Miles de mujeres llenan las calles para exigir la igualdad real

La pandemia ha provocado que nuestra vida se paralizara casi al completo. Sin embargo, el movimiento feminista siempre estuvo trabajando por todas las mujeres, desde la sombra y desde el esfuerzo. Por eso, retomar las calles ha sido fuertemente emotivo para casi todas las asistentes a la marcha. 

Ya desde las 19.15 horas de este martes 8 de marzo, empezaban a llegar vestidas de morado al Anfiteatro de la Rambla grupos de amigas, mujeres de mediana edad, madres con sus niños y niñas, hombres se concentraban mientras Kalima du Samba, grupo de percusión brasileña, transmitía toda la energía y ritmo que era absolutamente contagioso. Imposible no bailar antes de comenzar. Una jornada reivindicativa pero no exenta de un tono festivo. 

Mensajes originales 

La cantidad de asistentes este año ha sido muy importante, y de hecho “luego dirán que éramos pocas”, era una frase reincidente entre las asistentas, demostrando que la sociedad almeriense está fuertemente comprometida con la lucha de las mujeres por conseguir la igualdad efectiva. 

Coordinadora de colectivos feministas de Almería ha sido la cabecera de la marcha, con un mensaje claro y conciso: “que no, que no tenemos miedo, que sí, que sí tenemos rabia”. El movimiento feminista almeriense ha logrado conquistar las calles y el protagonismo absoluto de todo aquel transeúnte, incluso invitándole a “no me mires, únete”. 

Un poco más allá en la misma concentración, Asamblea Feminista de Almería sostenía, junto a decenas de carteles, ‘¡Si nosotras paramos, se para el mundo!’, una realidad incuestionable. ‘Feminismo interseccional o barbarie’ era el mensaje de la pancarta que sostenían Cafés Feministas Almería. 

Con energía levantaban pancartas plenamente ingeniosas, precisas y resumidas: ‘Polla violadora a la trituradora’, ‘Machete al machirulo’, ‘Manolo, hazte la cena tú solo’, ‘Si nosotras ardemos, arderás con nosotras’, son solo algunas de esas pancartas que reflejaban el fuerte espíritu de una lucha imparable que seguirá forzando seguir saliendo a la calle hasta que ‘no falte ni una más’. 

Pero también para que la sociedad en su conjunto actúe eliminando las situaciones de discriminación a las que todavía se enfrentan las mujeres, conseguir la plena igualdad entre hombres y mujeres que aún no se ha conseguido. 

Tras recorrer el Paseo de Almería hasta llegar a la Puerta de Purchena, la manifestación del 8 de marzo llegaba para reunirse todas y todos, y trasladar con rotundidad un mensaje del por qué seguirá la lucha feminista a pesar de todos los inconvenientes: “Hasta que no caiga el sistema patriarcal, hasta que vivamos una igualdad real, hasta que no exista un espacio que sea seguro”.