Corría la primavera del año 2017 cuando llegaron a Almería los primeros pasos de peatones ‘inteligentes’. Lo hacían en el barrio de Nueva Andalucía, exactamente en la calle Padre Méndez y Blas Infante, envueltos de una gran expectación mediática y de los vecinos que comprobaban esa primera noche en marcha que, solo con poner un pie bajo la acera, se iluminaban los laterales de las zonas blancas del paso de cebra.
El experimento fue todo un éxito. Los peatones se sentían mucho más protegidos a través de un sistema diseñado para que los vehículos pudieran ver desde lejos que alguien estaba cruzando en zonas en las que la iluminación era baja, y los conductores estaban contentos de evitar sustos en el último minuto. Ante esta satisfacción, el Ayuntamiento de forma ágil y audaz decidió extender la iniciativa por otros barrios de la ciudad. Llegaron así las luces a los pasos de peatones de la Avenida Cabo de Gata y la calle Instinción en un primer momento, para ir llegando posteriormente a Hermanos Machado, Avenida de la Estación, o la Avenida del Mediterráneo.
Extensión
En este proceso de expansión, los sistemas por los que un paso de peatones se convierte en ‘inteligente’ fue cambiando. Los primeros contaban con grandes piezas led blancas, piezas que fueron reduciendo tamaño y variando de tecnología según se iba comprobando la bondad de la idea por parte de los proveedores.
Con media ciudad llena de este tipo de pasos siguió pasando el tiempo y de pronto lo que era la gran esperanza para la protección de los peatones almerienses, pasó a un segundo plano y casi al olvido, sobre todo los primeros que se instalaron en los que, en muchos casos, han ido desapareciendo los grandes bloques luminosos que señalaban que alguien cruzaba la carretera.
Así, la luz ha dado paso a unos grandes agujeros en el asfalto en el que las ruedas de los coches se cuelan cada vez que pasan, por poca velocidad que lleven, en los que se acumula la suciedad y hasta el agua las pocas veces que llueve o se limpia la calle.
También estos agujeros son un problema para los peatones que, ante cualquier despiste, se les cuelan los pies provocando torceduras y lesiones. Algo aún más peligroso para las personas de mayor edad.
Mantenimiento
Preguntado el Ayuntamiento de Almería por la falta de mantenimiento de estos pasos, explican que la situación es diferente según el tiempo que tengan. Así, aseguran que para los más antiguos prácticamente no hay repuestos ya que la tecnología ha avanzado mucho y ahora se encuentran con la necesidad de decidir qué van a hacer con ellos.
De hecho, aunque algunos de ellos siguen encendiéndose, son precisamente estos más antiguos los que más problemas generan y no hay una clara solución para ellos. Sea como sea, lo cierto es que este deterioro provoca situación compleja en las calles en las que se encuentran instalados que, además, son vías con una importante afluencia de tránsito rodado en la mayoría de los casos. Habrá que esperar una solución.
Parada la instalación
La llegada de los pasos de peatones ‘inteligentes’ fue uno de los hitos que la Corporación municipal pasada se marcó el Ayuntamiento de la capital dentro de los planes de mejora de la movilidad.
Es cierto que nunca se dijo que fuera una medida que se extendería por toda la ciudad, pero sí que había un compromiso de que llegarían a las zonas que cuentan con una peor iluminación y en las que, además, se suele circular a mayor velocidad de la permitida.
De momento en esta Corporación no se han colocado más pasos de este tipo, y queda por ver, el tipo de mantenimiento que pueden llegar a tener los que sí que se encuentran colocados.
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