Señalar que los libros son el refugio de las personas que aman la lectura o que las librerías de Almería se han convertido en la farmacia de los lectores no es más que resumir la realidad que la pandemia ha impreso en gran parte de la sociedad. Uno de los hábitos que ayudaron a que la estancia en nuestros hogares, tras las medidas decretadas, fuera más llevadera ha sido la lectura. Entre sus consumidores se encuentran sus seguidores habituales y quienes se han acercado a ella aprovechando esta ya pasada coyuntura.
En Almería, las librerías han percibido en los últimos tiempos un ferviente crecimiento entre sus filas de lectores. Para Ana Amezcua, de Librerías Picasso, esta firme apuesta se debe a que muchos almerienses han tomado los libros como refugios: "Las sensaciones que hemos tenido es que la lectura está siendo el refugio de muchas personas y, aunque forme parte de tu vida diaria, también es cierto que la gente que tiene montones de libros en casa ha aprovechado para leer los que no han podido con anterioridad y, por supuesto releer", señala la librera almeriense.
Se dieron unas circunstancias tan anormales en los meses más críticos de una pandemia que no termina de marcharse que muchos almerienses decidieron abastecer sus hogares con montañas de cultura para hacer una estancia más llevadera. Prueba de ello es el mantenimiento en las ventas que las librerías almerienses señalan durante la pandemia, donde las dificultades económicas fueron menores gracias a que los clientes, además de comprar comida para llenar las despensas, también compraban libros para llenar sus estanterías. Una práctica que ha creado nuevos hábitos para quienes más alejados se encontraban de la lectura y para volver a seducir a quienes no encontraban en momento adecuado para disfrutar placenteramente de este saludable hábito.
Presen Martínez es la encargada de la librería Bibabuk y reconoce que "a pesar del choque que supuso la pandemia para el negocio, la práctica lectora entre la ciudadanía no sólo no se perdió sino que aumentó". No obstante, la situación sociosanitaria generada por la Covid-19 hizo "perder unos meses de ventas cruciales como son los meses de marzo y abril por ser un tiempo muy literario gracias a la celebración de las diferentes ferias del libro". Ahora, con un contexto bélico que está afectando a Europa del Este, Martínez señala que "la calle está muy afectada por lo que está pasando en Ucrania. Verdaderamente estamos todos muy impactados y eso influye en los estados de ánimos y la gente, a la hora de gastar, se lo piensa. No es algo que sólo nos afecte a nosotros, también al resto de sectores económicos".
Convertidas en "farmacias"
Las librerías de Almería supieron mantener su actividad a pesar de la pandemia. O dicho de otra forma, las librerías de Almería supieron adaptar su actividad a la nueva realidad impuesta por la pandemia. Con muchas más limitaciones y con mucho menos flexibilidad que en la antigua normalidad, las librerías se convirtieron en cierta forma en segundas farmacias que, sin recetar ningún fármacos, aprovechaban esos momentos para recetar las mejores lecturas para las heridas abiertas por el virus entre la sociedad. "La gente nos llamaba por teléfono y nosotros se lo llevábamos personalmente a sus hogares. Unos momentos que sirvieron a muchas personas para abrirse y contarnos cómo estaban pasando los momentos más cruciales en unos momentos especiales que atravesamos como sociedad. Ellos tenían ganas de hablar, de contarnos sus angustias que posibilitan la cercanía que establecemos con nuestros clientes. Ahora, con muchas menos restricciones hay quien con el solo hecho de venir a nuestro establecimiento y hablar con nuestro equipo ya les supone mucho alivio.
La lectura busca nuevos derroteros a la misma vez que las nuevas tecnologías se encargan de abrir nuevas puertas. Ahora existen multitud de opciones que nos acercan con las historias, los lugares y los personajes que invaden nuestra imaginación a través de sus páginas. Pero eso no es suficiente para trasladar a los lectores más afines del papel a la luz de las pantallas. Un hecho que, salvo excepciones, no logra atraer a los lectores más jóvenes, que siguen siendo una asignatura pendiente de nuestra sociedad contemporánea. Para la responsable de la librería situada en La Rambla, la clave está en el ambiente familiar: "El arbolito se hace desde muy pequeño, por eso los padres deberían incentivar esa idea desde que sus hijos son pequeños. Creo que hay muchos padres que sí que están muy concienciados de la importancia que supone la lectura en la formación de los jóvenes. La amplitud que te crea es impresionante porque siendo lector se es mucho más empático y se transmiten los valores que proporcionan los libros".
Cómics, los grandes tapados
Uno de los géneros literarios que más interés ha generado a raíz de la pandemia han sido los cómics. Juan Francisco Samper es uno de los responsables de venta de Picasso Comics y, a su juicio, este incremento puede estar motivado por "las muchas horas que la sociedad almeriense ha tenido que pasar en casa". El género vive ahora una nueva edad de oro que nunca termina de disiparse a pesar de los muchos detractores y etiquetas que le rodean. Concretamente, este género conoció su éxito más reciente a principios de los noventa que ahora retornan gracias a la situación sociosanitaria por la que atraviesa nuestra sociedad.
Las series anime tienen la clave para comprender este fenómeno que en líneas generales intenta contar historias dotando al lector de nuevas herramientas con respecto a las publicaciones más al uso. El público al que se dirigen los cómics no son exclusivamente la gente más joven, también los más adultos se han convertido en un público de mucha fidelidad. "El cómic tiene una franja de todas las edades, quizá los lectores tenemos lectores de 60 años que siguen leyendo cómics habitualmente y de corte francobelga", indica acertadamente Samper.
Como parte de la sociedad actual, las diferentes plataformas sociales que condicionan nuestro día a día han interferido de manera directa sobre el consumo de los lectores almerienses que se han acercado al resurgir del género. "Las redes sociales han sido efectivas para el aumento de los cómics porque todo se postea actualmente. Nos mostramos públicamente y eso también consigue que la gente que a lo mejor no era consciente de que existía ese material ahora vea que puede acceder a él más fácilmente", señala Juan Francisco Samper, quien además también reconoce que una de las causas que convierten a este género en seductor de lectores es "la facilidad de acceso" a sus historias ilustradas y la elaboración de sus argumentos que consiguen expandir su proyección a las diferentes generaciones de nuestra sociedad.
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