El Teatro Cervantes lucía como en las grandes ocasiones. Al entrar, el violín de Nadia Rudenko ya sumergía a los asistentes en lo especial de un evento que se ha ido consolidando como la ‘fiesta del patrimonio almeriense’. Los XIII Premios Alcazaba, conducidos por el actor Jesús Herrera, reunió en la platea del centenario teatro a representantes de las administraciones públicas que tienen algún tipo de responsabilidad sobre el patrimonio provincial, a sus asociados y multitud de personas que ven en este colectivo un elemento de lucha por la defensa de la historia más cercana, su historia.
Tras un video recopilatorio de la actividad de la asociación desde su puesta en marcha, el cuadro flamenco de Antonio de Quero abría con este ‘Patrimonio Inmaterial de la Humanidad’ una gala que sabía a gloria a la presidenta de la Asociación de Amigos de la Alcazaba, Maite Pérez, después de dos años de pandemia y que la llenaba de “esperanza” ante el futuro del patrimonio al ver el apoyo de instituciones, asociaciones y sociedad que llenaba la platea y muchos palcos.
Explicaba Pérez la importancia de cada uno de los premiados y sus aportaciones a la cultura almeriense, pero fue sobre todo incisiva al referirse al premio Chumbo Verde otorgado a la empresa Alvores y al Ayuntamiento de Huércal de Almería por la “lamentable e irreversible” destrucción del Acueducto de las Cumbres.
Con ritmo cubano
La música volvía después al escenario del Cervantes para que los asistentes se movieran al ritmo latino de Soneros de Ley que dejaron mejor gusto que la ausencia de los galardonados con el Chumbo Verde para recoger el espinoso premio. Sí que acudieron a recoger el reconocimiento los representantes de las revistas históricas de la provincia: Revista Velezana, Farua y Axarquía, que lo recogieron de la mano de la vicepresidenta de la Diputación Provincial, Ángeles Martínez.
José Domingo Lentisco, director de la Revista Velezana, quiso tener un recuerdo para todos aquellos que a lo largo de la historia de la revista han colaborado y que han fallecido. Ponía sobre la mesa el reto que para este tipo de revistas supone todo el proceso de digitalización que se está viviendo en la sociedad y lo complejo de llegar hasta los jóvenes.
En esta misma línea se manifestaba el ‘alma mater’ de Axarquía, Juan Grima, quien explicaba el problema existente para mantener este tipo de publicaciones sin apoyo de las instituciones. Realizó un recorrido por la historia de la revista y por el apoyo mutuo con Amigos de la Alcazaba para reivindicar el patrimonio en el Levante aprovechando para pedir control sobre las intenciones de levantar una urbanización en Baria.
Por su parte José Carlos Lupión, alcalde de Berja, recibía el premio por la revista Farua, una publicación que acumula “más de 8.000 páginas publicadas” por lo que casi puede considerarse como “una enciclopedia de la Alpujarra”.
De la mano de la delegada de Fomento, Cultura y Patrimonio Histórico, Eloísa Cabrera, recibía Juan Antonio Muñoz el premio Alcazaba por su investigación y trabajo en defensa de la Cultura del Agua y la arquitectura tradicional almeriense. A ambos defendió como parte del ADN de los almerienses y como base de que Almería, evolucionando estos sistemas, se haya convertido en líder en la gestión y uso del agua.
Fue entonces el momento reivindicativo y emocionante de la noche. Nadia Rudenko volvía a coger su violín para acompañar unos versos pronunciados magistralmente por Jesús Herrera, era el prólogo para la intervención de la presidenta de la Asociación de Ucranianos de Almería en la que, además de reclamar el final de la guerra, quiso “agradecer al pueblo almerienses y a toda España” la acogida a los que llegan desde su país e hizo suya una frase de ‘La Lista de Schindler’: “Quien salva a una persona, salva al mundo entero”.
Naturaleza y patrimonio
Acto seguido fueron los representantes del Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM) quienes recogieron de manos del subdelegado de Gobierno, Manuel de la Fuente, el premio Alcazaba por su defensa por la naturaleza, especialmente del Parque Natural ‘Cabo de Gata-Níjar’, y su apoyo en las acciones reivindicativas en materia de patrimonio. Defendieron desde el colectivo ecologista que “a pesar de actuaciones lamentables” como la destrucción del Acueducto de las Cumbres, hay que ser optimistas porque “la sociedad civil se articula cada día más para proteger” su patrimonio.
El cierre de la gala, en lo que a premiados se refiere, fue para María Dolores Durán. Su investigación sobre el Movimiento Indaliano, pero sobre todo su apoyo incondicional a la cultura almeriense y a la propia asociación ‘Amigos de la Alcazaba’ desde su creación. Le entregaba el galardón la teniente de alcalde de Almería, María del Mar Vázquez.
Explicaba Durán la importancia de la educación para poder transmitir a las nuevas generaciones el patrimonio existente, algo que ella hizo durante todos sus años como docente. Y es que tiene claro que “lo que no se conoce, no se valora” y que los jóvenes son los que luego transmiten en sus familias la importancia de defender lo que compone su historia. Quiso agradecer a su familia el apoyo que durante tantos años le han dado para poder investigar, y tuvo un recuerdo emocionado para su marido, Antonio Galindo, fallecido hace apenas unos meses.
Se cerró la gala como merece una gran fiesta, con más flamenco y una copa de cava.
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