En Almería no hay Uber, ni Cabify, ni opera ninguna de esas empresas de movilidad que permiten encontrar transporte privado en un abrir y cerrar de ojos a través del móvil.
Ni falta que hace, ya que Almería cuenta con un perfeccionado, clandestino y muy popular servicio de transporte con sede en Aguadulce que cubre no pocas necesidades de movilidad por menos de la mitad de lo que cuesta un taxi.
A., de nacionalidad peruana, cogió el volante de un Seat Ibiza en 2007 para crear su propia línea de transporte urbano entre Roquetas, Aguadulce y Almería capital.
Eran tiempos de crisis y, sin trabajo (ni licencia), empezó a llevar a población especialmente joven que, tras noches de fiesta, buscaba transporte económico ante la falta de autobuses.
El imperio
Ya han pasado 15 años y A. ya no conduce ni un solo coche. Su labor se centra, única y exclusivamente, en atender las llamadas de sus no pocos clientes y repartir los servicios entre su flota de vehículos y conductores.
En la actualidad, y en la transitada temporada veraniega, hay entre 5 y 6 conductores en este singular imperio del transporte que ha perfeccionado sus carencias.
Antaño, el propio A. advertía a sus pasajeros de que, en caso de que un control policial les parara, tendrían que decir que “todos somos amigos” para tapar así el servicio ilegal que se realiza. Ahora, A. recurre a una flota de vehículos de alquiler en perfecto estado que, si bien están cerca de 24 horas haciendo servicios en los días más intensos, levantan pocas sospechas como taxis ilegales.
Cómo funciona
Una furgoneta negra de alquiler, Mercedes Vito, para en un punto céntrico de Almería capital. La conduce R., un chico español cuyo trabajo es llevar durante toda la noche a personas que quieren ir de Almería a Roquetas de Mar o Aguadulce.
Previamente, los usuarios han realizado una llamada a un teléfono que, si bien no está en las Páginas Amarillas, está guardado en las agendas de muchos almerienses y que viaja de móvil en móvil gracias al boca oreja.
En esa llamada, el propio A. recibe el encargo y, en función del punto de partida y el destino, se establece un precio. Así, por ejemplo, ir de Almería a Roquetas de Mar tendría un coste de 30 euros.
Entre la flota de vehículos, un Seat Ateca, un Cupra o la propia furgoneta establecen esa línea de transporte que, a decir verdad, tiene pocos límites: entre los servicios que vienen realizando con frecuencia se encuentran el transporte de alumnos del Saladares y el Altaduna que pierden el transporte escolar o incluso viajes hacia el levante almeriense (hasta Mojácar tiene un coste de 90 euros) o más allá de las fronteras provinciales, cubriendo la recogida de algún viajero que llega al aeropuerto de Málaga y tiene como destino final Almería.
Una vez que conductor y vehículo se encuentran con los ocupantes, la cosa no difiera mucho de un viaje habitual en taxi: un viaje (con agradable charla incluida con conductores como X., Y., A. o R.) en el que, al aparcar, hay dos modalidades de pago.
Por una parte, es posible pagar en efectivo y, por otro lado, es posible hacer un Bizum a un número de teléfono facilitado por el conductor y que bien puede ser el del propio A. o el de una mujer. Un pantallazo del envío de dinero es suficiente para dar por finalizado el viaje.
¿Y los conductores?
Los propios conductores que trabajan para A. cuentan lo que muchos taxistas: trabajar de noche llevando pasajeros conlleva ciertos peligros.
Café y bebidas energéticas son los mejores aliados de estos conductores que llegan a trabajar durante toda la noche para cubrir los ajetreados días del verano (especialmente durante la Feria de Almería) con idas y venidas de almerienses saliendo de fiesta, bien sea en Aguadulce, bien en la capital o en otros puntos de esta transitada línea Roquetas - Aguadulce - Almería.
¿Y a cambio?
Los propios conductores cuentan que, a día de hoy, se llevan una comisión del 30% por cada viaje: si en una noche A. les da viajes por valor de un total de 300 euros, 100 euros se quedan en su bolsillo.
No obstante, no corren los mejores tiempos para el bolsillo de los conductores del Uber almeriense: cuentan que, hasta hace no mucho tiempo, el porcentaje era superior. Sin embargo, la subida de la gasolina les ha repercutido en el negocio. Y así funciona el taxi pirata en Almería.
Las diferencias (y otras marcas)
El imperio del transporte sin licencia construido por A. no es el único
servicio existente en la provincia de Almería. No obstante, hay matices.
De hecho, son habituales las noticias de operaciones policiales
para erradicar los taxis piratas que frecuentan los alrededores de la
Estación Intermodal de Almería o de la zona de Roquetas de Mar. Suelen
ser conductores procedentes del norte de África que realizan este
servicio en vehículos antiguos.
Así, la diferencia del servicio
de A., es el estado de los coches y el hecho de que su centro de
operaciones se encuentre en Aguadulce, alejado de cualquier punto
sospechoso. Además, existen otras estructuras similares que, si bien
tienen precios más caros, ofrecen similar servicio.
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