Sus días transcurren a tope de adrenalina entre saltos de vértigo, arropado por millones de seguidores entre YouTube, TikTok e Instagram. Este huercalense de veintiocho años tiene la cabeza muy bien amueblada, se esfuerza por transmitir sensatez para dar tranquilidad y crédito a sus saltos inmortalizados en sus redes sociales, y la timidez, a pesar de pasar miles de horas delante de cámaras grabando lo que él denomina aventuras, se le escapa a borbotones. Durante esta entrevista, tomando un café matinal tranquilo en una terraza, nos interrumpen hasta en tres ocasiones para pedirle fotos, todos jóvenes padres de familia con niños. Él, amable, tranquilo, acostumbradísimo, posa sin perturbarse.
Hace cinco años hablabas de 200.000 suscriptores a su canal de YouTube. Ahora rondas los dos millones.
Sí, se ha multiplicado por diez, pero en mi caso ha sido muy progresivo, eso ha sido lo bueno. Tengo compañeros que de un mes para otro, de no ser nadie pasan a tener millones de seguidores y es un estrés muy brusco, pero lo mío ha sido tan progresivo que lo he podido asimilar bien y no me ha supuesto que mentalmente esté más rayado.
¿Qué tipo de público te sigue?
Sobre todo chavales, son los más fanáticos porque controlan menos esa emoción. También tengo público adulto que a lo mejor hacía parkour antes y les gustan las aventuras, y también padres que se han enganchado por culpa de los hijos, que ponen los videos para comer y el padre lo ve y se acaba enganchando. Me han escrito mujeres que están discutidas con sus maridos porque están con cuarenta años saltando por la calle. Increíble. Son vídeos para todos los públicos, cualquier persona de cualquier edad te ven saltando de un acantilado y le va a llamar la atención.
Has hecho algunos saltos que ponen la piel de gallina, ¿nunca sientes miedo?
Hay dos tipos de miedo, al menos haciendo parkour, el de saber que puedes pero nunca lo has hecho, sabes que puedes pero te impone porque ese salto es un poco más límite y tienes que forzar un poco ese límite, pero sabes que puedes. Luego está el miedo de que no sabes lo que va a pasar, dices a lo mejor llego pero a lo mejor no. Ese es el miedo de la incertidumbre, y con ese miedo es cuando no tienes que saltar, porque vas desconcentrado pensando en si fallas o no.
¿Algunas vez en el último momento has dicho “no lo hago”?
Sí, muchas veces. Siempre valoro los saltos, hay algunos que de primeras te subes y dices: imposible. En otros dudas, haces pruebas. Yo no sé cuántos metros salto, me subo al muro y sé si llego, si no, si más o menos, también según el día porque hay días que estás más ligero que otros, tú lo sabes, eres consciente. Me da más miedo hacer un salto a dos metros de altura que no sé si llego que un salto de 22 que llego sobrado, porque no pasa nada.
Sufriste bullying en tu adolescencia, y el parkour te ha ayudado a superar muchas cosas.
Sí, yo con doce añitos aparentaba ocho, tardé mucho en desarrollarme, era el más bajito y delgado de la clase, y empecé a hacer parkour. Fui el hazme reir, subí dos vídeos a YouTube con toda la ilusión del mundo. Saltaba muy poquito porque era un crío, y los comentarios eran de gente del instituto, de mi barrio, todo humillante a un nivel extremo, también cuando iba a clase. Tuve que borrar esos vídeos, me quedé destrozado, y seguí saltando sin grabarlo. Un par de años después conocí a gente que hacía parkour, hice el primer círculo d amigos, de tener planes, y la vida me cambió.
Ha habido un boom con el parkour en el que tú has tenido mucho que ver, hasta le han puesto tu nombre a una parque para practicarlo en Huércal, tu pueblo.
Sí, por lo vídeos, la influencia… Si muchos niños empiezan a hacer parkour muchos padres quieren que el niño lo haga en algún lado, algún sitio seguro.
Parque de parkour estricto el de Huércal es el único. Hay zonas increíbles en otros puntos pero no son sitios pensados para practicar. Viene gente de todas partes, de todas las provincias de España… Hay gente que viene de viaje y va al parkour a ver si se encuentra conmigo, muevo turismo en Huércal (risas). Ahora en septiembre tendremos un evento muy chulo allí.
¿ Cuál es tu mensaje para tus seguidores?
Tengo vídeos de motivación que hacía antes de ser conocido, y un libro, Álex Segura, believe in yourself. Cuando me rompí un pie saltando en la playa, y los médicos me decían que no iba a saltar nunca más en la vida, pensé en hacer un video de motivación: “after injury” (después de la operación) donde pensé en poner por días la recuperación, que me iba a poner fuerte y saltar más que antes, y volví super fuerte. El mensaje es que si no crees en ti mismo nadie lo va a hacer. Yo fui el hazme reir del parkour y ahora me ven millones de personas, el tiempo pone a cada unos en su lugar, que disfruten lo que hacen.
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