Definitivamente se puede decir que el invierno ha vuelto a la provincia cuando la primavera ya está casi mediada. Una potente borrasca hizo ayer su aparición sobre Almería y dejó imágenes insólitas para estas fechas, como una serie de copiosas nevadas que tiñeron de blanco todas las cadenas montañosas.
Los almerienses estaban avisados; las previsiones meteorológicas habían anticipado la llegada de una masa de aire frío de origen ártico que se ‘coló’ por el corredor abierto en el Golfo de Cádiz, habilitado por el anticiclón atlántico que se ha instalado en las últimas semanas en el centro y norte de Europa.
Posiblemente el frío era el fenómeno más destacado del episodio meteorológico, pero desde primera hora de la mañana llegaba un invitado especial en ese escenario de inestabilidad: el viento, que azotó gran parte de la provincia y se cebó especialmente con las costas.
Tsunami
Sin llegar a los niveles destructivos de un verdadero tsunami, buena parte de las costas almerienses se vieron seriamente comprometidas por el fuerte oleaje provocado por el empuje del viento. Según los registros hechos públicos por la Agencia Estatal de Meteorología se midieron olas de entre cuatro y seis metros y se señaló como la máxima altura alguna ola, registrada mar adentro, de hasta diez metros de altura.
La consecuencia más inmediata de esos vientos, que en numerosos puntos del litoral superaron los 100 kilómetros por hora, es que las playas, paseos marítimos y fachadas marítimas de localidades costeras se vieron sacudidas por el fuerte oleaje, inundando amplias zonas del litoral almeriense.
Roquetas
Uno de los puntos negros de la jornada de ayer fue la costa de la localidad de Roquetas a la que llegaron sucesivos embates de olas de gran tamaño que dejaron prácticamente sumergido su paseo marítimo.
Era el resultado de lo que se conoce en meteorología como una “marea ciclónica”, un fenómeno similar al que se produce con los huracanes, provocado por la presencia de vientos de alta potencia del noreste que ‘empuja’ el agua del mar hacia la parte occidental de la Bahía de Almería y eleva su nivel. En este caso esa circulación de agua se produjo desde el Cabo de Gata hacia las costas de Roquetas.
El frío del ártico
Los termómetros, que comenzaron a bajar sus registros durante la tarde del pasado domingo, se desplomaron ayer hasta temperaturas más propias del invierno que de la primavera. Buena parte del interior de la provincia se quedó en el entorno de los cinco grados.
Algo menos intenso en las áreas próximas al litoral que, a pesar de ello, experimentaron un bajón térmico más que notable puesto que a las temperaturas de 12,4 grados en la capital o de 11 grados en Roquetas de Mar se sumó el fuerte viento, que incrementó la sensación térmica de frío en varios grados, es decir que se percibió un ambiente aún más frío que el se mostraba en los termómetros.
Otra ‘regada’
Tampoco fallaron en esta ocasión las nubes y, de hecho, las lluvias que se recogieron en la provincia fueron sensiblemente mayores de lo que habían recogido los pronósticos remitidos por las agencias meteorológicas durante la jornada del domingo.
El agua llegó a la práctica totalidad de las comarcas almerienses, aunque las mayores cantidades de recogieron en la Sierra de Los Filabres (39 litros en Benizalón o 33 en Chercos), en el Valle del Almanzora (29 litros por metro cuadrado en Macael o los algo más de diez medidos en Serón), y en el litoral de Levante, con los casi 38 litros por metro cuadrado de Carboneras.
Nieve en las cumbres
Esa lluvia se convertía en nieve como consecuencia del descenso acusado de las temperaturas. El fenómeno meteorológico se situaba ayer por encima de los 900 o mil metros de altitud, con lo que las nevadas alcanzaron a la práctica totalidad de las sierras de la provincia, desde Sierra de Gádor a Sierra Nevada, Los Filabres y la sierra de Los Vélez.
En zonas próximas al campo de Tabernas se registraron numerosas ventiscas, con nieve en polvo, aunque en esos casos la nieve no llegó a cuajar. Especialmente acusadas fueron en municipios altos como los de Tahal o Senés.
La caída de copos de nieve fue ayer frecuente en buena parte de las localidades del interior situadas a mayor altura, aunque finalmente en muchas de ellas no llegó a formarse ese ‘manto blanco’ que, a estas alturas del año, puede considerarse un fenómeno excepcional.
Episodio insólito
Las lluvias recibidas por la provincia de Almería han sido consideradas históricas por parte de las agencias meteorológicas o los colectivos de analistas del clima como el almeriense de Cazatormentas, que analizaba estadísticamente los datos y señalaba que, marzo de 2022 ha sido probablemente el mes más lluvioso del último siglo.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) hacía públicos ayer los datos de las capitales andaluzas, más las de Ceuta y Melilla, unos datos que destacan que Almería, aún sin ser la capital que más agua ha recogido en el último mes de marzo, sí es en cambio la que más ha aumentado con respecto a la media de precipitaciones de ese mes.
Almería, de récord
En concreto, los 123,8 litros por metro cuadrado medidos en la estación del Aeropuerto, con datos acumulados a lo largo de todo el mes, suponen un 764 por ciento más que esa media, cuando en el conjunto de Andalucía no superan más del 300 por ciento.
En base a esos datos, a los que cabría sumar las cantidades, mucho mayores, de la mayor parte de los municipios de la provincia, la Agencia de Meteorología establece que el carácter pluviométrico del pasado marzo es considerado “extremadamente húmedo”.
Tiempo para hoy
Las previsiones apuntan a que la jornada de hoy martes será en términos generales muy parecida a la de ayer, es decir con temperaturas anormalmente bajas para esta época del año, con alertas por nevadas en zonas como el Valle del Almanzora o Los Vélez y con fuertes vientos en las zonas del litoral, con presencia, de nuevo, de un fuerte oleaje.
La provincia de Almería se mantiene en alerta naranja por esos fenómenos, aunque Aemet estima que las nevadas caerán en áreas algo más altas que las de ayer, en alturas superiores a los 1.100 o 1.200 metros. El frío será algo menos intenso, aunque en la mayor parte del interior provincial las temperaturas máximas se mantendrán entre los cinco y los diez grados, con registros más bajos en las localidades más altas.
A partir del amanecer reaparecerán los vientos fuertes que si bien afectarán a toda la provincia, serán más intensos en las zonas próximas a la costa.
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