En un intento por hacer una radiografía al sector de la investigación en nuestro país y cuál es la fotografía en la provincia de Almería, el primer concepto con el que topamos es la financiación, principal eje que vertebra este ejercicio sistemático que tiene como objetivo aumentar el acervo de conocimientos. En el horizonte, una nueva Ley de Ciencia que plantea eliminar trabas burocráticas y estabilizar contratos que se encuentran rozando la precariedad entre quienes, con un currículum muy por encima de la media, optan a un escaso número de plazas dedicadas a la investigación en el marco de una universidad pública. Es la queja más extendida en el mundo de la ciencia.
España se sitúa a la cola del territorio europeo en cuanto a la inversión en I+D, actualmente sólo se dedica el 1,4 de su PIB según datos de Eurostat. En Almería, muchas son las personas que deciden dedicar su vida a la investigación y pocos los que logran una oportunidad. María de los Ángeles Moreno, de Partaloa, y Alfonso Heredia, de Tabernas, son dos estudiantes postgrados que han conseguido abrir la primera puerta y comenzar su andadura en la investigación.
Los dos se formaron en la Universidad de Almería y actualmente se encuentran lejos de sus hogares para estar cerca de sus sueños. Ella está en Évora, Portugal, y él en París, Francia. Ambos han encontrado su ocasión gracias a las ‘Ayudas Margarita Salas’ que ofrece el Ministerio de Universidades para la recualificación del personal docente e investigador.
Proyectos
Mari Ángeles, tuvo claro lo que quería ser y fruto de su esfuerzo consiguió graduarse como ingeniera técnica agrícola y poco después comenzó a integrarse en los grupos de investigación de la UAL sobre ingeniería rural bajo la dirección del profesor Diego Luis Valera. “Desde que empecé nos dedicamos al control climático en el interior de invernaderos, aunque en los últimos ensayos nos estamos centrando más en el ahorro energético. Intentar por todos los medios modificar las condiciones interiores de los invernaderos para adaptarla a las necesidades que tiene el cultivo con la menor energía posible. En mi caso, todo esto lo estoy relacionando con la actividad fotosintética de los principales cultivos de la provincia: calabacín, tomate y pimiento”, señala Moreno.
En el caso de Alfonso, historiador, también tuvo claro a qué quería invertir su periodo de formación, comenzó a participar en grupos de investigación bajo la dirección de Francisco Andújar Castillo y ahora participa desde Francia ampliando su primera investigación sobre la corrupción monárquica en el Antiguo Régimen. “Pretendo continuar esa línea de investigación a través del siglo XVII y que nos permita indagar en otros personajes como son los comerciantes franceses para conocer de qué modo estos lograron incrustarse en un mercado que estaba reservado para los castellanos”, explica Heredia, quien acude a trabajar con grupos de investigación franceses de París que ha trabajan estas dinámicas comerciales.
Internacionalización
Curricularmente, salir fuera de España para encontrar un sitio en la investigación es necesario para continuar en la carrera académica y generar nuevas sinergias. Heredia, que ha colaborado en diversos proyectos junto a profesores de La Sorbona, ha destacado la importancia de la internacionalización de los trabajos porque “contribuye a que las investigaciones se den a conocer en la comunidad universitaria de otras regiones del mundo y atraer a investigadores a la Universidad de Almería para que se enriquezca la oferta que podemos ofrecer”, explica Alfonso.
Sin embargo, durante este proceso también aparecen las dificultades. Ambos almerienses coinciden en señalar que la carrera de investigador está marcada por los obstáculos, “todos sabemos que no es sencillo porque a nadie de quienes terminaron el doctorado les ofrecieron unas ayudas de este tipo, en este caso me siento un poco privilegiada por adquirir unos conocimientos que allí no serían los mismos: el entorno, las personas con las que trabajo. No se me ocurre mejor opción en este momento a pesar de la dureza. Yo animo a quien me pueda leer porque todo esto es muy bonito”, indica Mari Ángeles.
Ser joven y buscar la estabilidad no es una conquista fácil. Si bien no es imposible, las opciones con las que se cuentan no son suficientes para alcanzar un empleo estable. En un sector precarizado a nivel nacional como es la ciencia y la investigación, buscar la seguridad y la solidez supone un reto para quienes deciden dedicarse a ella.
En muchas ocasiones, los salarios se ven reducidos considerablemente a causa de los precios que los alquileres tienen en la actualidad. Muchos son los estudiantes postgrados que tienen que invertir casi el 50 por ciento de su salario para poder contar con una vivienda en el extranjero. A lo que hay que sumar los gastos relacionados con hacer una vida fuera donde el poder adquisitivo es mayor. Los jóvenes que deciden dar el salto en el ámbito de la investigación para buscar una oportunidad fuera de nuestras fronteras, esperan encontrar las opciones que se merecen para dignificar su empleo y sus vidas.
La nueva Ley de Ciencia, que aprobará el Consejo de Ministros en las próximas semanas, incluirá el derecho a indemnización para los investigadores predoctorales y postdoctorales con contrato en vigor, ha anunciado este viernes la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant.
Un paso adelante que viene a mejorar la situación de muchos investigadores que hasta ahora se veían abocados al paro tras la finalización de las escasas oportunidades a las que tienen acceso por la propia dificultad en el contexto del sector.
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