“Sueño con comisariar una exposición de arte que compagine lo tradicional con las tecnologías”, dice Maribel Úbeda y sonríe, siempre sonríe. “Realidad Aumentada, Virtual... y todas sus posibilidades, que no son tan caras de poner en marcha como se supone. Aunque sí necesitas detrás personas competentes y con interés, por supuesto, y una buena idea. El factor humano, y el humanismo, no se puede perder en esta gran revolución actual de las tecnologías...”.
Maribel es una de las personas mas activas que conozco. Es de Almería, pero ha vivido en Murcia, Santiago de Compostela, Vigo, Collado Villalba... Se licenció en Historia del Arte, cursó el doctorado en Arte Moderno y Contemporáneo, sacó la suficiencia investigadora en Universidad de Murcia (“pero no he terminado la tesis”, sonríe), hizo el grado superior de técnico de fotografía artística... Ha trabajado en diferentes ámbitos de la cultura, y comisariado exposiciones; es crítica de arte de AICA Spain y AMUCA; trabajó en la Galería Acanto, en Algueirada Acción Cultural na rede, con edición audiovisual y gestión de eventos culturales implementados con nuevas tecnologías...
También ha trabajado en la enseñanza reglada y no reglada, en marketing creativo, y en diseño gráfico... Y al margen de todo esto, siempre ha estado en varias asociaciones culturales, desde musicales o sociales hasta mas relacionadas con la tecnología, y ha participado en proyectos de investigación académica. “Por ejemplo, sobre la conservación de arte urbano”, señala, “publicando con GE-IIC...”.
Freelance
Ahora compagina la oposición a Enseñanza Secundaria con proyectos culturales en los que trabaja esporádicamente, “en contenidos/asesoramiento para redes sociales”, apunta, “algo así como community manager muy personalizado. Y con un pie en lo audiovisual siempre. He trabajo en equipo con Christian Pujolá/Cinema Rental; también intento seguir realizando guion de cine o cortos, he realizado varios cortos desde 2018, y he colaborado con Colectivo Vidioma. Ahora, por ejemplo, estoy con un guion sobre la fotógrafa almeriense Amalia López Cabrera, con el que debo investigar en la historia de la fotografía en el siglo XIX, que también fue una importante revolución tecnológica en su momento”.
“En suma”, dice, y vuelve a sonreír, “soy freelance de varios campos. Y estoy dándole vueltas a mi propio sello personal, MBÚ”. Pero, sobre todo, Maribel es una artista muy vinculada al ámbito tecnológico, a las sinergias que se pueden crear entre estos mundos que muchas veces son percibidos como distantes, incluso opuestos.
“Reconozco que, cuando empecé a formarme, buscaba lo más alejado a lo abstracto de las matemáticas, la lógica, lo científico puro”, explica. “Vamos que me había creído lo de ‘o de letras o de ciencias’, un mito”.
“Pero, con el tiempo, me di cuenta de que la disciplina de la Historia, donde me he formado, es una señora Ciencia. Y vi que, en realidad, yo no andaba tan lejos de lo científico, pues ese método se usa en casi todo. En la música, por ejemplo, que siempre he estado en algún grupo musical, desde coral hasta música tradicional gallega y antigua, con un pie en lo andalusí o lo celta..., también hay un gran componente matemático...”.
Multidisciplinar
Con los años, Maribel creó la empresa Algueirada, con su pareja, Pedro Silva. “Ahí fue cuando empecé a realizar proyectos en el mundo tecnológico y maker, y comprobé que todo está unido realmente”, dice. “Y me metí de lleno en la multidisciplinaridad. De hecho, comencé en su día una tesis, aun no terminada, sobre fotografía y su interdisciplinariedad, cuando comenzaba a verse más net art, y arte con herramientas digitales, etcétera”.
Y así, Maribel ha sido, y es, un componente muy activo en el movimiento asociativo del ámbito cultural y tecno- lógico almeriense. En HackLab Almería, en Pymiento Project... No descansa, y siempre la he encontrado en todas las jornadas, encuentros, proyectos... Ahora está en la asociación La Jaquería, de la que es fundadora, y secretaria. “Ideando cómo unir esos mundos paralelos que, en realidad, siempre confluyen en la vida real, pues todo es creatividad: la tecnología, lo artesanal, el ‘hágalo usted mismo’, y las Artes, claro”, dice.
“En lo conceptual tenemos mucho por hacer aún”, añade. “Yo intento aportar una visión de la creación artística y aprender o enganchar a las personas adecuadas para algún proyecto visual tecnológico, o invitar a nueva gente a unirse. ¡Se puede hacer tanto con Arduino, o con una Raspberry! Es alucinante, de verdad. Y con materiales actuales o tradicionales, da igual... Solo hay que tener una idea, el espacio y ponerse a ello...”.
Aprendizaje
La Jaquería es “un lugar de esparcimiento y aprendizaje”, sonríe, siempre sonríe, “donde nos hemos reunido seres humanos estupendos con muchas y variadas inquietudes y curiosidad. Almería va ‘lenta’, pero va...”. Cada vez intentan hacer más actividades, dice, pero aún necesitan socias y socios. “De cualquier disciplina, como si es panadero, o agricultora...”.
Ese tipo de interacciones se dieron en Pymiento Project, por ejemplo, “que fue donde surgió, en cierto modo, la necesidad de un maker space como La Jaquería”, apunta. “Por ejemplo, Fran Acién puso unas plantas que eran ‘regadas’ si alguien le decía cosas bonitas a través de hashtag en Twitter... ¡Y no murieron! Y a la Feria Maker Bilbao, llevamos un proyecto que usa el agua del rocío de la noche para regar las plantas en el clima almeriense... Y hay mas proyectos en marcha...”.
Pero, además, La Jaquería proclama el ser sostenibles, accesibles... “En lo artístico-creativo o maker, y en lo humano”, dice Maribel. La pandemia paró todo un poco, pero esperan que las cosas se reactiven. “Estamos en ello, va lento, no tenemos ni una ayuda económica para nuestro espacio físico, ni nada, y somos una asociación cultural sin ánimo de lucro, así que... Pero estamos en existir, es parte de nuestras vidas. La pandemia ha afectado lo justo, ¡incluso nos ha unido más, quizás..!”.
CONOCIENDO EL ULISES DE JAMES JOYCE
El último proyecto en que ha participado Maribel Úbeda, y que une Arte y tecnología, lleva el nombre de ‘Protocolo Ulises’. “Lo realizamos en La Jaquería Pedro Silva, Gonzalo Moyano, Adolfo Rosillo, Sergio Iribarne y yo, junto a Cristo Contreras y Víctor Suárez, y otras personas que han animado todo el proceso”, dice.
“Surgió porque nos invitaron a participar en el Granabot, desde el Club de Robótica de Granada, en la Feria STEAM organizada en la ESTIIT de Granada”, añade. “Aprovechamos el centenario del ‘Ulises’ de James Joyce, para crear un proyecto a partir de su lectura en común (a la vez y compartida, pues es una obra difícil). Hicimos varias puestas en común y surgió crear una pieza de arte maker y tecnología audiovisual. Lo hemos pasado muy bien en todo el proceso, y ahora sabemos algo más del Ulises de Joyce, y de Odiseo también... Y de cómo realizar un injerto de diferentes piezas audiovisuales en diferentes pantallas desmembradas, a base de Raspberry...”.
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