Adiós a los cables colgantes de las fachadas de calle Mariana y Juez

Las obras en el entorno de Plaza Vieja, las que comprenden la Plaza de la Administración Vieja, calle Mariana y calle Juez, durarán hasta finales del próximo mes de marzo . Y es que la empresa adjudicataria de los trabajos, Hormacesa, que inicialmente tendría que finalizar el 31 de este mes, ha solicitado una prórroga al Ayuntamiento de la capital de 44 días que Urbanismo va a conceder.

Muchos son los condicionantes con los que se ha encontrado la empresa a la hora de la realización de los trabajos, y así se lo ha justificado en el informe presentado ante Urbanismo a mediados de diciembre en el que ha solicitado la prórroga, siendo uno de los principales motivos una petición realizada por parte del Ayuntamiento después de haber firmado el contrato: la petición de soterrar las actuales líneas aéreas de servicios públicos (telefonía, baja tensión, alumbrado público) que discurren por las fachadas de las edificaciones de ambas calles.

Ciertamente esta petición supone una importante mejora del aspecto de estas calles, eliminando así contaminación visual en la zona, pero que suponen el tener que incluir canalizaciones en vacío para los futuros  servicios municipales y esto ha supuesto una inversión de ocho días más de trabajo de lo previsto.

Más allá de esta mejora del proyecto inicial realizada a petición municipal, lo cierto es que son muchas las dificultades que, según el informe presentado por parte de Hormacesa ante el Ayuntamiento, se han ido encontrando a lo largo del camino.

Incidencias
Así, a principios del mes de noviembre mientras se realizaba la demolición y posterior excavación del muro de la plaza frente al edificio de Hacienda, apareció un cable de media tensión sin la señalización y los revestimientos adecuados, “provocando un cortocircuito con explosión que provocó un apagón en la zona durante varias horas”.

Y es que aseguran que “no existe una información completa y certera sobre el inventario de redes existentes que discurren por el ámbito del proyecto” además de asegurar que “las redes encontradas, lejos de presentar una trayectoria lógica que discurra de forma paralela a la edificación de la vía, presentan una trayectoria aleatoria que no concuerda con el desarrollo urbanístico actual, y, por tanto, no ha sido posible predecir a priori su recorrido”, algo que ha supuesto retrasos de hasta ocho días. 

Otra complicación se corresponde con el “estado precario de los servicios” con redes muy superficiales y sin la señalización adecuada. Redes que, en muchos casos, ha tenido que cambiar la concesionaria del servicio y que ha supuesto un retraso de unos cinco días, según la empresa.

Se han tenido que identificar servicios porque no se distinguían si eran de electricidad o de saneamiento, lo que acumula 8 días de retraso más en sus cuentas. Y por último, la principal causa del retraso producido en la obra ha sido, desde el punto de vista de la dirección de obra, “la aparición de un suministro de media tensión sin ningún tipo de señalización, muy superficial, en un estado de deterioro muy importante y con un trazado desconocido incluso por la propia compañía suministradora”.

Sumando todos los problemas que cuenta la dirección de obra, el Ayuntamiento ha abogado por dar esa prórroga y considera que, a pesar de todo, “los trabajos van a buen ritmo teniendo en cuenta todos los inconvenientes que se han ido encontrando”, asegura Ana Martínez Labella, concejal de Urbanismo e Infraestructuras. De hecho, hace apenas un par de días la edil realizaba, junto al equipo del área, una visita al desarrollo de los trabajos para comprobar ‘in situ’ el ritmo que se estaba siguiendo y la situación es de “satisfacción” a pesar de todo. Esperan que todo esté listo para el próximo mes de marzo.