Llegaba casi de los primeros. Paco López Ramón, presidente de la Asociación Cultural de la Vega de Almería, se colocaba frente a la que fue la casa de su hermana hasta que en 2004 tuvieron que abandonarla para la construcción del Parque del Andarax. Miraba atento cómo la pala iba demoliendo las paredes, las vigas, los pilares… Se le acumulaban los recuerdos vividos en ella y en toda la zona en la que se había criado en el ya desaparecido cortijo que fue su hogar.
A pesar de la nostalgia, Paco estaba contento, ilusionado. Allí, sobre ese suelo familiar comenzaba a ver la luz el proyecto sobre el que lleva 17 años trabajando, la llegada del Museo de la Vega que ya estaba incluido dentro del famoso ‘Anillo Museístico’ de Miguel Cazorla, y que contará cómo “se vivía en la Vega de Almería, como la ciudad y la vega eran complementarias”. Será el museo de sus recuerdos y el de muchos almerienses que van a ver así como su forma de vida “quedará para siempre”.
Y es que a primera hora de este martes, 1 de marzo, comenzaba la primera fase de las obras que permitirán la construcción del Museo de la Vega con la demolición de la vivienda unifamiliar que se encuentra dentro del Parque del Andarax. Una vivienda que inicialmente iba a ser la sede de este espacio cultural pero que se descartó después de que un estudio geotécnico mostrara que la inversión necesaria para esta reconversión era imposible, por lo que se decidió tirarla abajo y utilizar esta parcela para el mismo uso. Eso sí, ha sido necesario reubicar y trasladar algunos árboles que había en esta zona.
Una vez que el edificio se haya demolido en su totalidad, calculan que puede estar todo listo en algo más de una semana, comenzará el tiempo de levantar el nuevo proyecto diseñado por Luis Castillo para el Ayuntamiento de Almería y que se construirá gracias a los fondos europeos de la Estrategia DUSI solicitados por la Diputación Provincial para actuar en el Bajo Andarax. Unas obras que ejecuta Albaida, que costarán 1,3 millones de euros que pagará Europa en un 80% y la institución provincial en un 20%, y que deben estar concluidos antes de diciembre de 2023, aunque la intención de la constructora es que esté culminado en 18 meses.
Visita
Acudían a visitar los trabajos en tanto el vicepresidente de la Diputación Provincial, Ángel Escobar, como la concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Ana Martínez Labella. Explicaba esta última la importancia de haber llegado a la meta con un proyecto que se ha ido dilatando en el tiempo pero que finalmente “cumple con un compromiso del Ayuntamiento con los vegueros para poner en valor lo que durante muchos años ha sido la tradición almeriense”.
Por su parte, Ángel Escobar mostraba no sólo la importancia del inicio de estos trabajos sino de los “más de 19 proyectos que a través de la Estrategia DUSI se están realizando en Almería, Huércal de Almería y Viator con los que se pretende conseguir organizar un entramado de obras y servicios que van a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”.
¿Cómo será el museo?
Tendrá entrada desde la calle Jaúl y contará, además de un espacio de porche a la entrada, de una zona de despachos y administración, tres zonas de exposición y un espacio de usos múltiples.
La museografía que dará contenido a estos espacios se dividirá en cinco partes diferenciadas. La primera de ellas, la que da la bienvenida a los visitantes, se llamará ‘Los Colores de la Vega’ y utilizando un poema de Juan Ramón Jiménez dar entrada al museo mostrando imágenes de la Vega de principios de siglo, esa dominada por la agricultura de subsistencia; de los años 50 y el comienzo de los invernaderos, y otra más actual.
La segunda parte recoge el paisaje del Bajo Andarax haciendo un recorrido por la geología, morfología y formación de la Vega. En él se puede ver cómo nace el Delta del Andarax con apoyo humano así como un video del poder del agua y una maqueta táctil de la Vega y del Andarax.
La siguiente zona se denomina como Cortijo de la Vega: Forma de Vida. En este espacio se podrá contemplar una maqueta de un cortijo tradicional sin el techo para poder ver cómo era por dentro, el interior del mismo.
Se hace hincapié en esta distribución en la cocina como elemento que estructura toda la vida familiar. Todo gira entorno a una mesa de camilla sobre la que se pondrá una campana sonora con conversaciones que, inicialmente está previsto que se graben con los miembros de la asociación de la Vega para que al sentarse en ella comiencen a escucharse las conversaciones de entonces. Además, se expondrá una colección de elementos basados en las colecciones de vecinos y vegueros.
Otra parte que se puede ver de la casa es la zona más íntima, la del dormitorio con la máquina de coser, el gramófono y los aperos de limpieza: una palangana y una jarra.
La cuarta zona está reservada a las formas de trabajo que van desde un mural con actividades del campo, un expositor con arados, horcas y otros utensilios agrícolas; y un espacio sobre los animales en el cortijo, desde un interactivo con los sonidos a elementos que se usaban.
Cierra el museo la parte correspondiente al porche en el que se expondrán carros tanto para burros como bueyes, y un gráfico sobre cómo se usaban. Además de contar la relación de la Vega y la ciudad.
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