Por echar una mano a su padre. Así entró en política el cabeza de lista de los socialistas almerienses al Parlamento andaluz, Juan Antonio Lorenzo. Para que se entienda, el padre del candidato era secretario general de los socialistas de Serón y, como pasa tantas veces en este mundillo de la política, una crisis en la formación dejaba la candidatura a la Alcaldía sin definir ante los comicios de 1999. Viendo el panorama, y con la intención real de estar una Corporación municipal “mientras se conseguían solucionar las cosas”, Lorenzo se presentó, ganó y le picó el gusanillo de la política hasta el punto de cosechar seis mayorías absolutas en su pueblo, entrar en la Ejecutiva del PSOE a nivel provincial en la que lleva ininterrumpidamente desde 2003, y haberse convertido en el ‘jefe’ del partido hace apenas unos meses. Si llega a querer dedicarse a esto…
Ahora que ha decidido dar el salto a la política autonómica sabe que le toca alejarse de su pueblo. Ese lugar que es su punto de referencia. El sitio donde vive su hijo, su familia, sus amigos y, aunque es cierto que lleva tiempo entre la capital y Serón porque desde 2015 es diputado provincial, eso de restarle tiempo con los viajes a Sevilla seguro que le pasará factura. Eso sí, cada vez que pueda escaparse se marchará a su campo. No tiene claro si podrá recorrerlo subido a su moto, ha pasado un poco de tiempo desde la última vez y habrá que ver si arranca, pero lo intentará. No se lo imaginen como un ángel del infierno, lo suyo no es la velocidad sino el trial.
Y es que de esto de escalar en terrenos difíciles está aprendiendo un montón en esta campaña electoral en la que la desmovilización de los votantes socialistas parece una montaña cuya cima no terminan de coronar. A pesar de eso, está convencido de que aún hay partido. Por ello sigue de un lado a otro, de debate en debate, de acto en acto, de reparto en reparto, agotando hasta el último minuto del día.
Descanso
En los segundos libres sueña con ese fin de semana que va a pasarse en Cabo de Gata, con el móvil bien guardado en la mochila, limpiando la mente y haciendo cura de agua salada cuando pase el 19-J. Será el momento entonces de desconectarse para coger las riendas del partido con más fuerza. Y es que en menos de un año tendremos de nuevo elecciones, en este caso municipales, y hay mucho por hacer. Que son103 municipios a los que hay que preparar. Fácil no parece.
Posiblemente cuando hayan pasado esas municipales la desconexión tendrá que ser algo mayor. Apuesto por un viaje a un lugar donde pueda tomar buen pescado, lo del buen jamón ya lo toma en casa regado con vino de la tierra. Dudo que se vaya a un ‘resort’ a ponerse la pulserita, es más de cogerse el coche y trazar el camino conforme avanza la carretera. Sus escapadas a Marruecos, país que le encanta por “sus azules y amarillos”, siempre son así. Un día se duerme en una haima y otro en un hotel con encanto. Pero vamos, que en México también se atrevió a recorrer el país disfrutando de las playas salvajes y de su patrimonio sin saber el sitio en el que iba a dormir esa noche. Parece que eso de improvisar se le da bien porque para él son sus mejores viajes. Seguro que ese carácter resolutivo le vendrá bien cuando lleguen los problemas que en política seguro que los habrá.
De momento, y mientras espera que llegue la ocasión de hacer una escapada, Juan Antonio Lorenzo sigue al pie del cañón en la que es su primera campaña autonómica como líder de los socialistas almerienses, como cabeza de cartel al Parlamento andaluz, y como hombre fuerte en tiempos en los que el PSOE busca cerrar heridas de forma definitiva. El examen le espera el 19-J.
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