Tres experiencias para desmontar prejuicios sobre mujer y deporte

Cualquier encuentro donde se produzcan experiencias vitales acompañadas de un aprendizaje, y por tanto, de una enseñanza es digno de oír para una futura reflexión llena de empatía. Así ha comenzado esta semana tan primordial, trascendental y fundamental de la mano del grupo de comunicación almeriense, La Voz de Almería y Cadena ser, acompañado de la Diputación de Almería, con la presencia de tres mujeres referentes en el mundo deportivo: la periodista deportiva de RTVE, Paloma del Río; la ex gimnasta olímpica y actriz reciente, Almudena Cid; y la centrocampista del Atlético de Madrid Femenino y de la Selección Española Femenina de Fútbol, Virginia Torrecilla. (enlace PODCAST Ser Almeria)

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, este encuentro se ha organizado con el objetivo de reivindicar la importancia de la mujer en el deporte, ámbito que desde no hace tanto la presencia de la mujer brillaba por su ausencia. Años, trabajo, esfuerzo y sufrimiento han ido de la mano de las mujeres para ir haciéndose un lugar del que nunca debería de haber prescindido. Si algo es evidente es que nunca estuvo por ningún otro motivo que el hecho de ser mujer. Y la problemática no se ha acabado aún, en pleno 2022 seguimos arrastrando situaciones y hechos denigrantes a la espera de ser resueltos, por nadie más que por nosotras, aunque afortunadamente cada vez es mayor el ahínco por toda la sociedad. 

Cada una de ellas lleva en sus espaldas una historia diferente, y que este lunes, han estado dispuestas a compartir con las 81 asociaciones que conforman el Centro Provincial de la Mujer en Almería, con diferentes cargos institucionales, periodistas y, por supuesto, con la ciudadanía almeriense. Historias cuyo factor común es la sororidad. 

La eterna voz española del deporte femenino

Tras una introducción concisa de lo que supone este desayuno coloquio para la sociedad y previo al 8M, de la subdirectora de este medio de comunicación, Antonia Sánchez Villanueva; Paloma del Río daba a conocer la otra cara de la realidad como profesional periodística del mundo deportivo y que muchas veces se olvida, y otras, se desconoce. 

Hablaba de todo lo que oculta cualquier competición con deportistas de élite y cómo desde el inicio de la vida y el trabajo de cualquier deportista ya viene con desigualdades: "es importante recordar la necesidad de visibilizar cuando apretamos el botón de la televisión, vemos chicos y chicas haciendo deporte pero, ¿y las penurias y el tránsito que han tenido que llevar en su esfuerzo profesional y personal? No es fácil, de hecho muchas familias ni siquiera pueden costear lo que supone un centro de alto rendimiento si no es con becas o patrocinadores, y que en el deporte femenino a veces ni se da".

En esta misma línea, recordaba que "los hombres empezaron ha realizar deporte allá en la Grecia Antigua, más de 21siglos de diferencia con respecto a los últimos 150 años que la mujer empieza a practicar deporte, ya que estaba mal visto hasta los primeros años del siglo XX, donde muchas mujeres luchadoras se hartaron de estar de comparsas de acompañar a los hombres a los clubes de deporte y fueron ellas las que reivindicaron". 

La periodista relataba cómo la bicicleta había sido la causalidad de que la mujer empezase a introducirse en el deporte, el elemento más reivindicativo: "las mujeres empezaron a caminar y dar paseos en bicicleta, y para andar en bicicleta los ropajes de tul les molestaban y entonces decidieron utilizar pantalones, y para aquella época era revolucionario, pero que les permitía montar en bicicleta y a partir de ahí empezaron las primeras mujeres pioneras a hacer deporte". 

"El acceso de las mujeres al deporte ha sido muy duro, sigue siendo muy duro y sigue habiendo unas desigualdades tremendas entre hombres y mujeres. El ejemplo más evidente es lo que cobra una mujer y un hombre futbolista, los patrocinadores que se vuelven locos con los chicos y no se percatan de las chicas. Aunque por ejemplo, el Grupo Iberdrola, ha hecho una apuesta firme por el deporte femenino en 2016", explicaba con detalla Paloma del Río.

Finalizaba haciendo hincapié en la importancia de su figura en la televisión, la cual debería usarse para fomentar que las federaciones se valgan del escaparate del medio para que los patrocinadores puedan conocer a las deportistas femeninas y les den las mismas oportunidades que a los hombres. 

La única gimnasta rítmica en disputar cuatro finales olímpicas 

No hay duda, y así lo ha corroborado Almudena Cid, que Almería fue un punto de inflexión en su carrera como gimnasta rítmica,  pues logró el oro en los Juegos Mediterráneos de Almería en 2005. Además, obtuvo varias medallas internacionales oficiales y consiguió 8 títulos de campeona de España en el Concurso General de la categoría de honor. Se retiró el 23 de agosto de 2008, llevándose consigo otros reconocimientos como la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo en 2009. 

"De lo que más orgullosa me siento de mi carrera deportiva es de haberme escuchado", comenzaba Almudena Cid su intervención para relatar que "después de los segundos Juegos Olímpicos yo ya empecé a escuchar que tenía que retirarme, que tenía que dejar paso a nuevas generaciones, que tenía que entender que la gimnasia era un deporte para muy jóvenes".

Al terminar los Juegos Olímpicos de Sídney con un menisco roto y que nadie se dio cuenta para que la rodilla le pudiera aguantar, cambió todos sus movimientos. Después se operó y su única pregunta era: "¿Por qué me tengo que retirar? Si empiezo a sentirme más competente que nunca, si entiendo el porqué trabajo tantas horas, si soy capaz de dominar el escenario, si soy capaz de transmitir más que nunca, si ahora con 20 años empiezas a vivir otras emociones y a entender las cosas que le pasan a los seres humanos". 

Para ella, tomar la decisión de seguir le supuso un gran problema porque "lo decidió hacer al lado de la entrenadora que apostó por mí, y fue el hecho de buscar mi entrenadora y mi espacio de trabajo ideal lo que supuso un problema con la Federación y me tuve que enfrentar durante ocho años a una estructura 'imbatible'. Lo único que me salvó fue escucharme a mí misma y estar en un entorno sano y equilibrado y con el grupo de trabajo que podía ayudarme a mejorar", contaba Almudena Cid. 

En esta misma línea, Cid hacía hincapié en cómo ha ido evolucionando la percepción sobre la edad de las mujeres en el deporte: "Esa brecha sobre la edad de las gimnastas no tenía ningún fundamento científico, ni ninguna lógica. Simplemente se venía haciendo desde siempre y como era así, y tenía que hacerse así". Fue entonces cuando se cuestionaba el porqué las artistas con 40 años podían estar en un teatro y tener hijos, y ella como gimnasta, no podía seguir en el tapiz. 

"Si tengo que decir de lo que me siento orgullosa es de no haberme dejado llevar por lo que la sociedad creía que era lo normal y haberme enfrentado a algo que yo también creía que era el límite. Y para mí sorpresa, al final, acabamos convirtiéndonos en referentes para las más jóvenes, incluso más de lo que una puede asumir y tener esa responsabilidad", culminaba Almudena. 

La triple heroína deportista de la vida

Virginia Torrecillas, centrocampista del Atlético de Madrid Femenino, es capitana de la Selección Femenina Española de Fútbol desde 2019. También es subcampeona del europeo Sub-19 y jugó en dos Campeonatos Europeos de la UEFA, y dos mundiales. En 2020 fue diagnosticada de un tumor cerebral, siendo operada de éxito. A principios de este año, volvió al campo para enfrentarse al FC Barcelona en la final de la Supercopa de España. 

"El deporte es muy duro, sobre todo para una mujer por lo que tiene que vivir al día a día en deportes de hombres, como es mi caso con el fútbol", comenzaba la ponencia Torrecillas, "imaginaos lo que fue para mí, me apuntaron al fútbol por pesada y fue mi madre sin que se enterase mi padre, y que cuando se enteró me castigo. A día de hoy, mi padre es el pilar de mis pasos en todo momento. Sin embargo, he de decir, que todo lo que he sufrido, no solo para mí, si no también para mis personas más cercanas, también han sufrido mucho porque una chica como yo solamente quería jugar al fútbol". 

Haciendo un repaso de sus primeros pasos, Virginia relataba cuán complejo y sufrido fue comenzar a introducirse en el mundo del deporte, convirtiéndola en una mujer valiente, a la vez que la vida empuja a la lecciones continuas de que es así, "que hay muchas contras, que te pone muchas trabas en el camino, que también te pone cosas muy bonitas pero que cuando te haces mayor, vas aprendiendo". 

A diferencia de Almudena y Paloma, en el mejor momento de su carrera profesional como futbolista, le detectaron un tumor cerebral y que le obligó a salirse del fútbol durante dos años. "Para mí lo más complicado era saber que mi familia estaba sufriendo, el fútbol pasó a un segundo plano porque me di cuenta que la vida era pasar tiempo con mi familia, disfrutar con los míos, vivirla", contaba emocionada. 

Cuando le dieron la noticia y le dijeron que no podría jugar más al fútbol, lo único que pensó fue en que "me daba igual, que me salvaran la vida y que si no volvía a jugar, me iría a Mallorca y estaría con mi familia". Sin embargo, pudo regresar para jugar y dos meses después, tiene un accidente de tráfico en el que iba con su madre: "Yo he sufrido mucho como deportista, pero lo de mi madre ha sido algo que jamás podré explicar. Siempre quise ser referente por lo buena que era, pero no lo soy por el fútbol, lo soy por la persona que fui, por ser luchadora, que la gente se fije en mí por todo lo que la vida me pone como obstáculos y he ido superando".