La gran noria Mirador Princess que gira desde el 24 de febrero de nuevo en la Plaza de las Velas de la capital almeriense tiene una novedad: todas sus cabinas cuentan con vinilos en las ventanas que se encuentran más cerca de los edificios de viviendas.
Esta medida se tomaba de forma consensuada entre el Ayuntamiento y la empresa que cuenta con la autorización demanial para “dotar de la mayor privacidad posible a los vecinos” que en algunos casos habían expresado su preocupación ante la posibilidad de ser observados por parte de aquellos que se suben a la noria.
La colocación de estos vinilos no supone un problema para poder seguir disfrutando de las vistas desde el gran ‘mirador’ que desde poco antes de Navidad es esta noria. De hecho, tanto las ventanas desde las que se puede divisar la bahía de Almería con el puerto y el Cable Inglés no cuentan con ningún tipo de elemento que impida la visibilidad, al igual que ocurre con las cristaleras desde las que se contempla la Rambla de Almería o el Paseo. Ambas son las dos imágenes más atractivas con las que cuenta esta atracción.
Cabe recordar que permanecerá en la capital durante dos años más con la posibilidad de prorrogarla otros dos, realizándose esta ampliación de contrato año a año. A cambio de la explotación de este espacio, el propietario de la noria desembolsará un total de 10.428 euros anuales.
Esta atracción cuenta con 14 góndolas con capacidad para ocho personas cada una y 40 metros de altura. Según el pliego de condiciones técnicas, esta podrá girar durante seis horas en los días laborables y durante 12 horas los sábados, domingos y festivos.
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