“En Almería tenemos la huerta de Europa y no sabemos valorarlo”

La joya absoluta de Almería es el tomate, con una variedad que no existe en ninguna otra parte

Mariela Pérez y sus empanadas, a las puertas de su local.
Mariela Pérez y sus empanadas, a las puertas de su local. La Voz
Rosenda Mirón
19:39 • 28 may. 2022

Cuando conversas con Mariela llegas a la conclusión de que nació en Argentina por pura casualidad, pues a pesar de que tras veinte años en España conserva intacto su cadencioso acento argentino, esta mujer tiene un alma tan almeriense como el Cabo de Gata. Se lo debe a su padre, que era de Sorbas y añoraba tanto su tierra que ella desde pequeña solo soñaba con vivir aquí, en la Almería de la que tanto escuchó hablar y extrañar allende el océano. Y lo consiguió.



¿Por qué eres cocinera?
Siempre me ha gustado la cocina. Desde los doce años, cuando los hermanos nos hicimos algo mayores mi mamá montó un negocio, así que los hijos empezamos a ayudar en casa y yo cocinaba para todos.

A mí me encanta la decoración de interiores pero para eso había que ser primero arquitecto y yo con las matemáticas soy nula, torpeza absoluta, no podía estudiar arquitectura. Así que estudié cocina.

¿Qué se cocinaba en tu casa de Argentina?
De todo, más cocina argentina, pero mi abuela paterna hacía cocina almeriense todos los domingos cuando íbamos a comer a sus casa: migas, arroz… en esa casa siempre se

mantuvieron las costumbres españolas. Escuchábamos a Manolo Escobar, la gallina turuleca…eso no se olvida.

Al llegar a España ¿cómo empezaste?
Mi primer trabajo fue en Roquetas, Luego estuve en varios sitios y en el Guggenheim, con Berasategui. Tengo el placer de volver a verle siempre en un evento benéfico que hemos hecho ya por cuarto año en Marbella, Chefs for Children. Estuve en varios sitios y volví a Almería. Viví en una zona que amo, Aguamarga, y empecé a dar clases de cocina para niños en un colegio de Carboneras, a modo de extraescolares. Fue una sorpresa, cuando lo lanzamos se apuntaron 100 niños de todas las edades, de un colegio de 400 alumnos en total.

¿Ahí surgió la idea de Tu Chef Talleres?

Me vine a Almería con un proyecto bajo el brazo, se lo presenté al ayuntamiento de Almería, que tengo que decir que me abrió las puertas, un entonces jovencísimo Ramón Fdez. Pacheco que entonces era concejal. Le pareció un proyecto muy chulo y empezamos a hacer muchas actividades. Al final todo desembocó en Tu Chef Talleres. Éramos y somos los únicos que damos clases de cocina en un lugar así a adultos, niños y asociaciones.

Tuviste que cerrar con la pandemia y pensar en hacer otras cosas.
Sí, estuvimos 9 meses cerrados. Había que reinventarse o cerrar. Pensé ¿qué hago? Soy argentina, lo que más se come en Argentina, lo clásico es comer empanadas, así que dije empanadas, y de ese modo la cocina argentina vino a rescatarme, aunque hemos versionado los sabores de las empanadas argentinas con los almerienses, y usamos productos de la tierra y km cero.

Hay algo de polémica con el concepto de la tapa en Almería.
El concepto de la tapa tal y como existe debería cambiarse. Se puede poner una tapa, de algo muy gourmet o muy sencillo, pero para incluirlo en el precio no dan los costes. Hay que valorar que para hacer una tapa hay un valor económico, un trabajo, un valor añadido. El almeriense espera siempre el concepto tapa gratis, que antes cuando era un lomo o una morcilla bueno, pero ahora queremos algo gourmet, elaborado y no puede ser. Se exige algo que el hostelero no puede hacer.

¿Qué restaurante de Almería me recomiendas?

Sin duda Travieso, de Dani Muñoz, el futuro estrella Michelin de Almería, ojalá. Es joven, creativo, currante como él solo. Hay otros buenos, pero ahora mismo él sin duda.

¿Cómo ha acogido Almería tus empanadas?
Muy bien. Cuando inauguramos solo estábamos abiertos la farmacia, Carrefour y nosotros, en plena pandemia. Abrí sola con seis variedades de empanadas, ahora tenemos catorce y seguiremos ampliando. Además quiero abrir Ramona Beach, en la costa.

¿La cocina española es la mejor del mundo?
Yo creo que sí. Tenemos un mar del que sacamos productazos, y aquí además tenemos la huerta de Europa, aunque no lo valoramos. El turista que viene, al sentarse a una mesa de un restaurante debería tener esos productos ante todo, y no es así. Para mí la joya absoluta de Almería es el tomate, con una variedad que no existe en ninguna otra parte del mundo y luego compramos gazpacho en una botella que viene del norte.









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