El Ayuntamiento de Almería ha respondido a los vecinos de distintos parajes de La Cañada, como Cortijo Guillén y Cortijo Córdoba, que están reclamando que se dote a sus caminos de alumbrado público, que se trata de “una zona rústica, fuera de ordenación”. Esta fue también la respuesta ofrecida hace unos meses por el concejal Juan José Segura, que según los vecinos de estas barriadas se reunió con algunos de ellos y ya les advirtió de que, por tanto, no se podrían iluminar sus caminos.
De la misma forma, el Consistorio ha precisado a los vecinos que en el caso de su demanda para que se intensifique la vigilancia policial, al tratarse de una cuestión de seguridad, es una materia que atañe “a la Policía Nacional o a la Guardia Civil”, y no a la Policía Local.
Los habitantes de estas zonas de la capital han hecho estas peticiones, también en un escrito dirigido al Ayuntamiento, a raíz de una oleada de robos que no cesa en los últimos días, de forma que según datos actualizados este miércoles, solo en la última semana se habrían cometido siete asaltos a sus viviendas.
El último incidente se produjo el pasado lunes, como informó este periódico, cuando una treintena de vecinos se echaron a la calle para perseguir a tres individuos que habían sido detectadas por cámaras de seguridad portando pasamontañas por las inmediaciones de las viviendas.
Alternativas
Ante las respuestas del Ayuntamiento a este periódico, una portavoz de los vecinos ha precisado que su intención no es, ni mucho menos, enfrentarse al equipo de gobierno, sino todo lo contrario, tratar de que se les explique con detalles por qué no se puede instalar el alumbrado público y estudiar, en su caso, otras alternativas.
Los habitantes de la zona exponen que ellos conocen sobradamente la calificación de sus terrenos, y los que viven efectivamente en suelo rústico, pero también exponen que en España, en Andalucía e incluso en Almería “hay cientos de caminos rurales con alumbrado público”, obras que han sido acometidas tanto por ayuntamientos como por diputaciones provinciales, algo en lo que coinciden con el concejal socialista Antonio Ruano, quien en una visita a estos barrios aseguró que muy cerca de estas zonas hay caminos dotados de iluminación pública.
Pero es que se da el caso, además, de vecinos de estas zonas que afirman que sus parcelas y viviendas se encuentran en suelo urbano.
María del Mar Verdejo, presidenta de la asociación de vecinos de Cortijo Córdoba, ha ofrecido a este periódico un informe del Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Almería fechado en 1999, en tiempos en que el concejal del área era Diego Cervantes, que certifica que su parcela “está clasificada de suelo urbano”. Verdejo apunta además que por aquel entonces se proyectó un plan especial para este barrio que contemplaba urbanizarlo y dotarlo de todos los servicios que hoy en día siguen reclamando.
Oleada de robos
Una treintena de vecinos de estos parajes de La Cañada han vuelto a concentrarse al mediodía de este miércoles para protestar por la oleada de robos que no cesa y para intensificar sus reclamaciones al Ayuntamiento, hasta el punto de que María del Mar Hernández, una de sus portavoces, ha afirmado que de no obtener respuesta municipal podrían cortar los caminos de la zona.
Este periódico ha podido conversar con estos vecinos, que ciertamente están atemorizados. “Ni siquiera nos atrevemos a salir de nuestras casas a partir de cierta hora, los mayores tienen que hacerlo acompañados y siempre con linternas, incluso para tirar la basura”, dicen.
En realidad, es difícil encontrar a un vecino que no haya sufrido un robo. Y algunos tienen ya una larga experiencia. Marta Muela Sauquillo es una de ellas, puesto que su casa ha sido asaltada, dice, “nueve veces en los últimos diez años”.
Marta se queja de que el robo de dinero o joyas que muchos vecinos han sufrido no es lo peor: “Lo peor es el daño psicológico, es no poder dormir tranquila o con las ventanas abiertas, es estar siempre mirando por la ventana, temiendo que van a entrar a su casa”, señala.
Y expone a continuación el caso de una vecina que ya ha puesto su casa en venta, después de que tres encapuchados entraran cuando ella estaba dentro.
Última víctima
José Antonio Puga es la última víctima, puesto que su casa fue robada el pasado sábado, cuando él se encontraba en la feria de Almería, y la vivienda estaba vacía.
Él mismo nos explica que los ladrones utilizaron una madera para hacer palanca y arrancar la reja de una ventana por la que accedieron al interior. “Robaron una tele y poco más, porque saltó la alarma y huyeron, por lo que ha sido más el daño por el roto que hicieron que por lo robado”, se lamenta.
Él dice no entender que la Administración se niegue en redondo a ofrecer soluciones, mientras paga casi 700 euros de IBI, “y hay propietarios que superan los !.000”, dice. Los vecinos apuntan que llevan pagando IBI desde los años 80 y que también pagan otros servicios municipales, como la recogida de la basura.
Otra víctima ‘múltiple’ de los robos es Francisco Amador, también vecino de Cortijo Córdoba: “Me han ‘tocado’ ya cinco veces, aunque solo tengo una casa pequeña y humilde, sin lujos”, dice.
Muchos de los vecinos están convencidos de que tarde o temprano sucederá una desgracia, que podría llegar en caso de un enfrentamiento directo con algún asaltante. “Los ánimos están muy exaltados y hay gente que ya no puede más”, advierte una mujer que también ha sido asaltada en varias ocasiones.
De momento, ni siquiera las patrullas vecinales, compuestas por grupos de tres o más personas que recorren todas las noches los barrios hasta entrada la madrugada, han servido para disminuir el número de robos. Los habitantes de Cortijo Guillén ya han iniciado los trámites para crear en su barrio una asociación de vecinos y en pocos días han recogido más de un centenar de firmas que enviarán también al Ayuntamiento con sus peticiones.
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