Inma Nieto: “A lo mejor algunos gallitos se van a llevar una sorpresa el 19-J”

Inmaculada Nieto es tan pausada como firme en su discurso. La candidata a presidir la Junta de Andalucía de la formación ‘Por Andalucía’ se mueve bien en las distancias cortas y se muestra identificada con las reclamaciones de Almería en materia de comunicaciones. Ella, algecireña, también sufre el síndrome de esquina.

- ¿Qué relación tiene con la provincia de Almería? 

- He venido muchas veces por trabajo para hablar de temas de vivienda, de sanidad cuando Juanma Moreno cerró el Hospital de la Cruz Roja, para reunirme con las mujeres del manipulado… Pero también es verdad que he venido por gusto. He disfrutado de la Alpujarra almeriense, de Mojácar… y de lo bien que se come aquí (sonríe). 

- Siente también eso de  estar ‘lejos’ de todos sitios en Andalucía. 

- Sí, entiendo perfectamente ese efecto esquina. Soy de Algeciras. Sobre todo en materia de ferrocarriles tenemos demandas muy similares y no se nos hace suficiente caso, aunque también es verdad que hay zonas de interior que tienen problemas de conexión. Comprendo muy bien a la gente de Almería y de Huelva, porque somos las tres esquinas de Andalucía.

- Precisamente en materia de trenes ahora mismo Almería, además del AVE, demanda la puesta en marcha de dos cercanías con el Bajo Andarax y Poniente. ¿Lo habría si ‘Por Andalucía’ está en el Gobierno andaluz? 

- Sin duda. Comunicar bien Almería es una oportunidad económica que trasciende a la provincia por la potencialidad de desarrollo que tiene y el incremento del rendimiento de las mercancías que supondría. Construir una malla de comunicación, sobre todo de ferrocarril, que conecte tanto a nivel interno como con el resto de la comunidad autónoma y unirla al resto de regiones, es fundamental. Ha sido una torpeza que no se haya ejecutado ya esa conexión. El lobby del Levante ha sido muy efectivo y no lo ha sido así la Junta de Andalucía para presionar. Hay que hacer los dos corredores de alta velocidad en Andalucía y garantizar que se conecten con los puertos y con las zonas logísticas andaluzas. No es comprensible que no se haya hecho ya.

-Habla de la potencialidad económica de Almería pero también es cierto que dos de los municipios más pobres también están en esta provincia. Fue uno de los temas que salieron en el debate con visiones muy diferentes de la realidad. 

- La inmigración se convierte en un problema a través de la exclusión, de la falta de integración de esas personas que también contribuyen a la riqueza y el desarrollo de la provincia. Algunas de las cosas que se dijeron por algunas personas muestran un profundo desconocimiento sobre la situación y sobre todo, no buscan soluciones. 

Hay que hacer una política proactiva para que todas las piezas en el puzle que genera la riqueza se beneficien, ellos no lo hacen de ningún modo. Pero esta situación injusta la tienen ellos y otros miles de andaluces que viven una situación económica complicadísima. No podemos olvidar que uno de cada diez niños en Andalucía está en riesgo de pobreza. 

- Ha sido justo en esta parte social en lo que más han criticado al Gobierno andaluz, sobre todo tras la llegada de los fondos Next Generation.

- Se han destinado a infraestructuras y equipamiento pero no se ha hecho pensando en un mayor beneficio social. No termino de entender por qué ha cerrado el hospital de la Cruz Roja o lo que ha pasado con el transporte sanitario en Torrecárdenas. De verdad, ¿nadie fiscaliza a las empresas que se contratan? En lugar de hacer tantas obras para lavar la cara de un hospital, que está muy bien, lo que hace falta es más personal en sanidad. Esa es la prioridad. 

Lo mismo ocurre con la educación. Falta personal docente. No puedes tener a 30 grados un aula con niños amontonados y en vez de usar la bajada de la natalidad para que haya menos niños por clase, cierras aulas. No se puede entender salvo con la hoja de ruta de la derecha que es que haya empresas privadas a las que se les pasen estos servicios. A los colegios concertados nunca se le cierran aulas…

Almería mejor que nadie conoce bien las relaciones del PP con determinadas empresas a las que, con dinero público, se les adjudican obras y contratos para luego llevarse mordidas para sus campañas electorales. Ahí están las dos causas judiciales abiertas por el ‘Caso Mascarillas’ y la financiación ilegal del partido.

- ¿Cómo nota a la sociedad almeriense de cara a las elecciones? ¿Le ha dado tiempo a palpar un poco el ambiente?  

- Lo que he podido notar entre esta visita y las que he hecho también antes de la campaña es que la sociedad en Almería está muy polarizada, con todo lo negativo que eso conlleva. Pero sí que hay una parte de la sociedad que no comparte este ruido, la bronca, la agresividad, que no la quiere, pero la veo temerosa y cohibida, casi resignada. La resignación es el primer paso para perder la oportunidad. Paralelamente, también me he dado cuenta de que hay una mayoría en la calle que no hace aspavientos pero que sí irá a coger su papeleta y depositarla en la urna. A lo mejor alguno de los gallitos se llevan una sorpresa. Sinceramente, ¿en qué beneficia a Almería una agenda como la que llevan esos gallitos?

- Llegan estas elecciones justo en medio de varios casos de violencia de género en Andalucía, en la provincia dos en el último mes. 

- La banalización del mal es el problema. Todos los partidos estábamos de acuerdo y ahora quieren que volvamos atrás. No es casualidad que chicos jóvenes se crean con derecho a violentar, a agredir a sus parejas. Esa ostentación del negacionismo, esa reconexión con la forma de relacionarse entre  hombres y mujeres que ya estaba superada, eso tiene el sello de la extrema derecha pero es responsabilidad del PP. Lo es porque a cambio de gobernar con los peores resultados que ha tenido en Andalucía, ha permitido que no haya declaraciones por el Día de la Mujer, contra la violencia de Género, rompiendo el consenso que existía. 

- Usted dijo que estaría dispuesta a abstenerse para que esa extrema derecha no entrara en el Gobierno, ¿lo mantiene?

- Mantengo lo que dije. Si se diera ese binomio indeseable, habría que realizar una reflexión profunda sobre lo que hacer. No todo puede ser ruido y Twitter. Pasa cualquier cosa y a los 20 segundos ya tienen una opinión, yo no soy así. Las cosas se tienen que pensar bien y más cuando al día siguiente hay personas que van a estar afectadas por las decisiones que tú tomes.

Pero esta reflexión no solo me tocaría a mí. El PP tendría que pensar si quiere coser su futuro político al de la extrema derecha. Si hubiera pensado un poco antes, las cosas no estarían así.

- ¿Teme que le pase factura todo el lío que hubo para la entrada o no de Podemos para la configuración de ‘Por Andalucía’ y la presencia de varias candidaturas de izquierdas?

- Espero que no. Yo pedí disculpas por todo lo ocurrido al día siguiente. En realidad ese relato de que nos hemos separado no es así. En el grupo parlamentario estábamos IU y Podemos y en ‘Por Andalucía’ estamos las dos formaciones. Lo que sí hubo fue una salida de miembros de Podemos que decidieron coger otro camino diferente. 

La izquierda de transformación social concurre junta a estas elecciones con IU, Podemos, Verdes Equo Andalucía, Alianza Verde Andalucía Iniciativa del Pueblo Andaluz y Más País, de hecho, somos el único sitio de España en el que se ha logrado y se ha hecho con mucho esfuerzo, orillando las diferencias para hacer un programa común.

- ¿Y cómo les diferenciamos de Adelante Andalucía? 

- Nosotros representamos un andalucismo que quiere gobernar. No queremos una oposición perfecta, queremos liderar desde el Gobierno.

- Habla de un gobierno de progreso, no sé si ya ha tenido oportunidad de hablar de esa posibilidad con Juan Espadas, el candidato socialista. 

- Lo hice la noche del debate. Cuando termine esto, yo ofrezco una mesa de diálogo con todas las fuerzas de izquierda de la cámara para negociar. Vengo de trabajar en el diálogo de una coalición, tengo experiencia. 

Habría que dialogar entorno al “programa, programa, programa”, que diría Julio Anguita, y poner los mimbres de ese bloque que yo aspiraría a liderar. 

El bipartidismo tiene que asumir las nuevas formas que hay de estar en política. Ambos dos (PP y PSOE) tienen que adaptarse a los nuevos tiempos y ver que todas las formaciones políticas ya nos tratamos de igual a igual. El PSOE ya no es la fuerza de izquierdas más votada en Galicia, en Euskadi o Madrid.

Aspiro a poner en marcha esa mesa de negociación para formar un gobierno progresista. Lo podemos hacer y falta hace.

- ¿Cómo se lleva con el resto de los candidatos a presidir la Junta de Andalucía?

- A Macarena Olona la conocí en el debate y apenas he hablado con ella. Con el resto la relación es fluida. Entre mis responsabilidades como portavoz del grupo parlamentario estaba mantener una relación abierta con los diferentes partidos.

La política útil es la del diálogo, el consenso y también, la de las buenas formas.

- Ahora recibe usted el apoyo de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, en su campaña. Tres actos va a realizar este fin de semana.

- Ella nos había trasladado desde el principio su intención de participar activamente en la campaña al igual que el ministro Alberto Garzón, la ministra Irene Montero o Ione Belarra. Yolanda Díaz representa en Andalucía la concreción más tangible de para que sirve la política en la vida de las personas. 

Una mujer que ha puesto de acuerdo a la patronal y los sindicatos para en mitad de un ambiente infernal de crispación, que ha hecho de los contratos indefinidos el referente, que el convenio superior sea el referente, que ha situado el Salario Mínimo Interprofesional en 1.000 euros... y todo eso sin insultar. 

Yolanda Díaz muestra que no estamos pedaleando en el aire. El dinero público está para sustentar la economía y a la gente. Todos aquellos que decían que el país iba a quebrar, todos esos editoriales de los medios que la criticaban, y hoy lo que hay es que miles de casas tienen un poco más de dinero.

- ¿Y qué tal ve a su candidata en Almería, María Jesús Amate?  

- Ella une varios elementos que son muy buenos. Tiene experiencia, con lo que ya tiene el entrenamiento para entrar en el Parlamento andaluz. Tiene mucha sensibilidad a la hora de abordar los temas y un profundo conocimiento porque los vive con los afectados, se conmueve con los problemas de la gente. Esto lo hemos comprobado porque ha estado en permanente contacto con nosotros para contarnos todo lo que iba ocurriendo aquí. Es una mujer, y es tiempo de mujeres para coser lo que han estado rompiendo los hombres. No insulta, no grita, y quiere hacer cosas para que la gente viva mejor. Aparte, la gente la quiere mucho, y eso es muy bueno. Es un ‘win win’.