El precio de la gasolina encarece el carnet y asfixia a las autoescuelas

La subida del precio de los carburantes es un tema del que poca gente se ha resistido a comentar, gran parte de la población se ha sentido afectada por estos asfixiantes precios. Sin embargo, hay otros colectivos a los que la subida de estos combustibles les afecta directamente en su desempeño laboral, en su rentabilidad como negocio. Un ejemplo de ello es el gremio de las autoescuelas, un sector que depende estrechamente del precio de estos carburantes para poder enseñar a sus alumnos cada día. "Estamos asfixiados, la situación es inviable", afirma Rafael Villegas, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Almería y profesor de Autoescuela Berja.

El encarecimiento de la gasolina, que pudo pensarse que sería temporal, lleva varios meses con nosotros y a pesar de algunos descuentos y ayudas del Gobierno, todavía supone un auténtico obstáculo en el transporte. En el caso de las autoescuelas, muchas de ellas se han visto obligadas a encarecer sus tarifas en uno o dos euros, aumentando así el precio medio para poder sacarse el permiso de conducción. A pesar de este incremento en los precios, afirman que todavía no consiguen los mismos ingresos que antes, pues si subiesen más los precios mucha gente dejaría de sacarse el carnet. "Da miedo subir los precios, la subida puede tener mucha repercusión y conlleva perder beneficios", declara Pepe Ibáñez, profesor de la Autoescuela Portocarrero.

Según Rafael Villegas, "antes llenábamos el tanque por 50 euros, ahora supera los 100 euros, luego hay que sumar las nóminas de los profesores y el mantenimiento del vehículo, hay meses que no llegas". Además, si la situación se prolonga mucho más se verán obligados a tomar decisiones extremas ante la insostenibilidad del asunto. Denuncian también la precariedad que está adoptando el sector, viéndose los profesores forzados a "echar más horas que un reloj".

Las listas de espera continúan

Los problemas no se acaban en esta situación económica generada, en parte, por la inflación. Las autoescuelas y los alumnos llevan sufriendo desde la pandemia largas listas de espera para poder examinarse y poder optar a poner en práctica lo aprendido. Esto se debe a la alta demanda actual junto con la escasa existencia de examinadores en la ciudad. Este problema, a pesar de que ha mejorado, se viene arrastrando desde años atrás y la mayoría de las autoescuelas exigen una mayor plantilla de examinadores ante la subida de la demanda en los permisos de conducción. En la Autoescuela Portocarrero se ha notado la bajada de alumnos, "imagino que será por la incertidumbre y la espera para examinarse".