ya las fotos de rigor, llegó la dispersión. Juan Bravo miraba con curiosidad la cartelería del yacimiento, otros hablaban de lo bonito que es el monumento y también los hubo que estaban a sus cosas de consejero, que no son pocas.
Entraron en la Ermita de San Juan y se suponía que en un ratillo nos llamarían para hacer las fotos de rigor y mientras, había tiempo de un café en el tercer recinto. La espera se alargaba y no fue hasta media hora después cuando supimos que Juan Marín había dado el susto del día al tener un desvanecimiento justo antes de empezar. Hubo que llevarlo al hospital a comprobar que todo estaba bien.
Marín, que no iba a quedarse a la comida posterior porque tenía que volver a Sevilla, tuvo que quedarse en observación. Seguro que era el último sitio que esperaba visitar en Almería, él es más de recorrer la naturaleza de Cabo de Gata.
Juego de Tronos
A pesar del susto, el Consejo de Gobierno siguió adelante pendiente de su evolución. Al acabar llegaba el presidente andaluz, Juanma Moreno y su escudera, Carmen Crespo, al patio de armas del tercer recinto de la Alcazaba.
Desde allí, desde la zona cristiana, la mejor conservada, llegaría la imagen del monumento a toda Andalucía a través de la retransmisión de la intervención. Apenas llevaba un rato hablando Moreno cuando en las redes hubo quien dijo que parecía una rueda de prensa propia de ‘Juego de Tronos’. No andaba desencaminado el autor del tuit porque, aunque el rodaje se hizo en la Casa del Alcaide, en ese escenario estuvieron las tres reinas de la serie.
Será por eso o porque no conocían el monumento, el motivo por el que durante toda la jornadas se realizaron más fotos de móviles que de cámaras. Eran muchos los colaboradores que decidieron aprovechar ‘el decorado’ del Consejo de Gobierno para un selfie, una foto de grupo o para capturar las vistas de la bahía. Si además de inversiones esta reunión trae turismo gracias a esas fotos o al boca a boca de los presentes, bienvenido sea.
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