Cuando todo apuntaba a que el episodio de lluvias que ha vivido la provincia en esta última semana podía remitir, la noche del viernes al sábado se convirtió en un espectáculo de rayos y truenos y la presencia de fuertes aguaceros repartidos en especial por las zonas mas próximas al litoral.
Un suma y sigue a unos días en los que la inestabilidad ha permitido que los almerienses, en especial los dedicados a la agricultura, recuperaran la sonrisa y la esperanza tras un Año Hidrológico nefasto; ni el otoño ni el invierno aportaron ese agua de la que Almería es atávicamente deficitaria.
Llega el agua
Hacía muchos años que no se registraban en la provincia de Almería lluvias tan constantes como las que han sucedido en las últimas semanas de este mes de marzo. El último episodio, que comenzaba este pasado martes, acumula cuatro días seguidos de precipitaciones y aún se prolongará hasta mañana domingo, aunque probablemente a mediados de la semana que viene una nueva borrasca, esta vez de menor fuerza, volverá a dejar ese agua por la que los agricultores han estado clamando en los últimos meses.
En un balance apresurado, que no recoge aún las precipitaciones que se producían en la noche del viernes y madrugada del sábado, se comprueba que en muchos municipios de los grandes valles (Andarax, Nacimiento y Almanzora), se han superado en marzo los 300 litros por metro cuadrado. Lo bueno de la situación actual es que las lluvias no se han presentado en forma de tormentas, sino pausadamente, salvo algunos aguaceros en puntos concretos de Filabres-Almanzora.
Nubes viajeras
Esa escasa violencia se debe a que el núcleo de bajas presiones se ha mantenido en el Golfo de Cádiz, sin alcanzar Alborán, y desde allí ha ido enviando sucesivos frentes que han pasado sobre la provincia.
La presencia de vientos del sureste estos días ha empujado a esas nubes ‘viajeras’ hacia el interior de la provincia, remontando los tres valles citados que, al final, han sido los que más precipitaciones acumulan. Macael o Chercos han superado estos cuatro últimos días los 200 litros por metro cuadrado, Albox, Arboleas o Tíjola han superado los 150, y Laujar, Ohanes, Abrucena o Sorbas han estado por encima de los 100 litros.
Los registros
Contabilizada en todo el mes de marzo, la lluvia alcanza cifras más que notables en Macael, Chercos, Arboleas o Chirivel, con alrededor de 300 litros/metro cuadrado e incluso por encima de esos registros en los tres primeros.
Por encima de los 200 litros en muchos municipios de Los Filabres y el Almanzora como Castro de Filabres, Laujar de Andarax Huércal Overa, Abla, Serón o Sorbas. También en el norte con María, que suma 265 litros en el mes de marzo.
Las costas han sido las que menos agua han recibido, entre 20 y 40 litros por metro cuadrado. Almería ha acumulado este mes 36 litros por metro cuadrado. Poco comparado con otras zonas, pero mucho si se tiene en cuenta que la media histórica de precipitaciones en marzo no supera los 20 litros por metro cuadrado.
Además en zonas próximas al litoral como Benahadux, Cuevas de los Medina, Berja o Dalías han llegado e incluso han superado los 50 litros. Carboneras por su parte, puerta de entrada de las borrascas hacia el interior, se han superado este mes los 70 litros/m2.
Estos días recorrer la provincia es comprobar que la práctica totalidad de cauces fluviales, torrentes, ramblas y campos aparecían con un abundante y casi desconocido flujo de agua.
Tiempo de migas
Es lo que manda la tradición más genuinamente almeriense. La aparición de las lluvias se acompaña de otra como es comer migas, acompañadas de sus tropezones y un vasito de buen vino de la tierra.
Con la llegada del ‘tren de borrascas’ que está afectando a Almería desde este pasado martes, la mayor parte de las casas de comidas para llevar han incorporado de forma insistente las migas a su oferta de menús, y las migas precocinadas que venden empresas como El Castillico, de Lubrín, han agotado prácticamente las existencias en estos días.
La historia indica que las migas se asocian con la lluvia porque en tiempos remotos los agricultores y los pastores se llevaban su talega de harina, unos ajos y un poco de aceite cuando se anunciaba lluvia; se refugiaban en cuevas o apriscos, se reunían y se preparaban unas nutritivas migas
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/234466/noche-de-rayos-y-truenos-tras-una-semana-de-lluvias-generosas