¿Cómo elegir la mejor tarjeta de crédito?

Este sistema de pago es el más utilizado detrás del dinero en efectivo

Tarjetas de crédito frente a tarjetas de débito.
Tarjetas de crédito frente a tarjetas de débito. La Voz
Pablo Poza
14:00 • 26 ene. 2022 / actualizado a las 14:02 • 26 ene. 2022

No existe una mejor tarjeta de crédito o débito que sea universal, sino que su elección está muy determinada por el uso que se le vaya a dar, las necesidades de cada consumidor y las promociones o productos que comercialice cada entidad financiera.



Para elegir una buena tarjeta, lo primero que hay que tener en cuenta es el propio concepto de tarjeta como producto financiero. Se trata de un instrumento que autoriza al titular a realizar pagos en comercios adheridos al sistema.



En la actualidad, este sistema de pago es el más utilizado detrás del dinero en efectivo y su éxito se debe a que la red de establecimientos, negocios y entidades que permiten su uso es extensísima, ofreciendo a los usuarios la posibilidad de realizar transacciones de todo tipo sin llevar dinero encima. A su vez, la mayoría de tarjetas permiten extraer dinero en efectivo desde los cajeros automáticos.



Tarjetas de crédito frente a tarjetas de débito



Los tipos de tarjetas más comunes son las de débito y las de crédito. Las primeras ofrecen la posibilidad de operar con ellas y hacer uso de los fondos depositados en las cuentas corrientes asociadas, lo que implica hacer pagos y que estos se carguen de manera inmediata a esas cuentas.



El límite de uso está marcado por el saldo disponible y por lo general tienen un límite máximo diario de retirada de efectivo. En las tarjetas de crédito el funcionamiento es distinto, pues es la entidad la que concede esos fondos hasta un máximo permitido. Cada vez que se ejecuta una operación, este costo es anotado en una cuenta de crédito diferente a la cuenta corriente y en un tiempo determinado por la entidad, se cargan esos fondos a la cuenta corriente del titular.



Los clientes tienen en su tarjeta un límite máximo de crédito que no pueden superar y que está fijado por su nivel de ingresos y la solvencia crediticia. La forma de pago más habitual de este crédito es a fin de mes sin intereses, pero también se puede aplazar esta obligación más tiempo a costa de abonar más dinero en concepto de intereses.



Cuando los intereses alcanzan un nivel que puede ser considerado como usurario, que es lo que ha ocurrido con las tarjetas revolving en los últimos años, se pueden iniciar procesos de reclamación a las entidades que lleguen incluso a instancias judiciales.


Tarjetas prepago, híbridas y virtuales

Otras opciones cada vez más comunes son las tarjetas de prepago, las híbridas y las virtuales. Las primeras funcionan como una tarjeta de débito habitual, o incluso como una de crédito, pero su uso está vinculado exclusivamente al saldo cargado en la tarjeta, algo que decide voluntariamente el titular.


Las híbridas son en realidad tarjetas de crédito que se pueden usar como las de débito, con las mismas comisiones y requisitos que estas. Es una buena opción para personas que solo utilizan la tarjeta de débito para sacar dinero en efectivo del cajero pero hacen uso de la tarjeta de crédito para las compras.


La última opción son las tarjetas virtuales, que no tienen un formato físico pero que actúan como tarjetas prepago. No se pueden pasar por los lectores de las tiendas físicas, pero sí pueden ser vinculadas a plataformas de pago insertadas en los dispositivos móviles. A su vez, no están vinculadas directamente a los productos financieros, sino únicamente a los fondos que el titular libremente decida cargar.


Cuidado con el cobro de comisiones

Todas estas tarjetas conllevan comisiones, salvo algunas excepciones. Los productos financieros, sea cual sea su tipología, permiten a las entidades ganar dinero por el cobro de mantenimiento, emisión y renovación, exceso en los gastos, reclamaciones de entidades deudoras y un amplio espectro de conceptos que hay que tener en cuenta a la hora de contratarlos.


En www.blogtarjetas.es, los usuarios pueden encontrar toda la información sobre tarjetas de crédito, débito, virtuales, etc. Por lo general, las entidades tienden a premiar a los nuevos clientes para ganar cuota de mercado, y ofrecen condiciones ventajosas a varios sectores de la población: los menores de 35 años, por ejemplo, pagan menos comisiones; a su vez, si se contratan más productos financieros con la misma entidad, también hay ventajas en el uso de fondos y en el menor cobro de comisiones.


Todos estos aspectos, sin olvidar las posibilidades de uso en el extranjero, son imprescindibles para seleccionar cuál es el mejor producto financiero. Hoy en día es prácticamente imposible operar con dinero sin estar en posesión de una tarjeta de crédito, por lo que el objetivo deseado en contratar aquel producto que sea más ventajoso para el titular.


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