El comercio acata el ‘apagón’ con dudas sobre su aplicación

Los comerciantes y los hosteleros de Almería cumplen con el Real Decreto de Medidas de Ahorro Energético, como no puede ser de otra manera. Lo hacen rodeados de malestar y de dudas sobre algunos puntos del decreto y, sobre todo, la forma en la que cumplir con toda la normativa sin que ello suponga un problema más a sus negocios.

En el sector comercial ya en la noche del pasado martes se comenzaron a apagar los primeros escaparates aunque la medida no entrara en vigor hasta las 00.00 horas. Un ‘apagón’ que el presidente de la asociación ‘Almería Centro-Centro Comercial Abierto’, Antonio Martín, no comprende y que asegura que tiene “muy descontentos a todos los asociados del centro de la ciudad” que, sin lugar a dudas, son los que más escaparates encendidos tienen en las madrugadas capitalinas.

Solidaridad

Afirma el presidente de los comerciantes que esta medida supone un problema más para el centro que “ya de por sí tiene poca afluencia por lo que estamos muy preocupados” y asegura que cumplen con el decreto para “ser solidarios” y también por el miedo a que “llegue una inspección y hagan caja, que es lo que nos faltaba ya”. Así, apuestan por “ser prudentes y cumplir con el decreto”.

Por su parte desde los hosteleros almerienses, Pedro Sánchez-Fortún, tienen claro también que son medidas que hay que cumplir pero asegura que “cuando un establecimiento lleno de gente a mediodía a 27 grados va a ser complicado estar dentro, pero es la temperatura que nos han marcado y es la que cumpliremos”.

A pesar de esto, insiste el presidente de Ashal en que su mayor preocupación y la de todo su sector pasa más por los precios que están pagando que por esos 27 grados que tiene que tener el aire acondicionado en pleno agosto. Así, afirma: “nos preocupa que un hotel pagaba el año pasado 8.000 euros de recibo de luz y este año esté pagando 27.000 euros, que un bar de unos 60 metros el año pasado pagaba unos 1000 euros y este año 3.500 euros, esto es lo que realmente preocupa al sector”.

Sea como sea, tanto comerciantes como hosteleros arrancan la andadura de este decreto solicitando resolución de dudas que van  desde los plazos que se han marcado para su adaptación en algunas de las nuevas medidas que requieren una importante inversión económica, hasta las temperaturas concretas que deben tener en algunos establecimientos concretos. Aún mucho por cerrar.