Ante la avalancha de iniciativas solidarias nacidas con la mejor de las intenciones para ayudar a los ciudadanos ucranianos en plena guerra contra Rusia, la Junta de Andalucía ha elaborado una guía para responder a las principales cuestiones y dudas sobre cómo ayudar.
Se trata de un documento de 20 páginas en el que se sientan las bases de una ayuda que puede llegar a través de muchas y muy diversas formas.
En este sentido, desde la Junta de Andalucía se insiste que no es recomendable enviar comida ni material de ayuda hacia Ucrania, siendo preferente la ayuda a través de aportaciones económicas a las organizaciones internacionales y las ONG que están trabajando en la zona. “El envío unilateral de productos (mantas, agua, ropa, medicamentos) conlleva que se acumulen en la frontera multitud de artículos que no pueden ser adecuadamente gestionados ni por las organizaciones que trabajan allí ni por las autoridades ni por las propias personas que se encuentran huyendo del conflicto. En este sentido indican, además, que no hay constancia de desabastecimiento de medicamentos.
Acogida
Uno de los aspectos más polémicos es el de la acogida: numerosas iniciativas particulares han enviado autobuses hasta la frontera de Polonia con Ucrania para recoger a ciudadanos ucranianos y traerlos hasta Andalucía. “Este tipo de iniciativas improvisadas deben canalizarse por las vías adecuadas”, recalcan desde la administración autonómica. De hecho, el Gobierno andaluz se muestra tajante: “Instamos a la ciudadanía a que no fomente o participe en aquellas iniciativas que no se realicen a través de los cauces adecuados”.
No obstante, desde la Junta de Andalucía plantean que, si a pesar de esta recomendación, se recogen ciudadanos ucranianos de forma particular, “le recomendamos que se ponga en contacto con las ONG especializadas presentes en la zona y con las ONG especializadas que realizan la atención de personas refugiadas en Andalucía”. En la provincia de Almería se trata de Cruz Roja, si bien Accem también lleva a cabo este trabajo.
Por otra parte, se abre la posibilidad de ser familia de acogida (por los cauces establecidos oficialmente). “El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha puesto en marcha “un programa de acogimiento familiar de personas desplazadas como consecuencia de la situación en Ucrania. En breve habilitará un número de teléfono a disposición de cuántas familias quieran entrar en el programa de acogida”.
Menores
Otro aspecto especialmente delicado es el de la acogida de refugiados menores de edad procedentes de Ucrania. En este sentido, se recalca que “la mejor manera de ayudarlos es con el acogimiento de la familia afectada al completo”, ya que lo mejor es que no se separen de sus familiares o allegados. Y, en este sentido, la llegada al país sí que no puede (o no debe) haber sido parte de una iniciativa particular: “La llegada de una persona menor sin referentes familiares debe haberse producido a través de una ONG acreditada y autorizada por la Subdelegación del Gobierno dentro de los programas de estancia temporal por motivos humanitarios”. No obstante, se plantea la posibilidad de que no haya sido así, en cuyo caso “debe saber que hay que ponerlo en conocimiento de la Policía”.
Estos y otros consejos son los que plantea la Junta de Andalucía a través de esta útil guía para canalizar toda la ayuda que se plantea desde lugares como la provincia de Almería para con la ciudadanía ucraniana, que escapa del horror de una guerra que empezó hace ya más de un mes con la invasión, por parte de Rusia, de su país.
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