La Legión pisa el acelerador a un mes del despliegue en Líbano

La Brigada ‘Rey Alfonso XIII’ II de la Legión pisa a fondo el acelerador a un mes de la proyección de sus unidades a la misión internacional de las Naciones Unidas en el sureste de Líbano.  El contingente ultima su preparación con una combinación de ejercicios tácticos y teóricos, con el único objetivo de aterrizar en Beirut el próximo mes de octubre con las máximas garantías.

Las unidades seleccionadas para la misión acumulan ‘horas en vuelo’ para cumplir con el plan de adiestramiento. Esta semana, miembros de la Bandera de Zapadores (Viator) y de la X Bandera del Tercio Alejandro Farnesio (Ronda) han desarrollado sendos ejercicios en el campo de maniobras Álvarez de Sotomayor para afinar sus capacidades.

LA VOZ DE ALMERÍA acompañó a los componentes de la X Bandera Millán-Astray en el desarrollo del ejercicio ‘Grupo Alfa Teniente Espinosa’. Las maniobras con fuego real se han llevado a cabo en el desierto almeriense desde el pasado lunes y son consideradas como un punto de inflexión en la preparación tras tres meses de  duro entrenamiento.

Los legionarios están lideradas por el teniente coronel Miguel Ángel Pérez Franco, jefe de la X Bandera  y del grupo táctico que desplegará en Líbano dentro de un mes. Durante toda la semana han efectuado ejercicios con fuego real, patrullas, conducciones de convoyes y simulaciones de contacto con la población civil. “El adiestramiento se enfoca a situaciones que nos vamos a encontrar en Líbano”.

La misión

El ejercicio ha hecho especial hincapié en aspectos como las reglas de enfrentamiento o las llamadas STIRs (siglas en inglés de reacciones tácticas en incidentes). No es una misión cualquiera. Las condiciones de la fuerza de paz obligan a buscar un equilibrio entre la presencia militar y el contacto con la población civil y, al mismo tiempo, tender a una intervención mínima indispensable.

España manda el sector oriental de la Franja Azul, una zona al sur del río Litani invadida por Israel en su guerra con Hezbolá en el verano de 2006 (luego se replegaron a la llamada Línea Azul, una especie de frontera virtual fuertemente militarizada).  La presencia de los cascos azules legionarios es determinante para mantener la paz en la región.

En este sentido, una delegación encabezada por el general Melchor Marín Elvira ha estado durante una semana en la Franja Azul para conocer in situ el entorno y preparar el futuro relevo de las unidades españolas. Los militares permanecerán seis meses en el suelo libanés, en un espacio donde Hezbolá ha fortalecido su posición tras el regreso de muchos combatientes desde la vecina Siria.

Todos estos factores son valorados de manera especial para el adiestramiento de unidades como la X Bandera, que tendrán que afrontar el reto de evitar enfrentamientos entre Líbano e Israel. En las próximas semanas se desarrollará también la fase de concentración, última parada antes de la proyección.