Así vive la comunidad ucraniana en Almería el conflicto bélico con Rusia

A casi 4.000 kilómetros de casa, con un idioma totalmente distinto y sin saber exactamente qué pasa allí porque la desinformación es otra arma más de esta guerra: así vive la comunidad ucraniana en Almería el conflicto que su país mantiene con Rusia, con la atenta mirada de todo el mundo puesta sobre una tensión insólita en el siglo XXI.

“Realmente el conflicto empezó en 2014 y llevamos ya ocho años con una guerra convencional”, explica a LA VOZ Oksana Melnyk, profesora de inglés en Almería.

La propia Oksana sabe bien cuáles son las más dolorosas consecuencias de esta guerra: la situación entre Ucrania y Rusia no es solo tensa, sino que existe una lucha armada que se llegó a llevar la vida de uno de sus familiares más cercanos, un primo cuyos restos mortales desaparecieron.

“Lo que quieren vender como una guerra civil no lo es: es un intento de ellos para que los demás países vean que tenemos un conflicto interno, pero no es verdad; el ejército ruso está ahí, los tanques, las tropas… Llevamos así con muchas víctimas y muchos muertos”, detalla esta ciudadana.

Oksana advierte de una de las consecuencias de este conflicto (antes de que puedan participar en él terceros países): “Ucrania es la panera de Europa, es el mayor importador de cereales a Europa y no solo eso, también estratégicamente une Europa y Asia. Tener a Ucrania en una situación difícil también afecta directamente a los precios, a la economía, a cada ciudadano español que vaya a comprar una barra de pan: los precios van a subir”.

Y en Almería, una amplia comunidad vive la situación con preocupación: “Tenemos una comunidad ucraniana en Almería. La gente que vive aquí intentamos juntarnos en la iglesia, en las misas de los domingos y después de cada misa tenemos una parte de la misa para rezar por la paz de Ucrania y por la situación allí”, explica.

De hecho, Oksana destaca “la importancia del rol de padre Vasyl para nuestra comunidad ya que gracias a él podemos juntarnos y mantener nuestras tradiciones y costumbres. Sin él no seria lo mismo, nos da mucho apoyo y mucha fe”.

Mientras tanto, la comunidad ucraniana en Almería sigue viviendo con incertidumbre lo que sucede a 4.000 kilómetros de su país, amenazado por la presión del gigante ruso.