Nueva vida residencial al edificio de la antigua sede que tuvo Sevillana

El edificio de la antigua sede de Sevillana en los años 80 ubicada entre las calles Regocijos y Don Juan de Austria, va a contar con una nueva vida después de llevar muchos años abandonada e, incluso, ha estado ocupado en el pasado.

Así se desprende de la concesión por parte de la Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo de la licencia de obra para la rehabilitación del mismo y su cambio de uso “de administrativo a residencial”.

Este edificio, que data según el Catastro de 1981, se encuentra en una parcela que hace esquina entre Regocijos y Don Juan de Austria, cuenta con una superficie de 175 metros  cuadrados, siendo la superficie total construida de 538 metros sobre rasante y 714 metros de superficie total. Un inmueble que cuenta con cuatro plantas  y un sótano. Así, en esta planta menos uno hay un almacén con 165 metros cuadrados, en la planta baja hay un espacio comercial, el que ocupó en su momento el economato de la empresa de electricidad, que cuenta también con 165 metros cuadrados, y cuatro niveles de oficinas con 128 metros cuadrados cada uno, según recoge la ficha del Catastro.

El proyecto de actuación supone una inversión de 150.000 euros y se va a centrar en la rehabilitación y puesta a punto del interior del inmueble. Según Urbanismo, ni la estructura ni los cimientos del edificio necesitan actuación alguna ya que se encuentran en buen estado, y los trabajos van a estar más encaminados en reconvertir un espacio que estaba destinado a oficinas al uso residencial.

Así, la previsión es que tras la actuación, haya una reducción de la superficie construida quedando esta en 500 metros.

Modificaciones
Además, dentro del edificio se van a hacer cambios en el interior para cambiar el núcleo de comunicaciones, de seguridad y modificar la accesibilidad del mismo, posiblemente para adaptarlo a la normativa actual que nada tiene que ver con la que había cuando se realizó el inmueble.

También se han previsto cambios en los cerramientos y en los huecos, todo para su adaptación a la nueva vida de este edificio que pasará a ser residencial.

Hay que recordar que este es un emplazamiento con mucha historia. No lo es por el inmueble actual que es de 1981, pero sí la vinculación de este espacio con la electricidad. Y es que justamente ahí se levantaba la primera fábrica de la luz de la ciudad y que se inauguraba en el año 1890 y que permitió la llegada del tendido eléctrico también por la ciudad.

Esta fábrica ubicada en El Quemadero, nace, recuerda Manu Artero,  auspiciada por Agustín Morales Rodríguez quien formó una sociedad mercantil con Pascual Luis Sánchez Rodríguez, ‘Sánchez y Morales’ para regentar este espacio.

Este fábrica de la luz recibió el nombre de ‘La Constancia” y se convierte en la primera red de distribución eléctrica en la ciudad.

Así, la vinculación de esta parcela con la generación de electricidad es total, de fábrica a sede de la compañía eléctrica, una vinculación que ahora se rompe para darle un nuevo uso a un espacio que llevaba en barbecho durante muchos años. Esto

permitirá, sin duda, reactivar este espacio.

Habrá que esperar para ver plazos y exactamente en lo que se plasma este proyecto.