La venta de vinilos en Almería consigue resistir a la pandemia y a lo digital

Desde hace veintisiete años, Marta Pérez Perals se dedica a la venta de vinilos en Almería, a lo largo de estas décadas ha visto nacer, triunfar y desaparecer diferentes formatos musicales. El casete y el CD son dos claros ejemplos que han permanecido temporalmente en las generaciones pero no consiguieron la trascendencia con la que sí contó el vinilo, que todavía sigue de actualidad y revive una segunda juventud.

"Yo estudié Fotografía en la Escuela de Arte de Almería y al terminar la carrera, cuando tuve que tomar la decisión laboral con vistas a un futuro, decidí dedicarme a esto. Lo hice en primer lugar porque observé que había una demanda de tiendas de discos especializada en música Rock, que era lo que a mí me gustaba", recuerda Marta. La tienda, abierta por su compañero Sebastián Fuentes, pronto comenzó a recibir el cariño y el apoyo de sus clientes. "En sus orígenes teníamos la idea de ofrecer algo especializado, no que fuera solo comercial, sino que fuera un sitio donde se pudiera encontrar sonidos diferentes y discos diferentes de Rock, Soul, Blues o Psicodelia", señala.

La Caverna, que abrió sus puertas al público almeriense en el año 95, comenzó a dar sus primeros pasos en un contexto de decaída del formato analógico. Una situación que se ha repetido a lo largo de las décadas pero también ha conocido épocas de fortaleza, como la que se protagoniza desde hace algunos lustros a nivel internacional. "El futuro del pequeño comercio pasa por especializarnos, porque contra las grandes superficies no se puede combatir, porque no tenemos las mismas herramientas", apuntilla Pérez Perals, que señala uno de los principales factores de supervivencia que, quizá, haya protagonizado su negocio en plena Era Digital.

Actualmente, en el establecimiento se pueden encontrar diferentes productos, el rey, sin lugar a dudas es el vinilo. Un auge que responde a la demanda que existe actualmente en la ciudad. "El vinilo es un formato que tiene muchísima calidad y, a parte, representa el icono de una época que pasó. Pero, por encima de todo, es un formato muy atractivo y muy romántico. Hay gente que compra por la calidad, otras por lo bucólico del formato y otras porque siempre lo han hecho", explica.

En medio de la inmediatez impuesta por lo digital, el oasis de lo analógico, lejos de decrecer, mantiene y, en algunos casos, amplía su lugar en la vida de los apasionados de la música. Ellos son los reales conocedores de las muchas diferencias que aportan los diferentes formatos y, a pesar de las muchas comodidades de las plataforma musicales a golpe de click, la calidez, la personalidad y el sonido de los tocadiscos no logran enterrarlos entre los smartphones e Internet. "Cuando escuchamos música a través del móvil, ese sonido ha perdido mucha calidad, mientras que en el vinilo eso no ocurre", acierta en señalar Marta.  

Prueba de este hecho son los muchos grupos musicales de la actualidad que apuestan por este gran formato para conectar con su público. O las reediciones que están haciendo revivir antiguas versiones de los grupos comerciales más importantes del panorama internacional de la música. "Todo ese material que hasta hace poco era difícil encontrar, ahora se puede lograr gracias a estas reediciones que están haciendo, por ejemplo de grupos como The Beatles, Queen o Pink Floyd", argumenta Pérez Perals.

El perfil de las personas que muestran interés por la música en formato analógico ha sufrido diferentes cambios conforme al consumo de vinilo en sí, "antes era un perfil muy joven y lo consumían porque era su única forma de escuchar música y ahora vuelvo a ver a gente joven interesando por este lo analógico porque les parece algo muy atractivo porque apenas lo conocían", señala Marta en referencia a las personas que consumen productos de su comercio.