Las consecuencias del conflicto bélico iniciado por Rusia contra Ucrania tras la invasión decretada por Vladimir Putin hace ahora dos semanas, están pasando factura en el interior de las fronteras europeas. El país ucraniano es uno de los mayores exportadores de productos agroalimentarios de uso común que surte a la mayoría de los países de la Unión Europea.
Los bienes y materias primas más exportados desde Europa del Este son, principalmente, aquellos productos relacionados con los cereales y, paralelamente, el aceite de girasol. Desde que estallara la guerra en Ucrania, el temor por un hipotético desabastecimiento de los bienes importados desde tierras ucranianas ha aumentado en nuestro país y en el resto de países miembros de la UE.
Aumenta la demanda
Almería no es ajena a esta preocupación que afecta directamente sobre el consumidor base. De hecho, muchos supermercados de la capital almeriense han visto cómo sus estanterías se han quedado vacías por la alta demanda que desde hace unas jornadas. Fuentes cercanas al supermercado Carrefour han informado a este medio que la venta se ha visto disparada desde las jornadas previas al fin de semana, y añaden que, muchos de los consumidores serían establecimientos comerciales que necesitan de este bien para garantizar su labor de los negocios durante el fin de semana.
Sin embargo, después de comprobar de primera mano este fenómeno, muchos son los ciudadanos que, de modo individual, son quienes se desplazan a los supermercados para llevar a cabo un acopio de este producto por miedo a un desabastecimiento. No obstante, no todos los usuarios acuden a la sección de estos centro por el mismo motivo, tras ser preguntados porqué compran este tipo de aceite vegetal, hay quien indica que lo hace por motivos de repostería artesanal a las puertas de una cercana Semana Santa.
Los comercios ponen límites
Sea como fuere, el acopio de aceite de girasol ha aumentado como ya ocurrió con el papel higiénico en los primeros tramos de la actual pandemia. Para ofrecer un mayor control de la situación, muchas superficies comerciales han comenzado a racionalizar este bien ante el excesivo acopio que se está haciendo por parte de los consumidores. Mercadona, Lidl o Carrefour han indicado a sus clientes que sólo podrán comprar un máximo de cinco botellas de un litro de aceite de girasol por persona o, por lo que es lo mismo, una garrafa de cinco litros por personas. Un hecho que contrasta con la manera de actuar de los establecimientos Día de la capital, donde, por ahora, no se ha notificado a los clientes ningún tipo de restricción.
Tras comprobar la situación de las repisas de los diferentes hipermercados, la fotografía que mejor ilustra el actual contexto es la propia de unas ventas que han aumentado y que dejan, lógicamente los estantes semivacíos temporalmente porque en todos los supermercados nombrados con anterioridad se han repuesto con la mayor rapidez posible. En el marco de un posible desabastecimiento, los encargados de reposición en todas las superficies trasladan un mensaje de tranquilidad a los clientes y les recuerda que, como ya ocurrió con la situación vivida a lo largo de la pandemia, el abastecimiento está garantizado. Aunque recuerdan que depende del sector logístico encargado de suministrar los bienes. A pesar de ello, según señalan, no han recibido ninguna notificación de áreas superiores que haga pensar que la situación desencadene en un desabastecimiento. Y recuerdan que los proveedores siguen trabajando al mismo ritmo que semanas pasadas.
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