El ‘edificio Alma’ acumula meses de cierre esperando inauguración

Haciendo esquina entre las calles Alcalde Santiago Martínez Cabrejas y Árbol del Caucho se levanta, ya menos blanco que en su origen a causa de la calima que pintó de rojo la ciudad hace unos meses, el edificio del Tercer Sector. El ‘edificio Alma’, que así se le ha llamado, espera desde finales del verano pasado que su corazón solidario comience a latir y se llene de vida, esa que deben darle los diferentes colectivos sociales vinculados a la salud que tendrán allí su hogar.

Durante estos meses, casi un año ha pasado desde que acabara la obra, el Ayuntamiento ha ido comprando material para dotar el edificio, ha contratado personal, pero lo cierto es que han sido 11 meses en blanco para una instalación muy demandada por estos colectivos que esperan pacientemente desde que en 2015 firmaran con el alcalde de la capital entonces, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, que iban a contar con un espacio para sus asociaciones que en ese momento iba a ser el antiguo sanatorio Virgen del Mar.

De momento, no hay fechas claras para la apertura del edificio aunque todo apunta a que no será hasta después de los meses de verano. Mientras tanto, las grandes terrazas que deben ser el lugar predilecto para algunas terapias, acumulan meses de hojas llevadas por el viento, suciedad ante la falta de uso que incluso empaña las cristaleras, y en el caso de la planta baja, incluso algunos palets que están abandonados tras haber cumplido con su misión de ser base para transportar materiales.

Espera
Hay que tener en cuenta que los colectivos que van a poder utilizar este espacio llevan esperando desde noviembre de 2019, momento en el que se ponía la primera piedra, a que concluyan las obras y poder comenzar un uso más que necesario. Sin contar con los siete años que han pasado desde la primera promesa hasta la actualidad, y todo tras haber recorrido ‘virtualmente’ tres ubicaciones: el antiguo sanatorio Virgen del Mar, el edificio de la Jefatura de la Policía Local y ahora, la que se supone que es la definitiva, el edificio ‘Alma’. Paciencia demuestran.

Cabe recordar que en este edificio se pueden encontrar, siguiendo el proyecto que elaboró ‘J2 Simón y Cuerva Arquitectos’, una planta baja en la que se genera una plaza ajardinada que se abre al entorno urbano a modo de vestíbulo y en la que está previsto que se desarrollen gran parte de las actividades del centro dotada con distintas texturas, señales luminosas, auditivas y vegetación para el trabajo de las distintas discapacidades.

Tanto las terrazas como los patios interiores ayudan a conseguir una mejor ventilación e iluminación de los espacios interiores y en consecuencia unas condiciones de trabajo óptimas y sostenibles. Se trata de un edificio donde la accesibilidad y el uso del espacio libre es la base principal. 

En planta baja se sitúa el  parking para 15 coches, jardines, vestíbulo general y recepción, administración, salas para gimnasios y fisioterapia, sala coworking. 

En planta primera se sitúan los talleres, con unas decena de salas para ello, sala multisensorial y los espacios de uso exclusivo para distintas asociaciones. En la segunda se sitúa otra zona de coworking, salas de reuniones y salas de confidencialidad, según el proyecto.